Inicio de la Revolución de la Autopridad Virreinal y Primera Junta de Gobierno
A mediados de 1810 llegó al virreinato la noticia de la caída de la Junta Central de Sevilla en manos de los franceses y su reemplazo por un Consejo de Regencia.
El virrey Cisneros buscó el apoyo de las milicias para poder mantener su poder, pero no lo consiguió y se tuvo que llamar a un cabildo abierto, donde algunos grupos afirmaban su voluntad por preservar el derecho de Fernando VII y rechazar el dominio francés, pero el sector revolucionario quería destituir al virrey y crear una junta de gobierno autónoma sin reconocerle autoridad al Consejo de Regencia.
Un sector más conservador buscaba mantener a Cisneros en el poder y no cortar el vínculo con el nuevo gobierno de la metrópoli (ubicado en la ciudad de Cádiz).
Había opiniones dispersas.
Al final, la votación dio como resultado el cese de la autoridad virreinal y la decisión de nombrar una Junta Provisional de Gobierno, que debía convocar a una reunión de representantes de todos los pueblos del virreinato. El nombramiento de esta junta fue encomendado por el Cabildo de Buenos Aires, que dos días después de tomar esa decisión designaron una junta a cargo del ex virrey Cisneros, lo que era dejar el poder en las mismas manos.
Los revolucionarios se movilizaron y forzaron el nombramiento de una nueva junta, a la cual presidió Cornelio Saavedra, sus secretarios fueron Juan José Paso y Mariano Moreno y tuvo seis vocales: Miguel de Azcuénaga, Manuel Alberti, Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Domingo Matheu y Juan Larrea. La composición de la junta expresaba un acuerdo o coalición entre varios sectores políticos e intereses de la sociedad porteña.
La junta sostenía la autonomía de las provincias rioplatenses frente a las autoridades establecidas en las metrópolis.
Divisiones y Cambios de Gobiernos a Partir de 1810
Los cabildos de Montevideo, Asunción del Paraguay y ciudades de Alto Perú rechazaron la autoridad de la junta y en Córdoba, el ex virrey Liniers organizó un movimiento contrarrevolucionario. La junta entonces envió expediciones para imponer su autoridad. Comenzó la guerra. Con el inicio de la guerra surgieron diferencias internas en la junta. Moreno quería que los representantes del interior se reunieran en un congreso general para decidir la organización política de las provincias rioplatenses. Mientras que Saavedra pensaba que había que tomar una postura más cautelosa, hasta que la junta tenga su autoridad asegurada en todo el territorio.
Por su parte, los diputados del interior pidieron sumarse a la junta y esto fue aceptado. Moreno no estaba de acuerdo y renunció. Con esta decisión se pasó a llamar Junta Grande. Moreno había muerto, pero la lucha entre Saavedristas y Morenistas continuaba mientras las expediciones enviadas a Paraguay y Alto Perú eran derrotadas.
Cuando Saavedra viajó al norte a hacerse cargo del ejército, el cabildo decidió reemplazar la junta por un poder ejecutivo de 3 miembros, el Triunvirato. Sus primeros miembros fueron Manuel Sarratea, Juan José Paso y Feliciano Chiclana.
El Primer Triunvirato adoptó una política de centralización de poder en Buenos Aires, al disolver juntas de las ciudades del interior y nombrar gobernadores desde la capital, lo que generó rechazos desde el interior. Al mismo tiempo retiró los ejércitos del Alto Perú, del actual norte argentino y Banda Oriental, lo que causó gran descontento. Esto llevó a la Logia, creada por José de San Martín y Carlos de Alvear, a organizar un movimiento militar que depuso al Primer Triunvirato. Se creó el Segundo, integrado por Nicolás Rodríguez Peña, Juan José Paso y Antonio Álvarez Jonte. Este gobierno convocó un congreso de diputados de las provincias, que adoptó el nombre de Asamblea General Constituyente (del año 13).
La Asamblea se proclamó soberana para decidir la organización política de las Provincias Unidas del Río de la Plata mediante una constitución. Sus primeras medidas se orientaron en reordenar la sociedad. Otorgó títulos de nobleza, abolió formas de servidumbre de los indígenas y decretó libertad de vientres. Además, tomó decisiones de un estado independiente: ordenó acuñar moneda propia, aprobó una marcha patriótica y el uso por los ejércitos de la bandera creada por Belgrano. A fines de 1813, la Asamblea decidió crear un poder ejecutivo unipersonal y centralista: el Directorio. Su primer director fue Gervasio Posadas.
