Resumen del régimen franquista

TEMA 12 : EL RÉGIMEN FRANQUISTA (1939-1959)


  1. Fundamentos ideológicos y bases sociales. Las instituciones

En líneas generales, la dictadura franquista no se considera de tipo totalitario a no ser en sus primeros años, sino que se la cataloga de una dictadura autoritaria de tipo personal. El régimen de Franco se caracterizará por su pragmatismo (sabe adecuarse a las circunstancias internacionales), la importancia del estamento militar, el protagonismo de la iglesia católica. Franco persigue un equilibrio entre lo que se van a llamar las familias del régimen: falangistas, monárquicos, militares y la iglesia. La base de la estructura política del régimen fascista está constituida por las siete Leyes Fundamentales:

  • Fuero del Trabajo (1938): Establece el sindicalismo vertical, con unas relaciones de tipo corporativo entre empresarios y trabajadores.
  • Ley de las Cortes (1942): Crea unas Cortes de tipo consultivo.
  • Fuero de los Españoles (1945): Es una declaración teórica de derechos y deberes de los españoles.
  • Ley del Referéndum Nacional (1945): Permite a Franco convocar plebiscitas.
  • Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947): Define al régimen como un reino.
  • Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958): Es una pseudoconstitución.
  • Ley Orgánica del Estado (1967): Completa la institucionalización y separa las jefaturas de Estado y de Gobierno.

El rasgo principal del franquismo es la concentración de poderes en una sola persona, mientras sus fundamentos ideológicos son: la fascistización (basada en un partido único, La Falange), el anticomunismo, el catolicismo (la iglesia recibe un trato de privilegio), el tradicionalismo (basado en la unidad de la patria, por lo que se rechaza el nacionalismo catalán y vasco), el militarismo y el antiliberalismo.

La base social del franquismo está compuesta por la oligarquía terrateniente y financiera, las clases medias rurales, el clero y el ejército. En líneas generales, entre los españoles habrá una postura acomodaticia hacia el franquismo a medida que éste se asienta.

  1. Represión, guerrilla y exilio

Durante los años 40 y 50 existíó una clara línea divisoria entre vencedores y vencidos, al configurarse una mentalidad que se puede resumir en 3 principios:

  • Una moral escrupulosa de inspiración católica.
  • La obediencia ciega a cualquier superior jerárquico.
  • Una división de funciones sociales en relación con el sexo (las mujeres se dedican solo al hogar).

La oposición al franquismo se organizó durante los años 40 en las zonas montañosas mediante guerrillas denominadas maquis, formadas por comunistas, anarquistas y socialistas. Los guerrilleros esperaban el apoyo de las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial y por ello manténían una estrategia de desgaste del régimen. La actuación de la guardia civil y del ejército limitó su capacidad de acción, siendo su hecho más destacable la invasión del Valle de Arán en 1944. La mayoría de la población se mantuvo pasivo debido a la dura represión y a las difíciles condiciones de vida.

Los años 50 hay una atonía de la oposición por el asentamiento del franquismo, destacando únicamente la huelga de tranvías en Barcelona en 1951 y las protestas estudiantiles en Madrid en 1956. Entre tanto los republicanos, que se mostraban muy divididos, conformaban distintos gobiernos en el exilio. Al acabar la guerra, muchos republicanos españoles tuvieron que dirigirse al exilio, teniendo como destinos principales Francia y México. Entre los exiliados destacan figuras tan importantes como Buñuel, Juan Ramón Jiménez, Ortega y Gasset, Severo Ochoa, Max Aub, Ramón J. Sender…

  1. La coyuntura internacional

Tras ganar la guerra, Franco se alinea con las potencias fascistas, aunque no llega a entrar en la Segunda Guerra Mundial (Encuentro de Hendaya (1940)), a la que si envía es a la División Azul. Después de 1942, tras la destitución de Serrano Suñer, Franco trata de aproximarse a las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial.

Este cambio no evita que España quede aislada al final de la Segunda Guerra Mundial: el franquismo se considera por los demás países una supervivencia del franquismo y, por lo tanto, España queda excluida del Plan Marshall.

El anticomunismo desatado en Occidente con el comienzo de la Guerra Fría va a hacer posible la ruptura del aislamiento español. La Guerra Fría es un conflicto que enfrenta a EEUU y la URSS, y la importancia geoestratégica de la península ibérica conduce a un acercamiento entre los norteamericanos y España. En 1953 se firman acuerdos bilaterales entre ambos países. Como consecuencia se abren cuatro bases militares norteamericanas en España, a cambio de lo cual Franco recibe ayuda militar y económica.

Al mismo tiempo que los acuerdos con EEUU se firma el Concordato con la Santa Sede. En 1955 España es admitida en la ONU y en 1958 en el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, por su carácter dictatorial, no se acepta su ingreso ni en la OTAN ni en la CEE (Comunidad Económica Europea).

  1. La autarquía económica

En la postguerra española la sociedad padece una fuerte penuria económica debido a la destrucción causada por la Guerra Civil y a la implantación de una desastrosa política autárquica e intervencionista con el objetivo de logar el autoabastecimiento del país.

Las medidas básicas de esta política económica fueron las siguientes:

  • La limitación de importaciones.
  • La organización de la producción y distribución de cereales a través del SNT (Servicio Nacional de Trigo), que se encarga de fijar los precios.
  • El racionamiento de productos de consumo básicos a través de cartillas que se utilizan hasta el año 1952.
  • La protección de la industria nacional mediante la creación del INI (Instituto Nacional de Industria), que gestiona empresas tan importantes como Endesa, Iberia o Seat.

Las consecuencias de esta política autárquica van a ser el favorecimiento de los intereses de la oligarquía económica, el descenso de la renta per cápita, la extensión del hambre y del mercado negro (estraperlo), el lento crecimiento económico y un importante déficit comercial.

En los años 50 empieza a haber un cambio en la política económica, gracias a la ayuda americana y a una nueva orientación económica del Estado que disminuye el intervencionismo permitiendo la apertura al comercio internacional. Se produce por tanto un cierto crecimiento en el sector secundario, lo que inicia el éxodo rural. Este crecimiento es muy desequilibrado porque el atraso español no permite financiar las necesarias importaciones de bienes de equipo.

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