Las Regencias y la Evolución Política en España (1833-1852)
Las Guerras Carlistas (1833-1840)
Tras la muerte de Fernando VII, se establece la sucesión en Isabel II, con tan solo 3 años de edad. María Cristina, su madre, asume la Regencia. Esta situación genera la oposición de los absolutistas, partidarios del hermano de Fernando VII, Don Carlos. Los carlistas, como se les conocía, eran principalmente grandes propietarios, restos de la nobleza, clero y parte del ejército. A ellos se unieron algunos campesinos y sectores populares de Cataluña y Aragón. Los catalanes y vascos, en particular, lucharon con la esperanza de recuperar sus leyes propias. El conflicto estalla y se prolonga durante toda la Regencia de María Cristina (1833-1840).
Fases de la Primera Guerra Carlista
- Organización de los ejércitos: Don Carlos se autoproclama rey de España (Carlos V). La estrategia carlista se basa en la organización del ejército y en tácticas de guerrilla por parte de los campesinos del norte. Surge la figura de Zumalacárregui, quien toma varias ciudades del País Vasco, pero fracasa en el asedio a Bilbao, donde pierde la vida.
- La guerra se extiende a nivel nacional: El general carlista Gómez recorre media España buscando partidarios, pero finalmente se retira.
- Final de la guerra: El carlismo se divide entre los apostólicos o intransigentes (sector más duro) y los marotistas (liderados por Maroto) o moderados. Maroto se rinde ante Espartero (general isabelino). La paz se sella con el Convenio de Vergara, también conocido como el Abrazo de Vergara, un acuerdo respetuoso con los carlistas. Carlos V abdica en su hijo, Carlos VI, y se exilia en Francia. Internacionalmente, la postura general era favorable a los liberales o isabelinos, mientras que la Santa Alianza apoyaba moralmente a Don Carlos.
Regencia de María Cristina y Evolución Política
Tras la muerte de Fernando VII, María Cristina es nombrada regente. Durante estos años, los moderados, liderados por Martínez de la Rosa y Cea Bermúdez, gobiernan el país. Su principal objetivo es dotar a España de un marco constitucional. Para ello, proponen el Estatuto Real de 1834, una carta otorgada que no admite el sufragio universal, no reconoce la soberanía nacional ni define los derechos individuales. Se establecen unas Cortes bicamerales: una Cámara Superior, formada por la alta jerarquía, y una Cámara Baja, elegida por sufragio censitario (solo el 1% de la población podía votar). El Estatuto Real es criticado por su carácter restrictivo.
Martínez de la Rosa es sustituido por el Conde de Toreno, quien debe ceder ante las demandas progresistas: libertad de imprenta, disolución de los conventos con menos de 12 miembros y disolución de la Compañía de Jesús. Las juntas provinciales, reunidas en Andújar, exigen una nueva ley electoral, la extinción del clero regular y el reclutamiento de 200.000 hombres para acabar con la guerra.
En este contexto, la regente nombra a Mendizábal (1835) jefe de Gobierno. Mendizábal, representante del sector liberal más progresista, tiene como objetivos: acabar con la guerra, definir el futuro del clero regular y fortalecer los derechos del pueblo. Aprueba una nueva ley electoral que no contempla el sufragio universal y suprime la Mesta (organización que controlaba el ganado en España). Sin embargo, Mendizábal pasará a la historia por ser el autor de la primera desamortización de los bienes eclesiásticos.
La Desamortización de Mendizábal
Se declaran extinguidos los conventos y colegios dependientes de la Iglesia, adjudicándose sus bienes al Estado para su posterior venta y así saldar la deuda pública. Se exceptúan los bienes institucionales declarados monumento nacional o dedicados a servicios públicos.
El proceso desamortizador se divide en dos fases:
- El Estado suprime el clero regular, exceptuando aquellos dedicados a la enseñanza.
- El Estado declara bienes nacionales las propiedades del clero secular, aunque los mantiene como administradores. A cambio, se compromete a pagar un sueldo al clero secular, compromiso que se recogerá en el Concordato de 1851 (tratados entre la Iglesia y el Estado).
El Gobierno pone a la venta estos bienes con dos objetivos:
- Conseguir fondos para finalizar la guerra.
- Resolver la crisis financiera.
