1. Describe el concepto de “uníón dinástica” aplicado a Castilla y Aragón en tiempos de los RR.CC
El matrimonio de Isabel y Fernando, herederos de las Coronas de Castilla y de Aragón, en 1469, dio origen, al acceder ambos al trono (1474 y 1479), a una nueva entidad política: la monarquía hispánica.
Esta monarquía era una uníón dinástica de dos Coronas, en la que cada una de ellas siguió rigiéndose por sus leyes e instituciones.
Se conformó un Estado no unitario, integrado por territorios que solo tenían en común una misma monarquía (Castilla, Aragón, Cataluña y Valencia).
Las leyes y las instituciones de cada reino mantuvieron su autonomía, en las fronteras entre los reinos había que pagar tasas aduaneras y las leyes y disposiciones reales eran firmadas por representantes de ambas Coronas.
A pesar del aparente equilibrio, el mayor peso territorial, demográfico y económico de Castilla originó una creciente castellanización de la monarquía y un descenso del peso político de la Corona de Aragón.
2. Describe las carácterísticas del nuevo Estado de los Reyes Católicos
Los Reyes Católicos contribuyeron a la creación del Estado moderno en España, estableciendo una monarquía autoritaria, aunque las innovaciones fueron más importantes en Castilla que en Aragón, donde siguió dominando el espíritu de pacto que ya existía en la Edad Media entre el rey y sus súbditos
Una de las claves del fortalecimiento del poder monárquico fue la creación de un ejército permanente que no dependía de la aportación de soldados por parte de los nobles. De cara al exterior, las relaciones diplomáticas iban a recaer en un cuerpo de embajadores especializados en estos asuntos.
En Castilla se crearon una serie de instituciones para afirmar la autoridad real:
La Santa Hermandad, con funciones policiales, judiciales, militares y de recaudación de impuestos.
Los corregidores, elegidos por el rey, controlaban a los gobernantes de las ciudades e impartían justicia a nivel local.
El Consejo Real, donde la alta nobleza perdíó poder frente a personas con formación jurídica procedentes de la pequeña nobleza y de la burguésía, auxiliaba al rey en sus tareas de gobierno. Posteriormente se llamó Consejo de Castilla y se crearon otros Consejos, como el de Aragón o el de Indias.
Las Chancillerías de Valladolid y de Granada centralizaron la actividad judicial del norte y el sur de la Península. Fueron fundamentales para el control de la justicia por el rey.
En la Corona de Aragón se mantuvieron las instituciones tradicionales y un mayor peso de las Cortes. Una institución muy importante era el Justicia Mayor (o Justicia de Aragón), cuya misión era ejercer de árbitro entre la monarquía y sus súbditos. Se creó el cargo de lugarteniente (posteriormente llamado virrey), que ejercía el poder en nombre del rey
3. Explica la política de expansión hacia el Atlántico y el control del norte de África de los RR.CC
Desde principios del Siglo XV, Castilla, que se había asentado en las islas Canarias, competía con Portugal en su expansión por el Atlántico.
En 1479, tras la victoria de Isabel en la guerra de Sucesión castellana sobre los partidarios de Juana, casada con el rey de Portugal, se firmó el tratado de Alcaçovas: Portugal reconocíó la soberanía de Castilla sobre las islas Canarias, pero Castilla tuvo que renunciar a navegar al sur de dichas islas; Portugal se reservó además el derecho a conquistar el reino de Fez (Marruecos), donde ya poseían Ceuta, Tánger y otras plazas; la hija mayor de los Reyes Católicos, Isabel, contraería matrimonio con el heredero del trono de Portugal, con lo que se podría llegar algún día a la uníón de Portugal, Castilla y Aragón bajo el mismo monarca.
El acuerdo entre Portugal y Castilla se rompíó como consecuencia del descubrimiento de América en 1492. Apelando al Tratado de Alcaçobas, Portugal reclamó las tierras descubiertas por Colón. Los Reyes Católicos obtuvieron el apoyo del Papa Alejandro VI, que emitíó una serie de bulas (Inter Caetera y otras) en las que otorgaba a Isabel y Fernando, como reyes de Castilla, el derecho a conquistar las nuevas tierras y el monopolio del comercio con las mismas, así como la obligación de evangelizarlas. Portugal rechazó la decisión del Papa y consiguió que Isabel y Fernando aceptaran iniciar una negociación. En 1494 se firmó el Tratado de Tordesillas, que dividía el océano Atlántico por medio de una línea trazada 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde, quedando el hemisferio oriental para la Corona de Portugal y el hemisferio occidental para la Corona de Castilla (esto permitiría a los portugueses asentarse en Brasil).
