TEMA 17: España durante el franquismo (1939 – 1975).De la Guerra Civil salíó un régimen dictatorial presidido por Franco, que se prolongo hasta 1975. Se asemejaba al fascismo. Por eso, al acabar la 2ª Guerra Mundial, España sufríó un fuerte aislacionismo político y económico. Franco, primero aguantó la presión internacional y después, en el contexto de la Guerra Fría, hizo valer su visceral anticomunismo para integrarse en el mundo occidental como aliado de Estados Unidos. Sin embargo, la falta de democracia impidió una integración más plena.La oposición al régimen existíó desde el principio y fue en aumento, pero no consiguió terminar con el franquismo hasta después de la muerte del Dictador.
1. EVOLUCIÓN POLÍTICA Y COYUNTURA INTERNACIONAL
Terminada la Guerra Civil, Franco consolidó un régimen autoritario de difícil definición. Era un híbrido de dictadura militar, estado fascista y monarquía absoluta. El nuevo estado rechazaba el liberalismo, la democracia, el comunismo y se asentaba ideológicamente en un catolicismo conservador y en los principios de la Falange. Se suprimíó la Constitución y se desmantelaron por completo las instituciones y la legislación de la España anterior. El sistema autoritario permanecíó intacto durante la vida del dictador, aunque este pretendiera dar una imagen de legalidad promulgando las llamadas Leyes Fundamentales, que suplirían a la Constitución. Estas fueron: El Fuero del Trabajo (1938), Ley Constitutiva de las Cortes (1942), El Fuero de los Españoles (1945), Ley del Referéndum Nacional (1945), Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947), Ley de los Principios Fundamentales del Movimiento (1958) y Ley Orgánica del Estado. La idea de democracia contenida en estas leyes recibe el nombre de Democracia Orgánica.
La institucionalización del régimen comenzó en 1938, cuando Franco nombró su primer gobierno.
Franco detentaba todos los poderes
. Era Jefe del Estado, del Gobierno, de los ejércitos y de Falange. En 1942 se crearon las Cortes que, en cuestión legislativa, se limitaban a aprobar las leyes propuestas por el Gobierno. Los Gobernadores
Civiles y Militares se encargaban de ejercer en las provincias el poder del Gobierno. En el mundo laboral se impusieron los Sindicatos Verticales.
Cada sindicato estaba formado por patronos y obreros de una misma rama de producción. La afiliación era obligatoria y el control estuvo siempre a cargo de los falangistas. Se crearon organizaciones como El Frente de Juventudes o la Sección
Femenina que contribuían a mentalizar política e ideológicamente a los ciudadanos. En el sistema educativo se impuso la Formación del Espíritu Nacional, que conténía el estudio de los principios de la Falange. La unidad ideológica y política de la España nacional era más aparente que real. El vínculo de uníón era Franco; pero había diversos sectores o “familias”: Ejército, Iglesia, Falange, católicos, monárquicos, tecnócratas del OPUS… Franco aprovechó esta diversidad para dar o quitar protagonismo según las circunstancias. También supo administrar los enfrentamientos internos para que ningún grupo se impusiera a los demás. Los primeros años del franquismo fueron los más parecidos a un régimen fascista. Los falangistas tuvieron entonces el mayor peso en el gobierno. A medida que Alemania se acercaba a la derrota, Franco inició movimientos para acercarse a los futuros vencedores. Prescindíó de rituales y simbologías fascistas, como el saludo, y limitó la presencia de falangistas en el Gobierno. Al terminar la 2ª Guerra Mundial, la España de Franco conocíó tiempos muy difíciles por el aislamiento político y económico al que se vio sometida. Los aliados no perdonaron el apoyo de Franco a Alemania (la División Azul)
. En la Conferencia de Postdam (1945) consideraron la posibilidad de acabar militarmente con un sistema carente de legalidad. El golpe más duro llegó en 1946, cuando España no es admitida en la ONU y, además, este organismo recomienda a los países miembros que retiren sus embajadores de Madrid. Sólo Argentina, Portugal y algunos países árabes se mantuvieron al margen de la recomendación.. El momento fue aprovechado por la guerrilla antifranquista para incrementar su actividad. La respuesta del Gobierno español fue la convocatoria de manifestaciones en la Plaza de Oriente para exaltar el nacionalismo y ofrecer apoyo incondicional a Franco. Se repetirían escenas parecidas. El fin del aislamiento llegará de la mano de la nueva coyuntura internacional. En el contexto de la Guerra Fría,
