Restauración Monarquía Borbónica (1874-1902)
Sistema político de la restauración: Constitución 1876 (moderada, partidos políticos gobernaban sin cambiarla, tenía declaración de derechos amplia según el partido gobernante, se restringía más o menos la soberanía compartida entre rey y cortes, sufragio a determinar por partido gobernante) turnismo (2 partidos políticos, conservador dirigido por Antonio Cánovas y el partido liberal dirigido por Práxedes Mateo Sagasta. Se basó en la alternancia pacífica de partidos de poder. Si el gobierno se desgastaba, el rey encargaba formar gobierno al jefe de la oposición. Este convocaba y amañaba elecciones mediante trampas electorales y valiéndose de presión ejercida sobre electores por los caciques.
Problemas de la restauración: oposición de partidos excluidos del turnismo (carlistas, demócratas y republicanos), inicio del regionalismo (catalanes reivindicaron el catalán como lengua oficial, la existencia de partidos y tribunales catalanes y la autonomía de Cataluña. Los vascos se concentraron en la defensa de sus fueros y tradiciones y los gallegos y andaluces en la solución de problemas económicos y sociales), auge del movimiento obrero (se reflejó en la difusión del socialismo mediante la fundación de PSOE, UGT y del anarquismo que fundó la FTRE), desastre 1898 (pérdida de las últimas colonias españolas: Cuba, Puerto Rico y Filipinas).
Crisis del Estado Liberal (Reinado Alfonso XIII 1902-1931)
Mantenimiento del turno de partidos 1902-1917: el sistema de turnos de partidos se mantuvo entre 1902-1917 bajo dos nuevos líderes, Antonio Maura en conservadores y José Canalejas en liberal. Estos llevaron a cabo una política regeneracionista que intentó acabar con el caciquismo e implantar mejoras sociales pero no tuvo éxito. La semana trágica de Barcelona (1909) fue un problema interno motivado por la movilización de reservistas para acudir a la guerra contra Marruecos. Esto desencadenó una huelga y violentos disturbios en Barcelona. La represión del gobierno conservador provocó la ruptura del pacto de turno con liberales y la dimisión de Maura.
Descomposición del sistema de restauración: crisis de 1917 (1- crisis militar: se originó al reclamar el ejército subida de salarios y el ascenso por antigüedad y no por méritos de guerra. 2- crisis política: asamblea de parlamentarios catalanes, que reclamó nueva constitución y la creación de un estado descentralizado con autonomías. 3- crisis social: debido a la convocatoria de una huelga general. Los partidos y sindicatos de izquierda querían protestar por la subida de precios que empobrecía a las clases populares.) Agudización de problemas 1919-1923 (situación agravada. Se sucedieron los gobiernos de concentración, aumentó la conflictividad social, la crisis económica producida tras la Primera Guerra Mundial motivó el violento enfrentamiento entre patronos y obreros y numerosas huelgas; el desastre de Annual en la guerra de Marruecos (1921). El general Primo de Rivera dio un golpe de estado en 1923 y así finalizó la restauración y se impuso la dictadura.
Dictadura Primo de Rivera (1923-1930)
Primera fase (gobierno en manos de directorio militar. Suspendió la constitución de 1876, disolvió las cortes, prohibió partidos políticos, reprimió el movimiento obrero y el nacionalismo y derrotó a los marroquíes tras el desembarco de Alhucemas (1925)). Segunda fase (formó directorio civil, se fomentó la agricultura de regadío e industria, se impulsó la construcción de carreteras y mejora de ferrocarriles. La repercusión de la crisis económica provocó el aumento del paro, el resurgimiento del movimiento obrero y nacionalismos y la oposición de los intelectuales hizo que Primo de Rivera dimitiera en 1930.
Segunda República (1931-1936)
Gobierno provisional y la constitución de 1931: tras el exilio de Alfonso XIII en 1931 se proclamó la república, gobierno provisional hecho por republicanos, socialistas y nacionalistas convocó elecciones a cortes constituyentes con mayoría de partidos de izquierda, por lo que impusieron su ideología. La constitución de 1931 tenía derechos de expresión, reunión, soberanía popular, división de poderes, sufragio universal masculino y femenino, garantía de autonomía a regiones y separación estado e iglesia. Niceto Alcalá Zamora fue elegido presidente de la república.
Bienio reformista (1931-1933): reforma del estado (acabar con el centralismo. Cataluña consiguió la aprobación de un estatuto de autonomía y de parlamento y un gobierno propio (la Generalitat). País Vasco, Galicia y Andalucía no se aprobaron), reforma social (mejorar condiciones laborales de obreros. Se estableció la jornada de 40 horas semanales, subida de salarios y creación de seguros), reforma militar (reducir número de oficiales y garantizar su apoyo a la república, se autorizó retiro con sueldo íntegro a oficiales que no jurasen fidelidad a la misma), reforma religiosa (limitar influencia de la iglesia. Matrimonio civil y divorcio, se eliminó el pago a sacerdotes, se disolvió la orden de jesuitas y se prohibió enseñanza a otras órdenes religiosas), reforma educativa (implantar una enseñanza laica obligatoria y gratuita, se crearon escuelas y se incrementó número de profesores), reforma agraria (buscar conseguir distribución justa de terreno, se aprobó la expropiación de latifundios más explotados y el asentamiento de campesinos en estos individualmente o en cooperativas. La lentitud que iba provocó la ocupación violenta e ilegal de tierras).