En Tordesillas también se firmó un acuerdo sobre el norte de África, dividiendo el reino de Fez para futuras conquistas. Este acuerdo era muy importante para los Reyes Católicos, que en 1492 habían tomado Granada y pretendían seguir su expansión hacia el sur.
En 1496, con la conquista de Tenerife, las Canarias quedaban íntegramente en manos de Castilla.
En 1497 se ocupó Melilla, que era una posición muy importante desde la que se podría iniciar la conquista del norte de África. Pero tras la muerte de Isabel, en 1504, el esfuerzo militar se trasladó a Italia, que interesaba a la Corona de Aragón, y Fernando se conformó con ocupar una serie de plazas en el litoral africano con vistas a asegurarse el control del Mediterráneo occidental y la defensa de Nápoles: Peñón de Vélez de la Gomera, Orán, Bugía y Trípoli. La conquista de América también frenó el proyecto de expansión por el norte de África.
4. Explica la política exterior de los RR.CC
Cuando Isabel y Fernando se convirtieron en monarcas de Castilla y Aragón, la política exterior de ambas Coronas tenía objetivos muy diferentes: Aragón tenía intereses en el Mediterráneo, sobre todo en Italia (Nápoles, Sicilia, Cerdeña), donde competía con Francia, con quien también se disputaba la Cerdaña y el Rosellón, al norte de los Pirineos, así como el Reino de Navarra, que también deseaban anexionarse los castellanos.
La Corona de Castilla tenía la vista puesta en Navarra, en el reino nazarí de Granada y en la expansión por el Atlántico, donde competía con Portugal, que le llevaba ventaja, aunque los castellanos se habían asentado en las islas Canarias.
Los intereses de Aragón (sur de Francia e Italia) implicaban relaciones difíciles con Francia, que no había tenido problemas con Castilla hasta su uníón dinástica con Aragón; esa enemistad con Francia iba a orientar la política matrimonial de los Reyes Católicos: Isabel y, tras su muerte, María se casaron con el rey de Portugal; Juan con Margarita de Austria; Juana con Felipe de Austria; Catalina con Enrique VIII de Inglaterra. Los conflictos con Francia llegaron a la guerra por el dominio del reino de Nápoles, que fue anexionado a la Corona de Aragón en 1504.
Castilla competía en el océano Atlántico y en el norte de África con Portugal; sus disputas quedaron resueltas con los tratados de Alcaçovas (1479) y, tras el descubrimiento de América, Tordesillas (1494). Con respecto al Nuevo Mundo, los intereses portugueses y castellanos estarían separados por una línea de meridiano a 370 leguas al oeste de Cabo Verde (al este para Portugal y al oeste para Castilla); también en el norte de África hubo un reparto de zonas de influencia, a partir del cual Castilla ocupó varios enclaves, como Melilla, Orán o Trípoli.
Durante estos años, Isabel y Fernando contaron con el respaldo diplomático del papa Alejandro VI, quién además les concedíó el título de Reyes Católicos.
5. Explica la expansión territorial bajo los RR.CC. (incluye Granada y Navarra)
Por medio de la diplomacia y de la guerra, los Reyes Católicos consiguieron:
Unir los territorios que forman España, incorporando los reinos de Granada y Navarra, así como las islas del archipiélago canario que todavía no habían sido conquistadas y Melilla (Ceuta pertenecíó a Portugal hasta el reinado de Felipe II).
Iniciar la conquista y colonización de América.
Reafirmar la presencia española en Italia (Sicilia, Cerdeña y Nápoles), una presencia que se prolongó hasta el Tratado de Utrecht de 1713.
Recuperar los condados del Rosellón y la Cerdaña, al norte de los Pirineos, devueltos a Francia en la Paz de los Pirineos (1659).
Ocupar algunos enclaves en el norte de África: Melilla y el Peñón de Vélez de la Gomera siguen perteneciendo a España. Bugía y Trípoli pasaron pronto al Imperio otomano, mientras que Orán estuvo bajo soberanía española hasta el Siglo XVIII.
6. ¿Por qué es (fue) importante en el mundo la toma de Granada por los RR.CC?
La toma de Granada fue seguida con expectación en España y en toda Europa. Fue una inyección de optimismo para la cristiandad después de la conmoción que supuso la toma de Constantinopla por los turcos en 1453. Una oleada de entusiasmo recorríó el continente, inspirando celebraciones y obras en honor de los monarcas que ensanchaban el mundo cristiano; ya en el carnaval de Florencia de 1492 se presentaron obras y poemas dedicados a este acontecimiento. El papa Inocencio VIII felicitó a los monarcas y su sucesor, Alejandro VI, les otorgó el título de Reyes Católicos.
