AA modo de introducción, el reinado
De Isabel II (1833-68),se fijó como objetivo económico modernizar el país y
Socio-políticamente afianzar el modelo liberal.
En general, el periodo se puede
Dividir en dos grandes fases: las regencias de María Cristina y Espartero y el
Propio reinado de la reina, a su vez subdividido en la Década Moderada, el
Bienio Progresista y la sucesión de gobiernos moderados durante el retorno del
Moderantismo.
En el desarrollo del Tema, la Regencia de María Cristina Quedaría marcada por la guerra carlista, motivada por la pretensión del hermano De Fernando VII, Carlos María Isidro (Carlos V), de mantener sus derechos Dinásticos, provocando una Guerra Civil entre absolutistas o carlistas y Liberales o isabelinos. La Primera Guerra Carlista tendría como escenario el País Vaco, Navarra, Cataluña y el Mestrazgo, desplegando su actividad en el Centro-norte peninsular. Así, de entre los hechos de armas destaca la Expedición Real (1837), encabezada por Don Carlos y dirigida por el general Cabrera hasta las puertas de Madrid; igualmente sobresale la figura del Caudillo militar Zumalacárregui, organizador de la resistencia vasconavarra, a Cuya muerte en el sitio de Bilbao el carlismo se fragmentó entre los leales a Carlos, exiliado en Francia, y los partidarios de la paz, los mismos que Pondrían fin al conflicto a través del Convenio o Abrazo de Vergara entre el Carlista Maroto y el isabelino Espartero: a cambio del reconocimiento de Isabel Se confirmaban algunos derechos forales y los empleos y grados del Ejército Carlista. Sin embargo, esta doble visión de España permanecería durante todo el S. XIX, pues a cada cambio de sistema político se iniciaría otra nueva Sublevación carlista: Segunda Guerra Carlista y Tercera. A pesar de la guerra, la obra política de Primera Regencia se caracterizará por la organización estatal en 49 Provincias diseñada por Javier de Burgos, la desamortización de Mendizábal y el Estatuto Real, una especie de carta otorgada, por lo que en 1836 un grupo de Suboficiales obligó a María Cristina a sancionar nuevamente la Constitución de 1812 (“Motín de la Granja”). Nacía poco después la Constitución de 1837, aunque Más moderada que “la Pepa”. Sin embargo, la Ley de Ayuntamientos sustituyó la Elección de alcaldes por el nombramiento gubernamental, lo que provocó la Renuncia de María Cristina y la asunción de la Regencia por el general Espartero, quien gobernaría de forma Dictatorial en aras de un liberalismo a ultranza, por lo que pronto se quedaría Sin apoyos. En consecuencia, el general Narváez protagonizó un nuevo Pronunciamiento y proclamó con 13 años la mayoría de edad de Isabel II. La Primera etapa del reinado de Isabel II se conoce como la Década Moderada asentada sobre la Nueva Constitución de 1845, en la que no se regulan los derechos sino por leyes Posteriores y por la que se incrementaba el poder de la Corona y del Gobierno En detrimento de un parlamento bicameral (Congreso y Senado), se manténía el Sufragio censitario y la soberanía compartida. El régimen marginó a los demócratas E impuso el bipartidismo entre los progresistas de Espartero y los moderados de Narváez, cuyo gobierno aprobó importantes reformas: Ley Fiscal de Mon, Código Civil y Penal, Plan de Estudios de Pidal. Además, se creó un cuerpo de Seguridad rural, la Guardia Civil; y finalmente, el régimen firmó un concordato Con el Vaticano (1851) por el que la Iglesia lo reconocía y aceptaba la desamortización De Mendizábal a cambio de su mantenimiento económico, oficialidad y presencia Educativa. Tras una década de autoritarismo y corrupción, el general O´Donnell Líderó otro alzamiento (“la Vicalvarada”). Se trataba de la reacción de los Liberales progresistas, deseosos de poner en práctica su ideario según su Programa, el Manifiesto de Manzanares, redactado por el joven Cánovas del Castillo. Comenzaba así el Bienio Progresista bajo la dirección nuevamente del general Espartero: desamortización de Madoz, Ley de Ferrocarriles, Ley Bancaria, la constitución non-nata de 1856,… El retorno del moderantismo llegaría Nuevamente de la mano de Narváez, reinstaurándose la Constitución de 1845, Reorganizándose el sistema educativo (Ley de Educación o de Moyano, 1857), etc. Destacaría en esta fase el “gobierno largo” del general O´Donnell a través de Su nuevo partido: la Uníón Liberal (un intento de aglutinar las alas moderadas De los partidos progresista y moderado). Por último, a imitación de las grandes Potencias, España intervendría en el exterior (Guerra de Crimea) e iniciaba su Aventura colonial en Marruecos, enviaba su primer gobernador a Guinea, Participaba en la anexión francesa de Annam (Conchinchina) y en la conquista de Saigón, se ocupó momentáneamente Santo Domingo, colaboró en México con Francia E Inglaterra en la aventura liberal de Maximiliano de Austria y acabó con el Rocambolesco bombardeo de Valparaíso y el Callao (Guerra del Pacífico, 1864-66). La crisis económica finisecular, la oposición obrera, de los partidos Marginados y de los partidos republicanos, las intentonas de nuevos pronunciamientos (Prim, los sargentos de San Gil),… provocaría la firma en Bélgica del Pacto de Ostende con el fin de destronar a Isabel II, plasmándose en el inicio del Sexenio Revolucionario (1868-74).
En conclusión, el Reinado de Isabel II supone la consolidación del modelo liberal en España, si Bien las disputas entre la tendencia democrática y la doctrinal o autoritaria Caracterizarán el periodo. Asimismo, su reinado consolidará la inercia política Del s. XIX y del primer tercio del XX, consistente en sancionar una Constitución cada vez que un nuevo gobierno asuma el poder, el recurso al Pronunciamiento militar como sistema de alternancia política y la Preponderancia de los militares, resultado de su protagonismo tanto en la Guerra de la Independencia como en las guerras civiles carlistas.