Revolución Industrial: Origen, Desarrollo y Consecuencias Sociales

La Revolución Industrial y los cambios sociales

1. El origen de la Revolución Industrial

Destaca por el uso del carbón mineral como fuente de energía y la industria textil y siderúrgica como las principales.

1.1 El concepto de Revolución Industrial

Es el conjunto de transformaciones que permitieron sustituir el trabajo manual, realizado en pequeños talleres, por el trabajo con máquinas llevado a cabo en grandes fábricas. Tiene su origen en Gran Bretaña hacia 1780 y se difundió por otros países de Europa (Francia, Bélgica y Alemania) hacia 1830. Esto supuso el paso de una economía y sociedad agraria y rural, a otra industrial y urbana.

Podemos diferenciar la I Revolución Industrial (comenzó en torno a 1770) y la II Revolución Industrial (1870).

1.2 La Revolución Demográfica

A finales del siglo XVIII (en torno a 1770) se inicia un crecimiento demográfico de la población en Europa debido, sobre todo, al descenso de la mortalidad y el mantenimiento de la alta natalidad. La mortalidad descendió principalmente debido a la mejora de las condiciones higiénico-sanitarias, médicas y alimenticias:

  • La erradicación de las epidemias de peste.
  • La mejora de la alimentación, gracias a los avances en agricultura y a los cultivos importados de América.
  • Uso del jabón.
  • Aparición de la vacuna contra la viruela, etc.

Al aumentar la población, también se produce un aumento de la demanda de productos agrícolas y artesanales.

1.3 Revolución Agrícola

  • Mejora de las técnicas agrícolas: Se sustituyó el barbecho por la rotación cuatrienal, donde en la misma parcela se van rotando 4 cultivos diferentes a través de su división. Se sustituye el arado de madera por el de hierro y se comienzan a incorporar máquinas como sembradoras o cosechadoras.
  • Transformación de las estructuras agrarias: Las revoluciones liberales acabaron con el control de la tierra por parte de los nobles. Muchas tierras pasaron a manos de los campesinos y los burgueses, que las explotaban más eficientemente.
  • Reforma de ganadería: Parte de la tierra se usó para producir alimento para el ganado, aumentando su número.

1.4 Nueva forma de pensar

En esta época aparece en la población una nueva mentalidad basada en el libre comercio, la iniciativa empresarial individual y la búsqueda de máximo beneficio económico. El comercio libre comenzó a producir beneficios que se invirtieron en la construcción de nuevas fábricas. Además, hay que destacar la abundancia en Inglaterra de minas de carbón y hierro, necesarios para poner en marcha las nuevas fábricas.

2. La Primera Revolución Industrial

2.1 Del taller a la fábrica

La máquina de vapor, patentada por J. Watt, fue el primer gran invento de la Revolución Industrial. Debido a la necesidad de espacio que estas máquinas requerían, los pequeños talleres artesanales son sustituidos por grandes fábricas que necesitaban grandes espacios y mucha inversión. La actividad industrial se concentró en determinados lugares y se comenzó a usar la producción a través de la división del trabajo (cada obrero se especializa en una tarea concreta), trabajando al ritmo que imponía la máquina. Esto provocó el aumento de la productividad, abaratando los costes de fabricación y los precios de los productos.

2.2 Los sectores punteros

  • Industria textil: El algodón llegaba a Gran Bretaña desde sus colonias (América y Asia). La máquina de vapor hizo que la producción textil se multiplicara. Los tejidos comenzaron a ser asequibles, de buena calidad y de fácil adquisición por parte de la mayoría de la población. La agricultura (que proporcionaba materias primas) y la siderurgia (que proporcionaba hierro para las máquinas) también se vieron beneficiadas por el crecimiento de esta industria.
  • Industria siderúrgica: Fue a finales del siglo XVIII cuando se comienza a usar el carbón de coque (carbón mineral) para fundir el mineral de hierro y obtener un producto refinado de alta calidad. Se comenzaron a construir altos hornos y la demanda y la producción de hierro se multiplicaron.

2.3 Liberalismo económico

Paralela a la Revolución Industrial, se difundió por Europa una ideología económica expuesta por el escocés Adam Smith, basada en el principio de libertad económica para crear empresas, contratar y despedir trabajadores, establecer condiciones laborales y precios de productos, etc. Es el llamado liberalismo económico.

Según esta doctrina, el Estado no debía intervenir en la economía, ya que esta se ajustaba de forma natural por la llamada mano invisible del mercado, mediante la ley de la oferta y la demanda (por la cual se determinaba el precio de los bienes, el salario de los trabajadores, etc.).