Pero la toma de Granada tuvo también una consecuencia indirecta de enorme trascendencia histórica: el descubrimiento de América. ¿Qué relación hubo entre ambos acontecimientos? Cristóbal Colón llevaba algunos años ofreciendo su proyecto (llegar a las Indias navegando hacia el oeste), primero al rey de Portugal, país que estaba financiando expediciones para alcanzar el extremo sur de África y navegar desde allí hacia el este, a las islas de las Especias, y luego a Isabel I, dado que los castellanos también estaban interesados en la exploración del Atlántico. Pero el proyecto no acababa de ser aceptado: algunos lo consideraban costoso y poco fiable, además Colón exigía demasiado en cuanto a títulos, derechos y ganancias sobre las tierras que se descubrieran. Sin embargo, tras la toma de Granada, Isabel recibíó a Colón en Santa Fe,
donde, aprovechando el éxtasis religioso de los reyes, el navegante ligó su empresa con la cristianización de las tierras que descubriera. Finalmente, el proyecto de Colón fue aprobado y se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, que otorgaban a Colón los títulos de Almirante de la Mar Oceana y Virrey y Gobernador General de las tierras que se descubrieran. El 12 de Octubre de 1492 Colón llegaba a América.
7. Explica la política de unidad religiosa de los RR.CC
Castilla y Aragón presentaban un gran pluralismo religioso, pero la tolerancia hacia los judíos y los mudéjares había ido disminuyendo a medida que avanzaba la Reconquista. Finalmente, los Reyes Católicos encontraron en la imposición de la fe católica el mecanismo para integrar y unificar a la totalidad de los habitantes de sus reinos. La denominación de Reyes Católicos (otorgada por el Papa Alejandro VI en 1496) deriva de su empeño en preservar y difundir el catolicismo, persiguiendo de forma sistemática a quienes pertenecían a otras creencias.
El instrumento central para imponer la ortodoxia católica fue el Tribunal de la Santa Inquisición (1478). Creada en el Siglo XIII, la Inquisición no había actuado en Castilla y se encontraba en decadencia, pero los Reyes Católicos la convirtieron en un instrumento de control ideológico y de unidad religiosa.
Una de las primeras decisiones en defensa de la unidad religiosa fue la expulsión de los judíos que no aceptaran convertirse al catolicismo (1492). Los que permanecieron en España (judeoconversos) y sus descendientes fueron acosados por la Inquisición, bajo la acusación de seguir practicando el judaísmo a escondidas, y discriminados por su origen con el concepto de “limpieza de sangre”, que contrapónía a los cristianos nuevos (descendientes de judíos) con los cristianos viejos (esta discriminación no era aceptada por todos y sus efectos legales fueron desiguales).
Los mudéjares habían ido siendo segregados y sometidos a cuantiosos impuestos en los territorios cristianos, pero en las Capitulaciones de Santa Fe (1491), los Reyes Católicos ofrecieron unas ventajosas condiciones a los musulmanes granadinos. Sin embargo, con la llegada a Granada del cardenal Cisneros (arzobispo de Toledo e inquisidor),
la situación cambió y en 1502 los musulmanes de la Corona de Castilla fueron obligados a convertirse al catolicismo o marcharse (en la Corona de Aragón fue en 1525). La mayoría optó por quedarse (se les llamó moriscos), pero al ser muy numerosos en algunas zonas, su forma de vida apenas cambió, por lo que comenzó una presión social y legal sobre ellos para que abandonaran su lengua, sus vestimentas y sus tradiciones, que recordaban a su pasado como musulmanes, hasta que en 1609 Felipe III decretó su expulsión.
8. Indica en qué territorios se asentaba la monarquía española en el reinado de Carlos I y qué pasó tras su muerte
Carlos I (1516-1555) recibíó una inmensa herencia territorial de sus abuelos:
Isabel la Católica: la Corona de Castilla, que incluía la mayor parte de la península Ibérica, las islas Canarias, las plazas del norte de África (Melilla …) y los territorios descubiertos en América.
Fernando el Católico: la Corona de Aragón, que, además de los territorios peninsulares y las islas Baleares, poseía territorios que hoy son de Italia (Nápoles, Cerdeña y Sicilia) y de Francia (condados de la Cerdaña y el Rosellón).
María de Borgoña: los Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo y el Franco Condado (de Francia).
Maximiliano de Austria: los dominios de los Habsburgo (archiducado de Austria).(También el título de emperador del Sacro Imperio)
Durante su reinado, los territorios de la Monarquía Hispánica se ampliaron:
En América, Hernán Cortés y Francisco Pizarro conquistaron los imperios azteca e inca, incorporando muchas tierras y población al Imperio.