Estados Unidos considera que Franco puede ser un fiel aliado en la lucha contra el comunismo. Así España comienza a ser valorada en el bloque occidental. En 1950 los embajadores vuelven a Madrid. En 1953 se firman los acuerdos bilaterales con EE. UU. España cede la utilización de bases militares y a cambio recibe apoyo político y ayuda militar y económica. En 1955 España es admitida como miembro de pleno derecho en la ONU. En 1957, la delicada situación económica y las nuevas relaciones internacionales, obligan a Franco a un nuevo cambio de Gobierno. Entran algunos ministros del OPUS, los llamados tecnócratas que, sin alterar la naturaleza dictatorial del régimen, emprenden una nueva política económica que pone fin a la etapa de Autarquía y prepara el camino hacía el desarrollismo posterior. Los avances económicos llegarán a ser espectaculares, pero el sistema político sigue estancado. Se habla mucho de intentos de apertura que nunca cuajan y que provocan fuertes tensiones entre las familias del régimen. Los conflictos políticos y sociales fueron en aumento y, a la hora de afrontarlos, siempre se impuso la línea dura. En los últimos años Franco tomó dos medidas políticas importantes. En 1969 designó a Juan Carlos sucesor en la Jefatura del Estado.
Y en 1973 cedíó el cargo de Presidente del Gobierno a Carrero Blanco, la persona en la que todos veían al mas fiel continuador del franquismo. Al ser asesinado por ETA, sólo unos meses más tarde, le sucedíó Arias Navarro, que presidíó el último gobierno franquista y el primero de la Monarquía. En la etapa final del franquismo hay que destacar las grandes manifestaciones que contra el régimen tuvieron lugar en el extranjero para protestar por las últimas ejecuciones de terroristas y la llamada Marcha
Verde, que supuso la entrega del Sáhara a Marruecos. 2. LOS CAMBIOS ECONÓMICOS. 2.1 La Autarquía. El panorama que presentaba la economía española al terminar la Guerra Civil era desolador y aún se agravó más en los años siguientes. Por motivos políticos, España sufríó un bloqueo internacional y no pudo beneficiarse del Plan Marshall
. Fueron los años del hambre, de las cartillas de racionamiento y del estraperlo.
El franquismo había optado por la autarquía económica, sistema que se caracteriza por la excesiva intervención del Estado y por las escasas relaciones con el exterior. En el sector agrícola cabe destacar la creación del Servicio Nacional del Trigo, organismo que impone a los agricultores cupos de entrega obligatorios a precios prefijados y la fundación del Instituto
Nacional de Colonización, para incrementar las zonas de regadío.El sector industrial también soportó una fuerte intervención del Estado. En 1941 se fundó el organismo fundamental de la política industrial, el Instituto Nacional de Industria (INI)
, que comienza su actividad en 1945. Crea industrias básicas que la iniciativa privada no quiere o no puede fundar. Presta especial atención al sector siderúrgico y al energético. También participa en el sector servicios. Empresas emblemáticas del INI son ENDESA, ENSIDESA, ENASA, SEAT, Iberia… Destaca también la nacionalización del ferrocarril de vía ancha con la creación de RENFE. Al comenzar la década de los 50, el fracaso económico del régimen era evidente: menor nivel de vida, aumento de las desigualdades, bajada del poder adquisitivo de los salarios, reducción de la demanda. En definitiva, puede decirse que la vía autárquica había fracasado y estaba agotada. Urgía una política económica diferente. El Gobierno de 1951 hizo algunos retoques económicos, introduciendo tímidas medidas liberalizadoras que, junto con la ayuda americana, produjeron una ligera mejoría. Pero no eran suficientes los retoques. Era necesario implantar un modelo económico plenamente liberal. Algunas autoridades pondrían resistencia, porque pensaban que tras el liberalismo económico llegaría el político.
