Relaciones internacionales y evolución del régimen

EXPLICA LAS RELACIONES EXTERIORES, LA EVOLUCIÓN POLÍTICA Y LA SITUACIÓN ECONÓMICA DE ESPAÑA DESDE FINALES DE LA Guerra Civil HASTA 1959.

Al inicio de la Segunda Guerra Mundial, aunque el gobierno de Franco declaró la neutralidad, mostraba sus simpatías hacia las potencias del Eje, que le habían ayudado durante la Guerra Civil.

Tras la victoria alemana sobre Francia (Junio 1940), Alemania e Italia sondearon las posibilidades de integrar a España en el conflicto y Franco se entrevistó con Hitler  y con Mussolini. Los falangistas eran  partidarios de entrar en la guerra, mientras que otros sectores se mostraban contrarios, como los empresarios, la Iglesia, los monárquicos y una parte de los militares. Se decidíó que fuesen voluntarios españoles a apoyar a las tropas alemanas (División Azul)
, además de 10.000 españoles.

España exportaba clandestinamente wolframio a Alemania, un mineral estratégico que era vital para la industria de la guerra. Como represalia EEUU embargó el envío de petróleo a España a finales de 1943, lo que provocó tensiones y graves problemas para la economía española.

En Octubre de 1943, la guerra comenzó a ser claramente desfavorable para las potencias fascistas. Los gobiernos británicos y americanos presionaron al régimen de Franco para que se distanciara de los países del Eje. Franco retiró y disolvíó la División Azul y volvíó al estatus de estricta neutralidad de España.

La definitiva derrota de los Estados fascistas en 1945 puso al régimen de Franco en jaque ante el temor de que los aliados pudiesen exigir su fin.

La posguerra mundial supuso para el franquismo una etapa de aislamiento y rechazo internacionales. La hostilidad de las democracias occidentales se puso de manifiestos a lo lardo de 1945 y 1946, cuando las recién creadas Naciones Unidas condenaron el régimen de Franco.

Francia cerró las fronteras y la ONU recomendó la retirada de los embajadores de Madrid. Pero Franco y los grupos que lo apoyaban mantuvieron el propósito de perpetuarse en el poder y presentaron la condena internacional como una maniobra extrajera para desprestigiar al régimen y llevar a los españoles a una nueva Guerra Civil.

La persistencia del franquismo tuvo un enorme coste económico y político. España apenas recibíó ayuda económica, no pudo beneficiarse del  Plan Marshall (1947) y fue excluida de la OTAN

A partir de 1947, la configuración de la URSS y EEUU y el inicio de la Guerra Fría, alteraron la situación internacional. Era más importante para los países aliados contar con un buen aliado que luchase contra el comunismo que presionar al sistema franquista para lograr la democratización. Poco a poco se aceptó internacionalmente al régimen. EEUU se negó a imponer más sanciones económicas al franquismo.

En 1950 se eliminaba la resolución de retirada de embajadores de España

En 1953 se firman los acuerdos con EEUU y el establecimiento del Concordato con la Santa Sede, que afianzaba aún más la alianza con la Iglesia, al reconocérsele a ésta un estatus de privilegio.

Periodo de reconstrucción y autarquía (1939-1959)


La evolución de la economía durante la dictadura de Franco estuvo marcada por acontecimientos exteriores y por la propia ideología del régimen. El franquismo supuso una transformación total de las estructuras económicas y sociales;
De ser un país subdesarrollado y agrario, España pasó a ser un país desarrollado.

Al terminar la Guerra Civil la mayor parte de las infraestructuras estaban destruidas, la industria sin repuestos y con unos índices de producción muy alejados de los de los años anteriores. El estallido de la II Guerra Mundial impidió la importación de alimentos y maquinaria.

Durante este período (1939-1950) se intentó llevar a cabo una política económica de autarquía.
El régimen manténía la mentalidad de economía de guerra y pretendía mediante el intervencionismo estatal un control completo sobre la economía. Sin embargo para la economía española ese intento era inviable al carecer de materias primas imprescindibles (petróleo)
Y de una industria capaz de abastecer sus necesidades.