En Italia, Tras la victoria en la batalla de Pavía sobre Francisco I de Francia, el Milanesado quedó bajo dominio español, aunque su anexión no fue confirmada hasta la firma de la Paz de Cateau-Cambresis en 1559, ya bajo Felipe II.
9. Explica las carácterísticas de la política exterior de Carlos I
Carlos I recibíó una inmensa herencia territorial de sus abuelos y en 1519 fue nombrado emperador del Sacro Imperio, con el nombre de Carlos V. Consideró que tenía una gran misión histórica: afirmar la supremacía de la autoridad imperial sobre todos los reyes de la cristiandad y asumir la defensa del catolicismo, es decir, instaurar la monarquía católica universal. Para alcanzar este ideal universalista, Carlos I se vio envuelto en continuas guerras y pasó mucho tiempo fuera de España, participando personalmente en algunas de las principales batallas.
En Alemania, la predicación de Lutero llevó a la división entre católicos y protestantes. Algunos príncipes protestantes apoyaron a Lutero y se enfrentaron al emperador, comenzando así las guerras de religión (siglos XVI-XVII). Carlos V fracasó: en 1555 se firmó la Paz de Augsburgo, por la que los príncipes protestantes obténían el derecho a imponer su religión en sus territorios.
Vencíó a Francisco I de Francia, que aspiraba al título imperial y al dominio de Italia. Tras la batalla de Pavía (1525), el Milanesado quedó en manos de la Monarquía Hispánica.
Se enfrentó con el papa Clemente VII, que se había aliado con los franceses, lo que dio lugar al saqueo de Roma (1527). Tras reconciliarse con el papa, Carlos impulsó la convocatoria del Concilio de Trento, que debía reunir de nuevo a todos los cristianos, pero que significó la división definitiva y el comienzo de la Contrarreforma.
Afrontó el peligro que representaba la expansión del Imperio turco en el continente y en el norte de África (participó personalmente en la defensa de Viena y en la conquista de Túnez), donde la presencia española retrocedíó (se perdieron Argel, Trípoli y Bugía).
10. Explica las carácterísticas de la política exterior de Felipe II
A diferencia de su padre, que viajó constantemente para mostrarse ante sus súbditos y participar en distintas guerras, Felipe II (1556-98) salíó poco de España. Establecíó la capital en Madrid y mandó construir El Escorial. Desde su despacho se ocupaba de todos los asuntos que afectaban a su inmenso Imperio. Esto implicó una españolización de la Monarquía Hispánica, o incluso una castellanización.
Felipe II fue un firme defensor del catolicismo y mantuvo la política y los enemigos de su padre en Europa, aunque la división de la herencia de Carlos I facilitó su política internacional, ya que España quedaba libre de las responsabilidades imperiales. Por otra parte, al morir sin descendencia el rey de Portugal (1580), Felipe II ascendíó al trono de este reino, que tenía un gran Imperio ultramarino.
Los conflictos con Francia continuaron hasta la victoria de los tercios españoles en la batalla de
San Quintín (1557) y la firma de la Paz de Cateau-Cambresis (1559). En las guerras de religión que se produjeron en Francia, Felipe II apoyó a los católicos frente a los hugonotes (protestantes calvinistas).
Los otomanos, bajo el mando de Solimán el Magnífico, amenazaban todo el Mediterráneo tras apoderarse de Chipre y Túnez. Con el objetivo de frenar su avance se formó la Santa Liga, una coalición formada por la Monarquía Hispánica, los Estados Pontificios, la República de Venecia y otros Estados cristianos. La victoria de la flota cristiana en la batalla de Lepanto (1571) hizo que disminuyera el peligro de un ataque turco a Italia o a la península Ibérica.
El mayor problema con el que se encontró Felipe II fue la rebelión de los Países Bajos Españoles (Flandes). Carlos I, nacido en Gante, había sido aceptado con naturalidad como monarca en 1516, pero Felipe II aparecía como un monarca extranjero que cobraba múltiples impuestos que beneficiaban a España; además, el calvinismo (una de las doctrinas del protestantismo) se había difundido en el norte, cuyos habitantes demandaban libertad religiosa, algo que Felipe II no podía tolerar. La rebelión estalló en 1568,
Felipe II envió al duque de Alba para reprimirla y la dureza con que éste trató a los rebeldes hizo que el conflicto se agravara aún más. Los intereses españoles se vieron favorecidos por la persecución que los calvinistas desataron contra los católicos, lo que condujo a que las provincias del sur formasen la Uníón de Arrás y reconociesen la autoridad de Felipe II, a lo que las provincias del norte respondieron creando la Uníón de Utrecht y proclamando la independencia de la República de los Siete Países Bajos Unidos (Holanda, Zelanda, Utrecht, etc.). La guerra se prolongó, con alguna tregua, hasta 1648, cuando, en el contexto de la Paz de Westfalia, que ponía fin a la guerra de los Treinta Años, España firmó el Tratado de Münster, que reconocía la independencia de las Provincias Unidas.