2.2. Plan de Estabilización
El paso decisivo hacia el cambio se dio con el Plan de Estabilización Económica de 1959. En 1957 Navarro Rubio y Ullastres ocuparon los ministerios de Hacienda y Comercio respectivamente, quedando en manos de estos tecnócratas (modernos en lo económico y conservadores en lo político) la responsabilidad de la política económica. Ellos elaboraron el Plan de Estabilización, que consideraban imprescindible para fijar las bases del desarrollo económico que se pretendía. El Gobierno, a falta de otra alternativa mejor y con reparos, lo aprobó en Julio del 59. Este Plan llevaba consigo, entre otras medidas, las siguientes: Reducción del gasto público y el gasto privado, lo que implicaba menos créditos y congelación de salarios; progresiva desaparición del control del Gobierno sobre las actividades económicas; apertura de la economía española a los mercados exteriores. El Estado favorecíó a las empresas extranjeras que quisieron instalarse en España. El Plan llevó a los españoles a una forzada austeridad: menos horas extraordinarias, más desempleo, menos créditos. Menos mal que Europa necesitaba mano de obra y la emigración se convirtió en solución para muchos y válvula de escape para la tensión social. Los efectos fueron inmediatos: reducción del déficit comercial y de la inflación, aumento de divisas, incremento del turismo. Estos éxitos y la buena marcha de la economía europea permitieron pasar a una etapa de fuerte desarrollo, que se prolongará hasta 1973.
2.3. Los Planes de Desarrollo
Al Plan de Estabilización siguió la puesta en marcha de los Planes de Desarrollo. El principal impulsor fue Laureano López Rodó, otro tecnócrata del OPUS al que Carrero Blanco había colocado en 1962 al frente de la Comisaría del Plan de Desarrollo. El primero fue aprobado en Diciembre del 63. Luego se promulgaron otros dos (68 – 71 y 71 – 75). Los planes de desarrollo canalizaron, tras la estabilización, el proceso de crecimiento iniciado. La planificación, en planes cuatrienales a partir de 1964, se implantó con unas previsiones de crecimiento vinculantes para el sector público e indicativas para el privado. El tercer plan no se completó a causa de la crisis de 1973. Se centraron en las zona más industrializadas, aunque también promovieron la industrialización de otras ciudades mediante la creación de polos de desarrollo
.
Además del esfuerzo del pueblo español y de la coyuntura internacional, excepcionalmente favorable, tres factores contribuyeron al desarrollo económico: el turismo, la emigración y las inversiones extranjeras. El turismo extranjero aumentó considerablemente, favorecido por los bajos precios, el buen clima, la elevación del nivel de vida de los europeos. Estimuló el desarrollo de los sectores de la construcción, de la hostelería y del transporte e introdujo nuevos hábitos culturales y formas de vida, pero sobre todo, aportó una gran cantidad de divisas que sirvió para equilibrar la balanza de pagosLa emigración llevó a más de un millón de trabajadores a países de la Europa desarrollada. Alivió el problema del paro, sobre todo en el campo, favorecíó la mecanización de la agricultura y contribuyó al saneamiento del déficit comercial. Las inversiones extranjeras, sobre todo norteamericanas, encontraron grandes facilidades por parte del Gobierno español. Las empresas extranjeras importaron su propia tecnología y contribuyeron al desarrollo industrial, obteniendo altos beneficios. A comienzos de los años 70 España era la décima potencia industrial del planeta, con una elevada producción de acero, cemento, electricidad, automóviles y barcos. Sin embargo, carecía de tecnología, de capital y de fuentes de energía propias. Además persistían el tradicional atraso agrícola y los desequilibrios territoriales.