Proyecto de Artigas y los Pueblos Libres
Artigas se convirtió en el principal caudillo oriental y su influencia se expandió a las demás provincias litorales.
El armisticio con Elio tuvo poca duración y en 1812, fuerzas porteñas comenzaron un segundo sitio en Montevideo, al que se sumó Artigas. El Segundo Triunvirato intentó un acercamiento para que los orientales participaran de la Asamblea del año 13. Artigas reunió un congreso de su provincia y nombró seis diputados a la Asamblea. Les dio instrucciones. Entre ellas quería la declaración de independencia, establecimiento de una confederación de provincias, libre comercio e igualdad de trato para todos los puertos del país.
Estos planteos iban en contra de los planteos del grupo predominante en Buenos Aires, encabezado por Alvear. La Asamblea no aceptó la incorporación de los diputados orientales. Así las relaciones entre Artigas y el gobierno de Buenos Aires se cortaron y al tiempo comenzó una guerra civil.
Junto con la declaración de independencia, para Artigas era necesario establecer una república de tipo confederal, en la que cada provincia conservaba su soberanía. Las autoridades federales solo tendrían facultades referidas a las relaciones entre provincias y las relaciones exteriores. Asimismo, postulaba libertad e igualdad civil y religiosa de todos los habitantes y el establecimiento de la división de poderes. Era un rechazo total al centralismo de Buenos Aires. Estas propuestas chocaron con el Directorio y se armó una guerra civil. Sobre Banda Oriental, Misiones, Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe se extendió la influencia de Artigas, en una confederación conocida como Liga de Pueblos Libres.
Distintos Proyectos Políticos a Partir de 1820
A principios de 1820, la Batalla de Cepeda puso fin al régimen directorial. Las Provincias Unidas se constituyeron en un conjunto de provincias autónomas que no tenían autoridad central.
Cada provincia dictó un estatuto o constitución y organizó sus instituciones… ejecutivo, legislativo y judicial.
Así sucedió con Buenos Aires que, después de un periodo de crisis política, organizó una Junta de Representantes con Martín Rodríguez como gobernador.
Los desacuerdos políticos produjeron fracturas de los grupos dirigentes en las provincias rioplatenses en dos tendencias: unitarios y federales.
Los unitarios sostenían la idea de un gobierno central fuerte. Preferían una organización en la que las provincias fueran solo divisiones administrativas sin gobierno propio.
Respecto a la economía, los unitarios eran partidarios del librecambio y el predominio del puerto de Buenos Aires.
Los federales defendían un modelo en el que las provincias se asociaban de manera voluntaria para establecer un gobierno central, pero conservaban sus autonomías.
Todos los grupos federales coincidían políticamente pero diferían económicamente. Los federales del interior querían una política aduanera proteccionista y reparto de ingreso aduanero entre provincias. Los federales del litoral pedían libre navegación de los ríos Paraná y Uruguay y la apertura de puertos sobre sus costas para desarrollar su economía fuera de la órbita de Buenos Aires. En cambio, los federales de Buenos Aires no aceptaban abrir puertos del litoral ni compartir derechos aduaneros con otras provincias.
La Confederación Rosista
Mucha oposición y mal clima político en Buenos Aires sin Rosas. La situación se agravó más aún con el asesinato de Facundo Quiroga. Este motivo conmovió a la sociedad que pidió seguridad. El deseo de un gobierno fuerte llevó a la renuncia de Maza y a la elección de Rosas como gobernador. Para que Rosas aceptara el cargo, la legislatura le concedió las facultades extraordinarias y la suma del poder público. Así, Rosas ejercía el ejecutivo provincial y podía tomar decisiones de poderes legislativos y judiciales. Confirmó su autoridad en un plebiscito que ganó por mucho.