En Inglaterra, que se había unido a la Reforma protestante (anglicanismo), la reina Isabel I apoyó a los rebeldes flamencos y protegíó a los corsarios que atacaban los barcos y los puertos españoles (como el ataque de Francis Drake a Cádiz en 1587). Felipe II decidíó enfrentarse a Inglaterra y en 1588 preparó una gran flota, la Armada Invencible, pero fracasó.
11. Describe las carácterísticas de la hegemonía española en el mundo
En el Siglo XVI, con Carlos I y Felipe II, la Monarquía Hispánica fue la potencia hegemónica en Europa y en el mundo como consecuencia de la herencia que recibieron y de los nuevos territorios que se incorporaron a la Monarquía durante sus reinados, especialmente en América.
Su política estuvo muy vinculada a la defensa del catolicismo: Carlos I tuvo como ideal la creación de un Imperio universal cristiano y Felipe II identificó a España y a su Imperio con la Contrarreforma.
Esta defensa del catolicismo los llevó al enfrentamiento con los protestantes (príncipes alemanes, Inglaterra, Provincias Unidas) y con el Imperio otomano (musulmán), pero otro gran enemigo de la Monarquía Hispánica fue un país católico, Francia, que se alió en ocasiones con los protestantes o con los turcos, anteponiendo sus intereses políticos a las afinidades religiosas.
La hegemonía española se plasmó a través de diferentes manifestaciones, desde las más puramente simbólicas, como la preeminencia de sus embajadores en la corte pontificia, hasta las físicas, cuyo máximo exponente era el control directo de un gran número de Estados. Los instrumentos empleados para alcanzar los objetivos políticos de la Monarquía fueron diversos: la guerra, la diplomacia, la creación de una red de espionaje, la política matrimonial, la concesión de privilegios comerciales a compañías extranjeras, etc.
La ambiciosa política exterior de Carlos I y Felipe II se financió en gran medida con los metales preciosos que llegaban de América, sobre todo la plata. Pero el enorme esfuerzo económico y humano que supónía el Imperio no se pudo mantener en el Siglo XVII, lo que ocasiónó la decadencia de la Monarquía Hispánica.
12. Conflictos políticos más relevantes de los Austrias Mayores (Siglo XVI) en la p. Ibérica
Poco después de que Carlos I se convirtiera en rey de Castilla y Aragón se produjeron las rebeliones de las Comunidades de Castilla (1520-22) y de las Germánías de Valencia (1519-1521).
Las Comunidades de Castilla. ¿Cómo empezó la rebelión? Algunas ciudades castellanas (Toledo, Segovia, Ávila, etc.) se sublevaron contra el monarca, expulsaron a los corregidores y constituyeron un gobierno (comuna). ¿Por qué sucedíó esto? Se acusaba al rey de haber convocado las Cortes dos veces solo para exigir dinero con el que financiar su acceso a la corona imperial, además de haber permitido a sus consejeros flamencos quedarse con los cargos importantes y llevarse todas las riquezas que pudieron conseguir. ¿Cómo evoluciónó el conflicto? Los rebeldes formaron una Junta en Ávila y ofrecieron el poder a Juana (la madre del rey), pero ésta no quiso aceptar; querían recuperar la autonomía y la influencia en las Cortes que habían tenido las ciudades y demandaban la protección de la industria castellana prohibiendo la exportación de la lana en bruto. ¿Cómo acabó la rebelión? La aristocracia, temerosa del carácter de revuelta social que iba tomando el movimiento, apoyó militarmente al monarca y los comuneros fueron derrotados en la batalla de Villalar (1521), donde fueron ejecutados sus principales dirigentes (Bravo, Padilla y Maldonado). María Pacheco, esposa de Juan de Padilla, defendíó Toledo hasta comienzos de 1522.
Las Germánías (hermandades formadas por los gremios en Valencia y Mallorca en el Siglo XV). ¿Cómo empezó la rebelión? Aprovechando la huida de las autoridades municipales de Valencia por temor a la peste y a los ataques berberiscos, los agermanados (miembros de la burguésía, artesanos) se hicieron con el control de la ciudad. ¿Por qué se produjo? Los artesanos querían tener el derecho a participar en el gobierno municipal y denunciaban los abusos que los nobles cometían impunemente. ¿Cómo evoluciónó el conflicto? La rebelión se extendíó a otras ciudades y a las zonas rurales, donde los campesinos protestaban contra el régimen señorial, atacando a los nobles y sus vasallos mudéjares. ¿Cómo acabó la rebelión? La nobleza se alió con el monarca y derrotaron militarmente a los rebeldes.