3. La revolución de los transportes

3.1 El gran desarrollo de la navegación

A partir del año 1770 se construyeron numerosos canales en Gran Bretaña para trasladar mercancías voluminosas, como el carbón. La máquina de vapor se aplicó a la navegación.

3.2 La era del ferrocarril

Surgió como resultado de la invención de la máquina de vapor (que servía para mover la locomotora) y el desarrollo de la industria siderúrgica, que aportaba hierro para la construcción del tren y los raíles.

Fue en 1814 cuando G. Stephenson construyó una locomotora a vapor para transportar cargas entre las minas de carbón. En 1825 se inauguró la primera línea férrea entre Manchester y Liverpool. El ferrocarril pronto pasó a ser un medio rápido, seguro y barato para transportar personas y mercancías. Esto aceleró la industrialización, que aumentó la demanda y el consumo de carbón y de hierro.

3.3 Los efectos de la revolución de los transportes

  • Aumentó la producción de carbón y hierro debido a que era más fácil transportarlo y a que la fabricación de trenes y vías férreas lo requería.
  • Se desarrolló el comercio.
  • Se impulsó la especialización de la economía mundial.

4. La Segunda Revolución Industrial

Se inicia a partir de 1870.

4.1 Nuevas fuentes de energía e industrias

  • La electricidad: Se aplicó a las fábricas para mover máquinas y a los medios de transporte y comunicación (ferrocarril, metro, teléfono, radio, etc.).
  • Petróleo: Adquirió gran importancia con la invención del motor de explosión aplicado a automóviles.

La industria textil perdió importancia a favor de la siderúrgica (aumentó la productividad por el convertidor Bessemer), la industria química (productos farmacéuticos, abonos, plásticos, etc.) y la industria eléctrica (producción y distribución de electricidad).

4.2. Sistemas de producción novedosos

Después de que los bancos comenzaran a prestar dinero a las empresas industriales (capitalismo financiero), se empiezan a aplicar una serie de innovaciones en la producción:

  • Taylorismo: Suprimió los desplazamientos de los trabajadores en las fábricas disponiendo cintas transportadoras que desplazaban los productos hasta los obreros. Nacía así el trabajo en cadena. El ejemplo más importante fue Henry Ford con sus fábricas de coches, donde los productos pasaban de un operario a otro a través de una cadena de montaje, aplicando la producción en serie (fabricación de productos en grandes cantidades a partir de piezas diseñadas todas iguales).

Lo más novedoso en esta etapa fue la concentración empresarial como medio para controlar el mercado:

  • Cartel: Empresas del mismo tipo para fijar precios o repartirse el mercado.
  • Holding: Gran empresa que controla empresas más pequeñas de diferente naturaleza, ya que posee la mayoría de sus acciones.
  • Trust: Fusión de varias empresas para cubrir todas las fases de la producción de un artículo.

5. Expansión de la Revolución Industrial

5.1 La Revolución Industrial en el continente europeo

Tras Reino Unido, fue Bélgica el primer país en industrializarse. Francia se industrializó a principios del siglo XIX, aunque nunca alcanzó el nivel británico. En Alemania el proceso fue más tardío (finales del siglo XIX) debido, sobre todo, a que no era un territorio unificado. En Alemania el Estado tenía gran interés en la industrialización, con lo que potenció un sistema educativo que favoreció las enseñanzas técnicas. El resto de los países de Europa se industrializaron más tarde y en menor medida.

5.2 Industrialización de Estados Unidos

Se convierte en potencia industrial a finales del siglo XIX.

La abundancia de recursos naturales (hierro, carbón, petróleo, etc.) y la especialización productiva (norte industrial y suroeste agrícola), unidos a gran mercado interior, favorecieron la rápida industrialización del país.

5.3 Japón en la era Meiji

A partir del año 1868, Japón comienza un proceso de industrialización basado en la formación de técnicos en las universidades occidentales y la llegada de asesores extranjeros. Al igual que en Alemania, la industria fue impulsada por el Estado, creando industrias y ferrocarriles. Se dio un proceso de concentración empresarial y se formaron grandes corporaciones.

6. Los efectos de la industrialización en la población

6.1 Incremento demográfico

A lo largo del siglo XIX se acelera el crecimiento demográfico debido, principalmente, al mantenimiento de la alta tasa de natalidad y al descenso de la mortalidad. Este descenso estuvo motivado principalmente por la mejora de las condiciones higiénico-sanitarias y médicas, que se retroalimentaron con los avances industriales.

