Este texto es un fragmento del libro “La represión franquista en Canarias” publicado en 2015. Su autoría es colectiva, realizada por varios historiadores y coordinada por Aarón León Álvarez. Se trata de una fuente historiográfica indirecta, ya que no es contemporánea a los hechos que narra sino posterior y de naturaleza político-social. El destinatario son todas las personas interesadas en la historia contemporánea y reciente de Canarias. Su importancia radica en que nació con la idea de analizar el fenómeno de la represión en un territorio de retaguardia como el canario, donde no hubo conflicto bélico, pero sí una intensa y dura represión durante la guerra y la posguerra. Los principales argumentos del texto son: En el párrafo primero que el régimen franquista había nacido marcado por el golpe de Estado, la Guerra Civil y la violencia y destrucción de cualquier vestigio de la República y la democracia” y que se mantuvo gracias a la represión en los años posteriores. En el segundo que la represión franquista respondió a una acción dirigida a eliminar las organizaciones obreras, dirigentes y militantes de partidos y sindicatos y a disuadir a quienes ofrecieran resistencia al nuevo régimen. En el tercero y cuarto, que la represión fue física, económica, social, laboral, cultural, moral y estará presente durante la Guerra y años posteriores y fue llevada a cabo por militares, guardias civiles, falangistas, militantes de Acción Ciudadana y también por individuos que colaboraban con estas organizaciones En el quinto, esta represión contribuiría a la limpieza social para una reeducación y reorganización de la sociedad. Y en el último, a los canarios a partir de julio de 1936 sólo le quedaban como situaciones de salida la muerte, el exilio o la incorporación al nuevo régimen. La utilización de la violencia será la herramienta que explique la duración de la dictadura.
La Represión Institucional como Pilar de la Dictadura
La represión institucional fue «un elemento central de la dictadura». Debía ser ejemplarizante y aleccionadora. El terror debía acarrear efectos paralizantes para el presente y para el futuro. El objetivo último de esta política represiva era mantener y consolidar la dictadura. Finalizada la Guerra Civil, el bando vencedor irá creando las estructuras jurídicas de un estado fascista y los mecanismos para reprimir todo tipo de oposición. El nuevo cuerpo legislativo comprendía:
- Ley de Responsabilidades Políticas (1939-45): Esta norma enumeraba actos y omisiones que daban lugar a la exigencia de «responsabilidades políticas» contra quienes hubieran colaborado con el bando republicano.
- Ley de Represión de Masonería y Comunismo (1940-71): Donde se establecía como delito la propaganda hecha a favor de la masonería y el comunismo.
- Ley de Seguridad del Estado (1941): Que permitió al régimen franquista reformar el Código Penal e institucionalizar su sistema de represión y limitación de los derechos y libertades.
Además, durante el franquismo se llegaron a crear hasta 25 jurisdicciones especiales, que rompían con el derecho básico de igualdad ante la ley y el estado de derecho. De entre ellos destacan:
- Tribunal militar sobre actividades extremistas: (contra manifestaciones y huelgas). En 1958 se creó el Juzgado Especial Militar de Actividades Extremistas para la persecución del incipiente movimiento obrero.
- Tribunal de Orden Público: En 1963 se crea el Tribunal de Orden Público TOP con jueces civiles para juzgar todos los delitos políticos. El establecimiento del TOP intentaba mejorar la imagen exterior del régimen y pretendía hacer frente de forma más eficaz a la creciente conflictividad social y política creada por los nuevos movimientos de masas.
Extensión y Consecuencias de la Represión Franquista
La dictadura franquista recurrió a lo largo de toda su existencia, hasta 1975, a los métodos represivos propios de todo régimen no democrático. La no observancia de estas prohibiciones conllevaba penas de cárcel, sanciones y multas, así como violencia física en la primera fase represiva del Régimen. La represión ejercida por el franquismo se extendió a toda la sociedad. Se calcula en unas 100 000 personas ejecutadas durante la represión franquista que siguió a la Guerra Civil. Además, se estima que alrededor de 500.000 españoles se exiliaron en Francia, mientras, otros miles huían hacia el norte de África y otros destinos para no terminar ejecutados.
Represión en el Ámbito Educativo y Económico
Los profesionales de la enseñanza fueron duramente castigados por el franquismo. La represión franquista supuso la pérdida de un colectivo de enseñanza muy preparado, que fue sustituido por integrantes del clero y profesorado en muchos casos de baja calidad. Varios investigadores señalan que unos 60.000 profesores fueron depurados.
La represión económica fue practicada mediante multas (pago de cantidades fijas), incautaciones totales o parciales de bienes y embargos de cuentas bancarias. Se aplicó en virtud de un decreto que sancionaba económicamente responsables de daños o perjuicios causados. La Ley de Responsabilidades Políticas amplió ese decreto para «liquidar las culpas contraídas por quienes contribuyeron con actos u omisiones graves a forjar la subversión roja. Estas sanciones se aplicaban incluso tras el fallecimiento del condenado, a los mayores de catorce años de edad y a dementes o afectados por alguna enajenación mental. Las incautaciones se realizaban a exiliados, represaliados, partidos políticos, sindicatos vinculados al bando vencido y firmas comerciales. Durante este período se procederá al encarcelamiento de políticos, simpatizantes e intelectuales, y a partir de 1944 a los homosexuales.
Oposición y Resistencia al Régimen Franquista
Finalizada la Guerra Civil, la disidencia continuará en las décadas siguientes. En los años cuarenta La oposición democrática de los partidos obreros se manifestó mediante la lucha armada de los guerrilleros, los “maquis”. Al principio, se trata de simples escapados o huidos de la represión de Franco por los montes; después se convierten en guerrilleros. Hacen acciones de resistencia desde los montes contando con el apoyo de la población civil y de la ayuda que les proporcionaba el PCE. Intentaron una penetración por el valle de Arán, en 1944, que fracasa. Acaban capturados, muertos o en el exilio (algunos colaborarán en la resistencia francesa durante la 2ª Guerra Mundial).
Franco también tuvo que enfrentarse con la oposición monárquica: aristócratas y generales defendían la vuelta a la monarquía, a la que se sumó D. Juan de Borbón en 1945 (Manifiesto de Lausana). Franco logró desarmarla colocando a los generales opositores en destinos sin importancia y proponiendo la Ley de Sucesión de 1947, por la que España se constituía en reino. También los exiliados republicanos desde México, que impulsaron, a propuesta de la delegación de México, que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptara el 12 de diciembre de 1946 la Resolución 39, mediante la cual se excluía al gobierno español de organismos internacionales y conferencias establecidas por las Naciones Unidas.
En los años cincuenta aparece también un movimiento de oposición al franquismo dentro de la Universidad. Gente de clase media de tendencia liberal o democristiana. Coincide con los intentos aperturistas de Joaquín Ruiz Jiménez en la Universidad y con enfrentamientos con los falangistas. En los años 1955-56 se producen manifestaciones y enfrentamientos entre estudiantes “aperturistas” y falangistas que Franco tiene que reprimir y zanjar cesando a Joaquín Ruiz Jiménez y a Raimundo Fernández Cuesta (Falange). Estos enfrentamientos demostraban el desgaste de la Falange y el nacimiento de una oposición no vinculada a la guerra.