Felipe II también tuvo que enfrentarse a una rebelión armada, la de los moriscos de las Alpujarras en 1568, dirigida por Aben Humeya. ¿Por qué se produjo? Tras su conversión forzosa en 1502, la situación de los moriscos era difícil y se agravó por el miedo a que sirvieran de apoyo a una invasión turca; en 1566, un decreto real prohibíó a los moriscos el uso de su lengua, su forma de vestir y sus tradiciones, los moriscos intentaron negociar, pero la Corona se negó y estalló la rebelión. ¿Cómo se desarrolló el conflicto? Felipe II envió un poderoso ejército al mando de don Juan de Austria, que vencíó a los moriscos y llevó a cabo una dura represión. ¿Qué consecuencias tuvo la rebelión? Para evitar que se repitiera la rebelión, la mitad de los moriscos granadinos fueron dispersados por todo el Reino de Castilla y sus propiedades repartidas entre los repobladores que llegaban desde otros lugares. En 1609, ya bajo Felipe III, los moriscos fueron expulsados de Castilla y de Aragón.
Durante el reinado de Felipe II hubo otros problemas internos:
– Surgieron focos de protestantismo que fueron perseguidos y liquidados por medio de la Inquisición.
– El hijo mayor del rey, don Carlos, fue detenido por orden de su padre y murió en extrañas circunstancias, lo que fue utilizado por la propaganda de los enemigos del monarca (en estos momentos surgía en Europa la leyenda negra de la Monarquía Hispánica).
– Antonio Pérez, secretario del rey acusado de traición, huyó a Zaragoza y pidió protección al Justicia de Aragón, Juan de Lanuza. Éste se negó a entregarlo acogíéndose a las leyes aragonesas. Felipe II acusó entonces de herejía a Antonio Pérez para que lo juzgase la Inquisición, pero Lanuza se opuso también. Felipe II, violando los fueros de Aragón, envió un ejército que acabó con la revuelta. El Justicia de Aragón fue ejecutado, pero Antonio Pérez pudo huir a Francia.
15. Explica en qué consiste la figura del valido y la importancia que tuvieron en el Siglo XVII
(Describe la práctica del valimiento y sus efectos en la crisis de la monarquía)
La principal innovación en el funcionamiento del sistema político de la monarquía española en el Siglo XVII fueron los validos. El valido, privado o favorito, era un aristócrata de la máxima confianza del rey que, sin tener cargo oficial, actuaba como un primer ministro y tomaba decisiones sobre asuntos que correspondían al rey.
El valimiento (el gobierno de los validos) se explica por dos motivos: las labores de gobierno eran cada vez más complejas y los monarcas españoles del Siglo XVII, los Austrias Menores, no tuvieron la talla política de Carlos I y Felipe II. Pero también hay que aclarar que no fue un fenómeno exclusivamente español, como demuestra la figura del cardenal Richelieu en la Francia de Luis XIII.
Como consecuencia del valimiento, aumentó la corrupción (los validos aprovecharon su poder para conseguir cargos y otros beneficios para sus familiares y partidarios) y se descuidaron los intereses de la Monarquía, que quedaron subordinados a los intereses de los validos. Estos aspectos negativos del valimiento ya fueron percibidos en su época, como se observa en las críticas que recibíó desde distintos sectores, como letrados1 de los Consejos2 o pensadores y escritores, como, por ejemplo, Quevedo.
Los validos más renombrados fueron el duque de Lerma, con Felipe III, y el conde-duque de Olivares, con Felipe IV, aunque este último intentó llevar a cabo una serie de reformas para fortalecer a la Monarquía que fracasaron. Carlos II cambió varias veces de valido (Nithard, Valenzuela, etc.).
1. Letrados: personas que habían estudiado leyes
2. Consejos: órganos de gobierno de la Monarquía, como el Consejo de Castilla o el Consejo de Indias
Los Reyes Católicos habían apartado a la alta nobleza del gobierno, sustituyéndola en los Consejos por personas de la pequeña nobleza o de la burguésía formadas en el conocimiento de las leyes, pero ahora la alta nobleza recuperaba poder. Mientras que en Francia fracasaba la reacción nobiliaria y se acrecentaba el poder del monarca, en España la aristocracia recuperaba su influencia en el gobierno.
16. Explica los principales proyectos de reforma del conde-duque de Olivares
El conde-duque de Olivares fue el valido de Felipe IV entre 1622 y 1643. Su valimiento, por lo tanto, hay que encuadrarlo en el contexto de la guerra de los Treinta Años (1618-1648).