3. LOS CAMBIOS SOCIO-CULTURALES
La modernización de la economía supuso un cambio que transformó, en pocos años, la sociedad española. Los cambios en la agricultura: mecanización y reducción de mano de obra, elevaron el nivel de vida de la población campesina. En casi toda España desaparecíó el proletariado rural. Con todo, se mantuvieron las diferencias con la población urbana. La clase obrera incrementó su número y vio como mejoraron considerablemente sus salarios. Además, hubo un aumento significativo de obreros cualificados. También aumentaron las clases medias urbanas: técnicos, administrativos, funcionarios, profesionales liberales…Se puede decir que mejoró el nivel de vida de todos los españoles. Y un amplio sector de la sociedad se fue incorporando a la sociedad de consumo con la adquisición de bienes que, hasta entonces, sólo habían estado al alcance de una exigua minoría: frigorífico, lavadora, televisor, automóvil…Las condiciones de casi pleno empleo y un sistema de seguridad social que garantizaba las pensiones de jubilación y de los servicios sanitarios, alimentaba el optimismo social. Aumentaron considerablemente las posibilidades de acceso a la enseñanza, incluso a la universitaria. Las formas de vida y las costumbres sociales se acercaban, cada vez más, a las europeas, como consecuencia del mayor poder adquisitivo y del contacto con el exterior a través del turismo, de la emigración y de los contactos culturales. La tolerancia y la permisividad moral, así como la superación de planteamientos religiosos tradicionales, se impusieron al conservadurismo oficial que, en vano, trataba de poner freno a tanta modernidad.Todos estos cambios fueron más fáciles por la incorporación a la vida social de una nueva generación más culta y menos dependiente de la guerra. Progresivamente fueron perdiendo eficacia las instituciones encargadas de mantener viva la doctrina del régimen: Frente de Juventudes, Sección Femenina, Academia de Mandos, Educación y Descanso. Curiosamente, el desarrollismo se convirtió en recurso retórico del franquismo. Con el crecimiento económico se pretendíó legitimar el régimen. En realidad, el efecto fue en sentido contrario. El progreso social y cultural fomentó la oposición hacia un régimen que políticamente estaba decidido a seguir fiel a los Principios Fundamentales del Movimiento y a no querer saber nada de la auténtica democracia. Aunque España se había hecho un hueco en el mundo occidental, la falta de democracia impidió una integración mayor. La entrada en la Comunidad Económica Europea fue imposible hasta que no desaparecíó el régimen dictatorial.
4. LA OPOSICIÓN A LA DICTADURA FRANQUISTA
Franco se mantuvo en el poder hasta su muerte. La oposición existíó siempre, pero sólo en los últimos años del franquismo, dio la sensación de tener fuerza y cierta coordinación. En los primeros años de la posguerra, las fuerzas perdedoras, mayoritariamente en el exilio, bastante tenían con sobrevivir. Su única esperanza era que los aliados ganaran la guerra e intervinieran para expulsar a Franco del poder. En el interior, las primeras voces discrepantes fueron las de importantes personalidades que, en vano, se opónían al decreto de unificación. Terminada la guerra se habla de alguna conspiración falangista, fácilmente abortada. Tampoco presentaron mayores dificultades los intentos de D. Juan de Borbóny de algunos generales monárquicos para que Franco dejara el poder y permitiera la restauración de una Monarquía Liberal.
Las reivindicaciones monárquicas perdieron fuerza después de la entrevista entre D. Juan y Franco en el Azor (ag.48).El PCE, que a la larga sería la fuerza más activa de la oposición, apoyó la actividad guerrillera en el interior y organizó en 1944 una invasión del territorio español por el valle de Arán que el ejército repelíó. Los restos de esta lucha guerrillera permanecieron hasta el 52. El PCE abandona la vía militar por la vía política. La oposición no ha conseguido poner en apuros al régimen, que superará el aislamiento internacional con el acercamiento a EE. UU y el apoyo del Vaticano. (Después de firmar en el 53 los acuerdos con EE.UU. Franco dijo: “Ahora realmente he ganado la guerra”)A partir de 1959 se inicia una etapa de oposición más generalizada, siendo sus principales agentes:
LA UNIVERSIDAD
Se fue extendiendo entre los estudiantes universitarios un fuerte movimiento de oposición al régimen franquista. Los dirigentes del SEU, el sindicato oficial universitario, aceptaron que algunos de sus cargos fueran elegidos por los estudiantes, abriendo así una puerta a los más críticos con el régimen. El paso siguiente fue rechazar el SEU y prodigar incidentes en los recintos universitarios. En 1965 se intenta crear un sindicato democrático en las universidades de Madrid y Barcelona. El clima de agitación se generaliza y el gobierno responde con la entrada de la policía en la Universidad. Algunos prestigiosos catedráticos fueron expulsados por apoyar las reivindicaciones estudiantiles: mejoras académicas y cambios democráticos.
LOS TRABAJADORES
En el 58 el Gobierno promulgó la Ley de Convenios Colectivos que permitía que las negociaciones sobre salarios y condiciones de trabajo las realizaran los representante elegidos por los trabajadores junto con los empresarios. A partir de ahora cada negociación podía ir acompañada de una oleada de conflictos. En el 62 la ley de Conflictos Colectivos admite que puedan existir huelgas que no fueran ilegales. Para organizar dichas huelgas se crearon en alguna poblaciones una comisiones de obreros encargadas de dirigir el proceso, pero luego no se disolvieron. Así empezaron a crearse Comisiones Obreras permanentes para cada rama de la industria. A la del metal de Madrid pertenecía Marcelino Camacho. Lentamente los miembros del PCE empezaron a adquirir prácticamente el control de CC OO. Se estaba creando en realidad un sindicato obrero paralelo al oficial. En la huelga general del 67 los obreros de Madrid salieron a la calle reclamando libertad y democracia. Inmediatamente El Tribunal Supremo declaraba ilegales las CC OO.