Una vez consolidado en Buenos Aires, Rosas extendió su poder a las demás provincias. La falta de opositores facilitó la conformación de la Confederación Argentina. Rosas estaba encargado de las relaciones exteriores y del mando de los ejércitos federales, podía intervenir en la provincia que peligrase la causa federal y juzgar delitos federales; controlaba el tráfico fluvial de los ríos Paraná y Uruguay y vigilaba la circulación de publicaciones. Así, Rosas ejerció un poder de alcance nacional sin que hubiera constitución. Él se oponía a un congreso porque un debate traería más divisiones.
Rosas mantuvo la política comercial del puerto único. En 1835 dictó una ley de aduana, donde estableció el cobro de aranceles a los productos extranjeros que competían con los producidos localmente. Además, prohibió el ingreso de ciertos productos que fabricaban localmente también.
Esta ley cayó bien en provincias del interior, no así en el litoral ya que no permitió libre navegación en los ríos Paraná y Uruguay, el litoral siguió sujeto a la intermediación del puerto de Buenos Aires.
Rosas tuvo levantamientos en contra a los cuales derrotó, también algunos bloqueos a los que llegó a acuerdos.
Los partidarios de Rosas fueron muy violentos con ellos. Cuando se fueron solucionando esos problemas se llegó a la paz rosista. Disminuyó el maltrato y consolidó su poder.
Las Ideologías del Siglo XIX
Liberalismo: El liberalismo sostenía que la sociedad está formada por individuos, cuyas libertades deben respetarse. Los liberales sostenían la existencia de derechos individuales, políticos y económicos que eran propios de todo hombre sin distinción, que las leyes debían reconocer.
Socialismo: Algunos políticos y pensadores europeos cuestionaron el liberalismo y sus fundamentos. Estas corrientes recibieron el nombre de socialismo, por cuanto entendían que el hombre es por naturaleza un ser social y se oponían al individualismo característico de las ideas liberales clásicas.
Comunismo: Hacia la década de 1840, otras corrientes surgidas del socialismo y liberalismo comenzaron a ser conocidas con el nombre de comunismo. El término fue usado por primera vez por François Babeuf quien durante la Revolución Francesa había encabezado una conspiración contra el Directorio, al que proponía reemplazar por un régimen igualitario basado en una federación de comunas. Pero Babeuf planteaba además establecer la propiedad colectiva de la tierra y demás medios de producción.
Marxistas y Anarquistas: Las oleadas revolucionarias de 1848 llevaron a que se establecieran dos grandes tendencias dentro de las corrientes comunistas. El marxismo sostenía la necesidad de una revolución social, en la que los trabajadores debían tomar poder del estado para iniciar socialización de los medios de producción.
Para la misma época, Mijaíl Bakunin planteó el anarquismo que sostenía que la revolución social debía suprimir al estado y sus instituciones, ya que consideraba que todo el poder y cualquier tipo de gobierno eran una forma de opresión.
Nacionalistas: Los movimientos nacionalistas del siglo XIX defendían la individualidad y el particularismo de las naciones.
Los nacionalistas conservadores rechazaban los principios de la Revolución Francesa y defendían el retorno a la tradición y consideraban al estado como la máxima expresión de un espíritu nacional.
El nacionalismo progresista defendía la idea de que el estado debía surgir como producto de la voluntad popular y la mayoría de sus seguidores eran partidarios de establecer una república.
Cambios Económicos y Sociales a Partir de la Segunda Fase de Revolución Industrial
La Revolución Industrial requirió grandes inversiones. Se necesitaban abundantes fondos para maquinarias, instalaciones y materia prima. Las nuevas tecnologías eran más costosas pero tenían muy buen rendimiento.
Pocos empresarios tenían para cubrir los gastos, los que no, formaban sociedades y reunían los fondos. Muchas de estas sociedades emitieron acciones, documentos que certificaban participación en ellas y que podían ser vendidas y compradas en las bolsas.
Para ampliar el capital, las sociedades comenzaron a emitir títulos y bonos, que daban a quienes los compraban participación en las utilidades. Estos valores eran adquiridos por ahorradores o inversores a través de las bolsas.
Imperialismo y Colonialismo
Imperialismo: Término que hace referencia a la actitud, doctrina o acción que conduce al dominio de un estado sobre otro u otros mediante el empleo de fuerza militar, económica o política.
Colonialismo: Es la situación en que un país domina a otro. La motivación de colonización puede ser: apropiación de tierras, riqueza y recursos; estrategia militar, económica o las reivindicaciones históricas, etc.