6.2 Época de grandes migraciones

La mecanización del campo (gracias a la maquinaria agrícola) y la ubicación de las industrias en las ciudades o sus proximidades, provocaron un fuerte éxodo rural en Europa y EEUU, que provocaron un intenso proceso de urbanización. En Europa el campo no necesitaba tanta mano de obra y las industrias urbanas no podían absorber tanta población campesina, que emigraron a otros continentes. Al principio fueron los británicos, alemanes y escandinavos; más tarde, ciudadanos del sur de Europa. El destino principal fue América. También Australia y Sudáfrica.

7. La sociedad de clases. Las clases altas

7.1 Una nueva sociedad

Se basaba en la igualdad jurídica, ya que todas las personas eran tratadas igual ante la ley y podían acceder a los puestos públicos según sus méritos. Aunque la realidad era que existía una profunda desigualdad. La sociedad se dividió en clases sociales, distinguidas básicamente no por la propiedad y por la existencia de privilegios, sino por la capacidad económica. Clase alta (aristocracia y alta burguesía), media (pequeña burguesía) y baja (campesinos y proletariado industrial).

  • Aristocracia: Perdió importancia a favor de la burguesía. Se eliminaron sus derechos sobre los feudos y tuvieron que pagar impuestos. La mayoría no tuvieron iniciativas para promover y organizar empresas. Siguieron ocupando grandes cargos en la Administración y el Gobierno de los Estados.
  • Alta burguesía: Fue la clase más poderosa de la nueva sociedad industrial (empresarios, altos funcionarios, y algunos profesionales liberales como médicos, abogados, etc.). Vivían en las ciudades (barrios ensanches) e intentaban imitar la ostentosa forma de vida de los aristócratas. Hacían alarde de lo importante del trabajo y el esfuerzo para alcanzar la prosperidad.

8. Las clases medias y bajas

  • Pequeña burguesía: Formada, sobre todo, por pequeños comerciantes y propietarios, médicos rurales, profesores, funcionarios, etc. Su poder económico y su nivel educativo era superior al de las clases bajas. Daban gran importancia al trabajo y al ahorro para prosperar, solían tener opiniones políticas moderadas y daban gran importancia a la educación. Tenían tiempo libre y lo empleaban en actividades de ocio.
  • Clases bajas: A pesar de la industrialización, la mayoría de la población de Europa seguía siendo campesina (campesinos propietarios en el norte y jornaleros en el sur).

Apareció el proletariado industrial, integrado por los trabajadores de las industrias. Realizaban tareas que requerían poca cualificación, cobraban sueldo muy bajos, trabajaban en condiciones muy duras (jornadas de más de 12 horas, abundaba el trabajo infantil). También destacaban en este grupo las personas pertenecientes al servicio doméstico de aristocracia y alta burguesía).

Las clases bajas no solían disponer de tiempo libre y su nivel económico y poder adquisitivo era muy precario.

9. El nacimiento del movimiento obrero

9.1 Ludismo y sindicatos

El movimiento obrero se define como el conjunto de iniciativas colectivas llevadas a cabo por los trabajadores asalariados para mejorar sus condiciones.

El ludismo fue un movimiento destinado a destruir las máquinas de la fábricas, puesto que los trabajadores las consideraban culpables de su situación.

El cartismo fue una gran movilización en Gran Bretaña en la que se reclamaban derechos laborales y el sufragio universal, ya que los obreros no tenían derecho al voto.

Los primeros sindicatos nacieron en Gran Bretaña en 1824, reclamaban mejoras salariales, reducción de jornadas, supresión del trabajo infantil, etc. Usaban la huelga como instrumento de presión.

9.2 Ideología obrera: Marxismo y anarquismo

Karl Marx fue el principal ideólogo del marxismo (junto a Engels). Con la publicación del Manifiesto Comunista, afirman que en las sociedades industriales existe una lucha de clases entre opresores (clases altas) y oprimidos (clase baja). Los opresores explotaban a los obreros para lograr mayores beneficios.

Marx proponía emprender una revolución para destruir el capitalismo y dar el poder a los trabajadores. Pretendía establecer una sociedad comunista sin propiedad privada y sin clases sociales, en la que el Estado controlaría la economía de los países. Esto dio origen a los partidos socialistas.

El anarquismo tuvo a sus máximos teóricos en Proudhon y Bakunin. Los anarquistas se oponían a cualquier forma de Estado y aspiraban a sustituirlo por asambleas locales. Defendían la colectivización de la propiedad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *