Revoluciones Burguesas: Independencia de Estados Unidos, Revolución Francesa y Era Napoleónica

Las Revoluciones Burguesas y el Fin del Antiguo Régimen

Los Procesos Revolucionarios

Las reformas ilustradas no lograron solucionar los problemas del Antiguo Régimen. Por eso, el final de este sistema se produjo por medio de la revolución, un cambio rápido y profundo.

Las Revoluciones Burguesas

Las revoluciones se iniciaron a finales del siglo XVIII. Son conocidas como revoluciones burguesas, debido a que estuvieron protagonizadas por la burguesía, que fue la principal beneficiada por los cambios. También participaron y se beneficiaron de ellas otros grupos sociales. Las revoluciones burguesas fueron, ante todo, revoluciones políticas, aunque otros aspectos de la vida también resultaron influenciados por el deseo de romper con la situación anterior.

Los Cambios Revolucionarios

En el plano político, los objetivos de los revolucionarios fueron:

  • Acabar con el absolutismo.
  • Implantar un sistema político liberal, basado en el respeto a los derechos de la ciudadanía, la soberanía nacional y la división de poderes.

Las primeras revoluciones políticas que se propusieron alcanzar estos objetivos tuvieron lugar en América del Norte (1776) y en Francia (1789). La repercusión de la Revolución Francesa justifica que se haya tomado como punto final de la Edad Moderna y año de inicio de un nuevo periodo histórico, la Edad Contemporánea, que se prolonga hasta nuestros días.

En el plano económico, la Revolución Industrial acabó con el predominio de la economía agraria e impuso una nueva economía industrial y urbana.

En el plano social, la sociedad estamental dio paso a una nueva sociedad de clases fundamentada en la valía y el mérito personal, medido por la riqueza. La burguesía se convirtió en el grupo social dominante.

La Revolución e Independencia de Estados Unidos

A finales del siglo XVIII, las trece colonias británicas de la costa este de América del Norte se independizaron de Gran Bretaña y protagonizaron una revolución política.

Causas del Conflicto

  • Descontento de los colonos: carecían de representantes en el Parlamento británico.
  • Dependencia comercial de Gran Bretaña: no podían ocupar los territorios situados al oeste de las colonias por estar reservados a los británicos. En esta situación, la difusión de las ideas ilustradas llevó a que muchos considerasen despótico al gobierno británico.

La chispa que encendió el conflicto fue el intento británico de implantar nuevos impuestos, como:

  • La Ley del Timbre (1765), que obligaba a pagar una tasa sobre los documentos jurídicos y comerciales.
  • El Acta del Té (1773), que concedía el monopolio del té en las colonias a la Compañía Inglesa de las Indias Orientales, liberándola de pagar impuestos. También gravaba la importación de productos como papel, vidrio y plomo.

Estas nuevas cargas no fueron aceptadas por los colonos, ya que decían que no habían sido votadas por ellos al carecer de representantes en el Parlamento británico, y dieron lugar a distintos actos de protesta. El más importante fue el Motín del Té, en el que un grupo de colonos arrojó al mar la carga de té de tres buques británicos en el puerto de Boston.

La Revolución Francesa (1789-1799)

Causas de la Revolución

En Francia, la revolución estalló por diferentes causas:

  • Políticas e ideológicas: el absolutismo había sido criticado por la Ilustración en la segunda mitad del siglo XVIII, y la revolución americana mostró que era posible derribarlo.
  • Sociales y económicas: todos los grupos sociales estaban descontentos:
    • La nobleza y el clero habían perdido poder a causa del absolutismo real y, pese a su riqueza, muchos tenían dificultades económicas debido a sus elevados gastos.
    • La burguesía carecía de influencia política y veía obstaculizados sus negocios por el control monárquico de la economía.
    • El campesinado, agobiado por los impuestos, apenas tenía para subsistir.
    • Los grupos populares urbanos vivían en la miseria.

La Europa Napoleónica (1799-1815)

Napoleón: Del Consulado al Imperio

En su etapa como primer cónsul (1799-1804), Napoleón consiguió consolidar las conquistas de la revolución, al lograr la pacificación del país y llevar a cabo numerosas reformas internas.

  • Pacificación del país: la logró eliminando a la oposición radical, permitiendo el regreso de la nobleza exiliada y firmando un concordato con la Santa Sede (1801) en el que se reconocía la religión católica. A cambio, la Iglesia no reclamaría las tierras confiscadas al clero durante la revolución.
  • Reformas internas: las más importantes fueron:
    • El Código Civil (1804), que recogía los logros revolucionarios (igualdad ante la ley, libertad, propiedad y separación entre la Iglesia y el Estado).
    • La implantación de la libertad económica.
    • La creación de una asistencia social pública.
    • El fomento de la instrucción pública.
    • La construcción de numerosos monumentos en París.

Estos logros otorgaron a Napoleón una gran popularidad. De ahí que fuera nombrado cónsul vitalicio (1802) y, más tarde, emperador de los franceses (1804) con la aprobación popular expresada en un plebiscito.

La Época de la Restauración

Tras la derrota de Napoleón, se abrió un nuevo periodo en Europa en el que se propuso restaurar el absolutismo. Finalmente, acabaron imponiéndose el liberalismo y el nacionalismo.

La Vuelta al Absolutismo

Entre 1814 y 1815, las potencias vencedoras de Napoleón (Reino Unido, Austria, Prusia y Rusia) se reunieron en el Congreso de Viena. Sus objetivos fueron dos:

  • Restaurar el Antiguo Régimen: para ello se restableció en sus tronos a los monarcas depuestos por Napoleón.
  • Reconstruir el mapa político de Europa: obligaron a Francia a volver a sus límites de 1791 y se repartieron territorios. El trazado de las nuevas fronteras se hizo sin contar con los deseos de algunos pueblos, que quedaron separados o unidos contra su voluntad.

Por último, en 1815 se crearon dos grupos de alianzas para asegurar el orden establecido: la Santa Alianza (Austria, Prusia y Rusia) y la Cuádruple Alianza (Austria, Prusia, Rusia y Reino Unido).

Las Nuevas Ideologías

A pesar de los intentos absolutistas, la Restauración no pudo impedir la expansión por Europa de nuevas ideas y valores, representados por:

  • El liberalismo, que defendía:
    • La libertad individual, plasmada en el reconocimiento de derechos a los ciudadanos.
    • La igualdad ante la ley, suprimiendo los privilegios.
    • La implantación de regímenes constitucionales, basados en la soberanía nacional y la división de poderes.

    La ideología liberal se extendió entre los burgueses y las clases populares de las grandes ciudades.

  • El nacionalismo: sostenía que el marco fundamental de la vida de las personas es la nación, entendida como una comunidad con rasgos propios derivados de una historia, una lengua y una cultura comunes. Su objetivo era que cada nación tuviese su propio Estado y, por tanto, reclamaba que las fronteras de las naciones coincidieran con las de los Estados. La ideología nacionalista se extendió por los territorios sometidos a un poder extranjero, como Grecia, o por los que aspiraban a formar un Estado unificado, como Italia y Alemania.

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