La regente se opone al Gobierno de Mendizábal, encabezando la oposición a su propio gobierno. Mendizábal es destituido y le sucede Calatrava, quien forma un nuevo gobierno, pero, para sorpresa de la regente, incluye a Mendizábal como ministro de Hacienda, con lo que la desamortización continúa. Se intenta elaborar una Constitución que sea aceptada tanto por moderados como por progresistas.
Constitución de 1837
La Constitución de 1837 mantiene la soberanía nacional y los derechos de los ciudadanos. Conserva la división de poderes, con un poder legislativo bicameral, y otorga más atribuciones al rey. Se busca establecer en España un sistema parlamentario similar al francés. En 1840, la regente ignora el sistema de mayorías para elegir el gobierno. Un hecho determinante para su salida del trono es un proyecto de ley municipal que excluye a las clases medias del derecho a voto (sufragio censitario). Esto podría llevar a los progresistas a una revolución, ya que podrían perder el control de los ayuntamientos. Se produce una fuerte oposición a la regente, quien nombra a Espartero jefe de Gobierno para frenar el movimiento progresista. Espartero, como progresista, no actúa contra su bando y la regente abandona el trono.
Regencia de Espartero (1840-1843)
Espartero, héroe de la guerra carlista, inicia un gobierno inspirado en el progresismo y continúa con las reformas de Mendizábal. Se opone a la venta de los bienes del clero secular. Sin embargo, Espartero desarrolla una política personalista que choca con los progresistas, quienes comienzan a unirse en torno a otro líder. Su política antirreligiosa le granjea la oposición del ejército y la Iglesia. Los moderados se agrupan en torno a Narváez.
Esta etapa se caracteriza por un importante desarrollo económico a nivel industrial, textil, siderúrgico e inicios de la explotación del carbón. No obstante, Espartero se enfrenta a la burguesía catalana por la importación de productos ingleses. Prohíbe el asociacionismo obrero, lo que provoca un pronunciamiento moderado liderado por Narváez, que fracasa.
En 1842, la situación se agrava con una rebelión en Cataluña. Espartero ordena rodear Barcelona, lo que provoca la unión de otras ciudades en su contra. Este movimiento divide al progresismo, dando lugar al partido republicano. En 1843, se sofoca la rebelión y se prepara un pronunciamiento moderado. A Narváez se unen otros militares como Concha, Serrano y O’Donnell contra Espartero. Las tropas llegan a Madrid y Espartero se exilia en Inglaterra. Narváez desmantela el movimiento progresista e instaura una larga etapa de gobierno moderado en España, que coincide con la proclamación de Isabel II como reina.
Características de la Etapa Isabelina: La Década Moderada (1843-1854)
Isabel II sube al trono y la inestabilidad política se convierte en la principal característica de su reinado. Los partidos moderado y progresista se alternan en el poder, pero surge la Unión Liberal (una mezcla de moderados y progresistas), el carlismo y el partido demócrata (que surge del ala más izquierdista del progresismo). Una de las características de esta nueva etapa es la intervención de la reina en la política.
Se inicia la Década Moderada. Isabel II nombra a Olozaga como presidente (representante del progresismo), pero su mandato es breve y le sucede Narváez. Durante esta etapa, se desarma la Milicia Nacional, se autoriza el regreso de María Cristina y se frena la desamortización. En 1845, se aprueba una nueva Constitución, de carácter partidista, que representa los intereses de los moderados y no es aceptada por otras fuerzas políticas.
Constitución de 1845
- No se reconoce la soberanía nacional; el poder reside en el rey y en las Cortes.
- Se establece el sufragio censitario.
- Se incluye una amplia declaración de derechos, pero condicionados a una futura regulación.
- Se imponen restricciones religiosas.
- Se aumenta el poder del rey.
Esta Constitución es considerada limitada y restrictiva.
Otras Leyes y Reformas
- Ley de imprenta.
- Ley electoral.
- Ley de ayuntamientos.
- Impuesto de consumos (se pagaba por vender productos en proporción a la cantidad).
- Reformas educativas.
- Desarrollo económico.
- Aparición del ferrocarril.
En 1851, se firma el Concordato con la Iglesia, que acepta la desamortización a cambio de que el Estado mantenga al clero. Además, se otorga a la Iglesia un enorme poder, incluyendo el control de la enseñanza y la censura de libros. El régimen se va desarrollando, pero los moderados comienzan a dividirse. La oposición (progresistas y el ala izquierdista) ve la revolución como la única solución. En 1852, ante la presión, el gobierno intenta reformar la Constitución con el proyecto de reforma constitucional de Bravo Murillo.