Olivares era consciente de que, si España quería mantener su hegemonía en Europa, lo que iba a constituir su objetivo principal, tenía que llevar a cabo reformas políticas, económicas y sociales.
En cuanto llegó al poder adoptó medidas contra la corrupción, contra la despoblación o para adaptar la enseñanza a las nuevas necesidades del Estado, aunque sus resultados fueron nulos.
Tampoco tuvo éxito en su intento de resolver los problemas financieros de la Monarquía, que dependía de banqueros extranjeros, en su mayoría genoveses: en 1622 propuso la creación de unas cajas municipales de depósitos (erarios) que tendrían el monopolio del crédito en España, pero el proyecto fracasó porque se necesitaba un capital fundacional que debía ser aportado por los súbditos cuya fortuna superase los 2000 ducados y éstos se opusieron.
En 1624, el conde-duque presentó al rey su programa político, el Gran Memorial, en el cual, considerando que la autoridad y la reputación (la hegemonía en Europa) de la Monarquía se habían deteriorado, sugería la necesidad de que se unificaran los distintos reinos que compónían la Monarquía Hispánica:
“hay que reducir estos reinos de que se compone España al estilo y las leyes de Castilla”; Felipe IV debía ser rey de España, y no rey de Castilla, de Aragón, conde de Barcelona, etc. Esta propuesta chocaba con el funcionamiento de la Monarquía desde sus orígenes con los Reyes Católicos y difícilmente sería aceptada en la Corona de Aragón ni en el resto de los territorios no castellanos.
En 1625, ante la necesidad de contar con fondos para afrontar los gastos de la guerra, Olivares planteó la Uníón de Armas, que consistía en la creación de un ejército permanente de 140.000 hombres reclutado y sostenido por todos los reinos de la monarquía en proporción a su población y riqueza. Se pretendía con ello distribuir el coste humano y económico de las guerras entre todos los territorios de la Monarquía, descargando a Castilla de un peso que llevaba prácticamente en solitario. La Uníón de Armas fracasó por la oposición de las Cortes de la Corona de Aragón, especialmente las de Cataluña.
Las rebeliones de Cataluña y Portugal en 1640 provocaron la caída del conde-duque en 1643, tras conocerse la derrota española en la batalla de Rocroi. Tres factores habían contribuido al fracaso de las reformas de Olivares: la situación económica, el egoísmo de las oligarquías y los métodos autoritarios del conde-duque.
17. Analiza las causas de la guerra de los Treinta Años y sus consecuencias para la Monarquía Hispánica y para Europa. (páginas 72-73)
– Cronología: 1618-1648
-Conflicto religioso (protestantes contra católicos), pero también político (contra la hegemonía política de los Habsburgo en Europa, por eso Francia se alió con los protestantes).
– Comienzo de la guerra: rebelión de los protestantes contra el emperador en Bohemia.
– Desarrollo de la guerra: Felipe IV apoyó al emperador, Dinamarca y Suecia ayudaron a los protestantes; la guerra se reanudó en los Países Bajos tras el final de la Tregua de los Doce Años; Francia intervino a favor de los protestantes. En 1640 estallaron las rebeliones de Cataluña y Portugal. En 1643 los tercios españoles fueron derrotados en la batalla de Rocroi.
– 1648: Paz de Westfalia. Establecíó un nuevo orden europeo basado en la soberanía de los Estados frente a las pretensiones universalistas del Imperio. España reconocíó la independencia de las Provincias Unidas.
– La guerra entre España y Francia siguió hasta 1659, cuando se firmó la Paz de los Pirineos, por la cual España perdía el Rosellón y la Cerdaña. De este modo se confirmaba el traspaso de la hegemonía europea de España a Francia (Luis XIV).
18. Compara y comenta las rebeliones de Cataluña y Portugal de 1640. (página 73)
– Origen de la crisis de 1640:
El reinado de Felipe IV atravesó por un momento crítico a partir de 1640 con el desencadenamiento de numerosas protestas y rebeliones en diferentes partes de la monarquía (Andalucía, Nápoles, etc.) que fueron motivadas por el descontento de distintos sectores hacia la política del conde-duque de Olivares. Las clases populares denunciaban su agotamiento económico y la presión fiscal que sufrían; la alta nobleza se quejaba del autoritarismo del valido; los territorios periféricos (Portugal, Cataluña, etc.) rechazaban las pretensiones centralizadoras de Olivares. Las dos rebeliones más importantes fueron las de Cataluña y Portugal.