En la agricultura se devolvieron las tierras expropiadas por la República y se propuso un plan de mejora que no incluía la redistribución de la propiedad. Se llevó a cabo la extensión del regadío y la ocupación de tierras marginales. Para intentar controlar la producción y los precios se formó el Servicio Nacional del Trigo.

El mantenimiento de técnicas tradicionales y las situaciones meteorológicas originaron una insuficiente producción de alimentos. Se establecieron cartillas de racionamiento para casi todos los productos básicos. El intento de controlar los precios dio lugar a la aparición de un mercado negro (estraperlo)
Y a multitud de corrupciones burocráticas. Sólo la Argentina de Perón, rompiendo el bloqueo económico y diplomático, firmó un acuerdo para suministrar a España alimentos.

En industria se llevó a cabo una política proteccionista y se creó el Instituto Nacional de Industria, con la misión de crear las industrias básicas necesarias para el desarrollo del país.

La extremada regulación de todo el proceso productivo aumentó la burocracia e impidió la flexibilidad de la producción.

La política comercial estuvo también marcada por una regulación que frenó la integración económica española en la europea. En 1950 el comercio con otros países representaba únicamente un 5% del PIB, hoy representa el 35%.          

El aumento de los gastos públicos muy por encima del crecimiento del PIB originó una inflación muy acusada.
 La oposición de los grupos políticos afines al Movimiento a una reforma de los impuestos directos, impidió el saneamiento de la Hacienda. En 1950 el Estado estaba prácticamente en bancarrota.

La política social en los años de la posguerra está marcada por un lado por la desarticulación de los sindicatos socialistas y anarquistas y la represión que situó al margen del sistema a una gran parte de la población. Por otro por la creación de los sindicatos verticales que se burocratizó y jamás llegaron a desempeñar la función de movilizar a las masas obreras hacia el franquismo.

Se amplió la Seguridad Social en  la protección de la familia, el seguro de vejez o el de enfermedad. Se creó un código laboral muy rígido que prohibía el despido libre. Se pretendíó dar a los sindicatos un papel directivo en la economía. Todas estas medidas ºse dieron en una situación en la que las huelgas estaban prohibidas y los tribunales militares se declaraban competentes en problemas de orden público. De hecho el nivel de los salarios descendíó extendíéndose el pluriempleo.

A partir de 1947 la situación internacional de «guerra fría» permitíó a España una cierta apertura.
Se abrieron las fronteras y el régimen fue siendo aceptado por los gobiernos occidentales. En 1950 se firma el Concordato con la Santa Sede y Estados Unidos nombra embajador en Madrid. La firma del acuerdo para el uso conjunto de bases militares norteamericanas en la península y la libertad para que los barcos de guerra atracasen en los puertos españoles fue acompañada de una ayuda americana, mucho más débil que la que recibieron los países occidentales con el Plan Marshall, que permitíó al gobierno evitar el problema de la bancarrota.

La compra de repuestos y materias primas permitíó a España experimentar en la década de los 50 un crecimiento económico importante. El crecimiento industrial llegó a ser del 15% anual en 1952, a la vez que disminuía la importancia de la agricultura.
Este crecimiento fue muy desigual y desequilibrado.
A partir de este momento desaparecieron las cartillas de racionamiento y se abandonaron los utópicos sueños de autarquía económica. Sin embargo siguió persistiendo el intervencionismo estatal. Aumentaron las importaciones de maquinaria y productos elaborados, mientras se manténía muy bajo el nivel de las exportaciones.

El crecimiento de la producción industrial no fue acompañado del crecimiento de la producción agraria. Por ello se elaboraron los proyectos de la Ley de Concentración Parcelaria y la Ley de la Fincas Manifiestamente Mejorables.

Para intentar evitar las contradicciones entre el proteccionismo económico, el dirigismo estatal y la cierta liberalización que conlleva el crecimiento se creó la Oficina de Coordinación y Planificación Económica en 1.957, que tenía como objeto evitar el déficit público, la inflación y el déficit exterior.

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