La Llegada de los Borbones y las Reformas del Siglo XVIII
Con la llegada de los Borbones al trono de España, comienza un programa de reformas con el objetivo básico de reforzar el poder real y centralizar la administración. La principal reforma política fue la promulgación de los Decretos de Nueva Planta, que buscaban la unificación jurídica e institucional de la monarquía, con la supresión de fueros e instituciones de los territorios de la Corona de Aragón, que habían apoyado al archiduque Carlos de Austria. En cada territorio se estableció un capitán general como máxima autoridad frente a una Audiencia. Se crearon unas Cortes únicas para la monarquía, que perdían funciones generales, quedando relegadas a jurar al heredero. Solo se mantuvieron los fueros vascos y navarros, debido a su apoyo a Felipe V en la guerra. Se promulgó la Ley Sálica, de tradición francesa, que limitaba el acceso de la mujer al trono.
La administración fue reformada: los Consejos pasaron a un segundo plano, excepto el de Castilla; se crearon las Secretarías de Estado y Despacho, que ponían en práctica las decisiones reales; los territorios quedaron en manos de nuevos cargos, como los intendentes y los capitanes generales. Para solventar los problemas de Hacienda, Felipe V intentó extender los impuestos castellanos a los demás reinos. Al no ser posible, obligó a la Corona de Aragón a contribuir con un impuesto global denominado catastro (Cataluña), equivalente (Valencia), única contribución (Aragón) y talla (Baleares). Durante el reinado de Fernando VI, el marqués de la Ensenada intentó establecer en Castilla una única contribución, con un recuento detallado de propiedades y habitantes llamado Catastro de Ensenada, que fracasó debido a las protestas.
Reformas Económicas y Comerciales en la América Española
Durante el siglo XVIII, los Borbones emprendieron una política que buscaba el crecimiento y la transformación de la economía, con reformas administrativas para un mayor control, especialmente durante el reinado de Carlos III. Se añadieron dos nuevos virreinatos: Nueva Granada (Santa Fe de Bogotá) y Río de la Plata (Buenos Aires). Se creó un ejército regular americano, que inicialmente admitía criollos como oficiales, aunque más tarde se les prohibió. En 1764 se establecieron intendencias para sustituir gobernaciones y corregimientos, buscando un mayor control peninsular sobre las élites locales.
En cuanto a la política comercial, se intentaba una explotación económica de tipo colonial en América, con exportación de materias primas e importación de productos peninsulares. Se crearon compañías de comercio con privilegios para comerciar con ciertas regiones, compitiendo con ingleses y holandeses. Se estableció el sistema de navíos de registro, permitiendo a ciertos barcos comerciar al margen de la Flota de Indias. Se liberalizó el comercio con los Decretos de 1765 y 1778, autorizando el libre comercio directo de puertos peninsulares con americanos, lo que eliminó el monopolio del puerto de Cádiz y benefició a Cataluña, el puerto más grande y preparado del Mediterráneo para las mercancías del imperio colonial. Esto reanudó el comercio y la producción artesana para satisfacer la demanda de manufacturas en las colonias. Con Carlos III aumentó la presión fiscal sobre la población americana. El incremento del comercio demostró que América era un mercado excesivo para la escasa capacidad productiva de la industria peninsular.
La Ilustración y el Despotismo Ilustrado de Carlos III
En el siglo XVIII surgió una nueva corriente de pensamiento, la Ilustración, que llegó a España al ser difundida por Europa, y que constituyó la base intelectual de las reformas impulsadas por los Borbones. Sus características principales eran el empleo de la razón y el espíritu crítico, el fomento de la economía nacional, el desarrollo del conocimiento científico y la educación, y la búsqueda del progreso y la felicidad para los individuos.
Para cambiar la mentalidad social, se difundieron nuevas ideas mediante las Academias de origen francés (como la Real Academia Española, 1713-1714), nuevas instituciones de enseñanza superior para grupos privilegiados, las Sociedades Económicas de Amigos del País, que buscaban difundir nuevas teorías económicas y aplicar nuevas técnicas en agricultura e industria, y la prensa periódica (científica y literaria).
Durante el reinado de Carlos III (1759-1788) se aplicaron las reformas del despotismo ilustrado, que mantenía el poder absoluto de la monarquía y el ideal del rey filósofo que impulsaba reformas racionales en beneficio del pueblo (“todo para el pueblo, pero sin el pueblo”). Se rodeó de ministros ilustrados, como los italianos Grimaldi y Esquilache, y los reformistas españoles moderados Campomanes, Floridablanca o Jovellanos, que prepararon planes de reforma como el Memorial Ajustado de Campomanes y el Informe de la Ley Agraria de Jovellanos.
Las reformas más significativas fueron:
- La reforma de Madrid, que le valió a Carlos III el sobrenombre de “el mejor alcalde de Madrid”.
- La repoblación de zonas deshabitadas, como Sierra Morena.
- Obras hidráulicas para la mejora del regadío, como el Canal Imperial de Aragón y el Canal de Castilla.
- La mejora de la industria, con la creación de fábricas reales.
- La búsqueda de nuevos ingresos para la Hacienda pública, como los vales reales y el Banco de San Carlos.
- Frente a la Iglesia, se intensificó el regalismo, con medidas como la expulsión de los jesuitas en 1767.
Otros Eventos Históricos Relevantes
Conquista Romana de la Península Ibérica
- Segunda Guerra Púnica y ocupación del área ibérica (218-197 a.C.).
- Guerras celtíbero-lusitanas (154-133 a.C.).
- Guerras cántabro-astures (29-19 a.C.).
Reino Visigodo
- Unidad política de Leovigildo (569-586).
- Conversión al cristianismo de Recaredo en el III Concilio de Toledo (589).
- Unificación jurídica de Recesvinto (654).