LA IGLESIA
A partir de la transformación de la Iglesia tras el Vaticano II, se van a producir discrepancias entre autoridades estatales, eclesiásticas y Roma que dan lugar a hechos como: las protestas de obispos vascos por el consejo de guerra de Burgos contra miembros de ETA; la declaración colectiva del episcopado en 1971, pidiendo perdón a los españoles por el pobre papel conciliador de la Iglesia en la Guerra Civil; el nombramiento como primado de Toledo y presidente de la Conferencia Episcopal de monseñor Tarancón, que destaca por su talante liberal; la petición de la jerarquía eclesiástica para renovar el Concordato, con objeto de eliminar la prerrogativa de presentación de obispos que tenía el jefe del Estado.Franco, tal vez, no llegara a entender nunca el cambio de actitud de la Iglesia hacia un régimen que había sido bendecido por ella y del que tantos favores había recibido.
GRUPOS DE CENTRO -DERECHA
Personas de ideología cristianodemócrata o liberal residentes en España se muestran claramente partidarios de la democracia. Algunas de estas personalidades (Gil Robles, Satrústegui, Álvarez de Miranda…) se reunieron en Múnich , en 1962 (Contubernio de Múnich)
con miembros exiliados de la oposición y redactaron un documento exigiendo el cambio de régimen político en España. Otros tenían muy buenas relaciones con D. Juan, caso de Areilza. Llegaron a crear grupos poco numerosos, pero que restaban base social al régimen.
SOCIALISTAS
Existían varias tendencias. Ridruejo, un antiguo falangista, fundó un grupo de tendencia social demócrata, Acción Democrática. La dirección del PSOE estaba en el exilio, pero se fueron creando organizaciones y partidos nuevos en el interior como el Partido Socialista Interior de Tierno Galván.
Los grupos de Sevilla (Felipe González)
Y Bilbao (Nícolás Redondo)
Irrumpieron en los congresos del PSOE con tanta fuerza, que terminan dominando el partido (Suresnes,1973)
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COMUNISTAS
A lo largo de los 60, de la mano de Carrillo, el PC realizó una labor constante de penetración en la sociedad española. Fue el partido mejor organizado de la oposición. Pero tenía un problema. Nadie lo quería como aliado por su ideología radical. Y eso que había suavizado su mensaje, rompiendo con el comunismo soviético y aceptando fórmulas democráticas. El PSUC, controlado por el PCE, agrupaba a los comunistas catalanes.
NACIONALISTAS
El PNV manténía un gobierno vasco en el exilio. A partir del 59, grupos de jóvenes nacionalistas empezaron a distanciarse del PNV, por considerarlo moderado. De ellos surgirá en 1962 ETA, que ideológicamente se deslizará hacía la izquierda marxista revolucionaria y en el 68 iniciará la lucha armada contra el Estado español. El atentado contra Carrero Blanco fue el mazazo mas fuerte recibido por el franquismo. El nacionalismo catalán estaba más arraigado que el vasco y no necesitó recurrir a la violencia. Se manténían partidos como Uníón Democrática de Cataluña (democristiana) y Esquerra Republicana(liberal). En 1974 Jordi Pujol funda Convergencia Democrática, partido llamado a desempeñar un importante papel. Los grupos políticos de la oposición eran muy numerosos. Necesitaban coordinar sus esfuerzos. Ya en Diciembre del 69 los grupos catalanes crearon un organismo común. A nivel nacional en Julio del 74 surgíó la Junta Democrática que coordinaba a PCE, CC OO, el partido socialista de Tierno Galván… Y un año más tarde se constituyó la Plataforma Nacional de Convergencia Democrática que agrupaba al PSOE, democristianos y socialdemócratas, así como grupos de extrema izquierda. Ambas agrupaciones contactaron e hicieron públicas las reivindicaciones básicas para salir del franquismo: amnistía política y convocatoria de elecciones a Cortes Constituyentes.