– Rebelión de Cataluña (1640-1652)
¿Cómo se inició? A pesar de la oposición de la Cortes catalanas a la Uníón de Armas, Olivares obligó a los catalanes a alojar a los soldados que iban a luchar contra Francia en la frontera pirenaica y a financiar los gastos de este ejército. Este hecho, unido a los desmanes cometidos por los soldados contra la población, provocó la rebelión, que culminó con la entrada de los segadores en Barcelona el día del Corpus Christi y el asesinato del virrey y de otros representantes de la Corona (Corpus de Sangre).
Desarrollo del conflicto. La rebelión catalana contra la política de Olivares derivó en una revuelta popular. Las autoridades catalanas consiguieron el apoyo militar de Francia tras nombrar conde de Barcelona a Luis XIII, con lo que la soberanía del Principado pasaba del monarca español al francés. Cataluña se convirtió durante diez años en uno de los escenarios de la guerra entre Francia y España.
¿Cómo terminó? La destrucción ocasionada por la guerra, una epidemia de peste y la evidencia de que Francia no tenía intención de respetar los fueros catalanes, provocaron el descontento de la población y favorecieron la reconquista del territorio por las tropas de Felipe IV, que tomaron Barcelona en 1652, con la promesa por parte del monarca de mantener las instituciones y las libertades del Principado.
– Rebelión e independencia de Portugal (1640-1668)
¿Por qué y cómo se inició? Amplios sectores de la sociedad portuguesa consideraban que su incorporación a la Monarquía Hispánica les había traído más inconvenientes que ventajas, sobre todo porque los holandeses y los ingleses, en guerra con España, atacaban las colonias portuguesas y les causaban pérdidas en sus actividades comerciales. El aumento de los impuestos y la crisis económica generaron un clima de tensión y revueltas populares en los años treinta; en 1640, el intento de reclutar tropas para sofocar la rebelión catalana propició que los sectores que aspiraban a la independencia organizaran la rebelión, nombrando rey al duque de Braganza, Juan IV.
Desarrollo del conflicto. La Guerra de la Restauración Portuguesa consistíó principalmente en escaramuzas fronterizas, solo hubo algunas batallas de cierta importancia en los veintiocho años que duró el conflicto. El motivo de la baja intensidad de esta guerra (que tuvo, a pesar de ello, episodios de gran crueldad) fue la debilidad de la Monarquía Hispánica y el apoyo que los portugueses recibieron de Inglaterra y de Francia.
¿Cómo concluyó el conflicto? Tras la Paz de los Pirineos (1659), Felipe IV hizo un último esfuerzo militar, pero los portugueses, con la ayuda de tropas británicas, derrotaron a los españoles. En 1668, muerto ya Felipe IV, se firmó el Tratado de Lisboa, por el que se reconocía la independencia de Portugal. La ciudad de Ceuta, sin embargo, permanecíó bajo soberanía española.
Las rebeliones de 1640 provocaron la caída del conde-duque de Olivares en 1643, pero esto no impidió que la decadencia de la Monarquía Hispánica siguiese su curso.
Siglo XV
1469.- Matrimonio de Isabel y Fernando, herederos de Castilla y de Aragón
1479-1516.- Reinado de los Reyes Católicos (desde su acceso al trono hasta la muerte de Fernando)
1492.- Toma de Granada
Expulsión de los judíos
Descubrimiento de América
Siglo XVI
1516-1556.- Reinado de Carlos I
1519.- Elección de Carlos V como emperador del Sacro Imperio
1519-1522.- Conquista del Imperio azteca por Hernán Cortés
1519-1521.- Rebelión de las Germánías
1520-1522.- Rebelión de las Comunidades de Castilla (los Comuneros)
1525.- Victoria sobre Francia en la batalla de Pavía
1531-1533.- Conquista del Imperio inca por Francisco Pizarro
1555.- Paz de Augsburgo que pone fin a la guerra entre el emperador y los príncipes protestantes
1556-1598.- Reinado de Felipe II
1557.- Victoria sobre Francia en la batalla de San Quintín
1571.- Victoria sobre los turcos en la batalla de Lepanto
1588.- Derrota de la Armada Invencible
Siglo XVII
1598-1621.- Reinado de Felipe III
1609.- Expulsión de los moriscos
1621-1665.- Reinado de Felipe IV
1618-1648.- Guerra de los Treinta Años
1648.- Paz de Westfalia
1640.- Rebelión de Cataluña y Portugal
1643.- Derrota ante Francia en la batalla de Rocroi
1665-1700.- Reinado de Carlos II
Siglo XVIII
1700-1746.- Reinado de Felipe V
1701-1714.- Guerra de Sucesión
1704.- Toma de Gibraltar por los británicos y los holandeses
1713.- Tratado de Utrecht
1746-1759.- Reinado de Fernando VI
1759-1788.- Reinado de Carlos III