Bienio conservador y frente popular (1933-1936)
Tras las elecciones, gobernó el partido radical de centro presidido por Lerroux con apoyo de CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas). Esto y la paralización de reformas provocó huelgas y movilizaciones y la revolución de octubre de 1934, movimiento sobre todo en Asturias y Barcelona. Esto hizo que se convocaran elecciones y la izquierda se presentó unida en coalición, el frente popular, y logró la victoria. Gobierno frente popular (febrero-junio de 1936) se enfrentó a fuerte radicalización política. La izquierda ganó peso, el sector radical del PSOE y en la derecha la Falange Española que quería implantar régimen fascista. La violencia política se convirtió en atentados y choques violentos entre militantes falangistas, comunistas y anarquistas (primavera trágica 1936). Ante esto, el general Mola hizo un golpe de estado para derribar la república.
Guerra Civil (1936-1939)
Golpe de estado y apoyos de cada bando: se inició en Melilla, Tetuán y Ceuta en 1936. En el interior del país, los sublevados contaron con el apoyo de militares, conservadores, propietarios agrarios, alta burguesía, monárquicos, carlistas y católicos. El gobierno republicano contó con el apoyo de militares progresistas, campesinos sin tierras, pequeña burguesía y partidarios de izquierda. En el exterior se formó un comité de no intervención para evitar una guerra mundial, pero ambos lados recibieron ayuda. Los sublevados recibieron apoyo de Alemania, Italia y la República de la URSS, y de las brigadas internacionales (voluntarios de diversos países).
Desarrollo militar de la guerra: los golpistas querían tomar Madrid, por lo que dirigieron contra la capital cuerpos de ejército, uno desde Navarra y otro desde África dirigido por el general Franco, pero la resistencia y las derrotas de Jarama y Guadalajara lo hicieron cambiar de planes. La guerra fue primero a la cornisa cantábrica, después al Mediterráneo para dividir en dos la zona republicana. Para evitar esto, los republicanos enviaron a la ofensiva del Ebro que causó bajas en los dos bandos. Al final, los rebeldes vencieron y tomaron Cataluña. Los sublevados fueron a Madrid que se rindió y después todas las zonas republicanas. En 1938, Franco firmó el último parte de guerra.
Actuaciones políticas: en la zona republicana (revolución social que supuso la colectivización de tierras e industrias, multitud de desórdenes; aprobación del estatuto de autonomía vasco. Estuvo dirigido por Francisco Largo Caballero hasta 1937 y después por Juan Negrín, ambos socialistas. Debilitado por la división entre anarquistas y comunistas radicales.) Zona nacional (controlada por los rebeldes. Franco concentró todo poder civil y militar y decretó la unificación de todas las fuerzas políticas que lo apoyaban en un único partido dirigido por la Falange Española Tradicionalista (FET) y las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS)).
Consecuencias de la guerra: pérdidas humanas (580.000 muertos y miles de exiliados), imposición de sistema político autoritario, destrucción de campos, industrias, medios de transporte, infraestructuras y edificios, triunfo social de grupos conservadores e iglesia, empobrecimiento cultural.
Población, Economía y Sociedad
Población. Evolución y migraciones: crecimiento de población (se aceleró en el siglo XX por el inicio de la transición demográfica. La natalidad tuvo un pequeño descenso, la mortalidad disminuyó por las mejoras alimentarias y sanitarias.) Movimientos migratorios (se intensificaron. Emigración exterior principalmente a América Latina. Interiormente, el éxodo rural se aceleró, trasladándose a Madrid y las principales ciudades industriales de la periferia peninsular.)
Transformaciones económicas: actividades agrarias (mayoría de la población. Se cultivaron cereales, vid y olivo. En el Mediterráneo, cítricos y hortalizas. En el Valle del Guadalquivir, algodón y remolacha azucarera.) Industria (producción en masa. Se diversificó con la creación de centrales térmicas e hidroeléctricas, industrias químicas, alimentarias, etc. Siguió concentrada en Cataluña pero creció la importancia industrial en Madrid y Valencia.) Actividades terciarias (construcción de carreteras, los nuevos sistemas de comunicación como el telégrafo, teléfono y radio, y la banca y las finanzas.)
Sociedad española: clase alta (grandes propietarios agrarios y alta burguesía. Gran riqueza y elevado nivel de vida.) Clase media (agricultores medios, profesionales liberales y funcionarios) Clase baja (pequeños propietarios agrarios, jornaleros y un creciente número de obreros industriales.)