Revoluciones Burguesas: Independencia de las Trece Colonias y Revolución Francesa

Independencia de las Trece Colonias

La rebelión de las 13 colonias que el Reino Unido poseía en el norte de América constituyó la primera revolución de carácter burgués y el precedente de otras posteriores. Su importancia radicó en que, por primera vez, se puso en práctica una organización política de carácter liberal asentada sobre las bases ideológicas de la Ilustración (división de poderes, soberanía nacional, constitucionalismo y sufragios).

Causas

  • Económicas: Desde una práctica mercantilista, las colonias estaban obligadas a suministrar materias primas a la metrópoli a cambio de recibir sus manufacturas y comerciar con las compañías comerciales británicas.
  • Políticas: La falta de autonomía política, al no tener representantes los colonos en el Parlamento Británico, el cual adoptaba decisiones que les afectaban, como la aprobación de impuestos.
  • Sociales-Ideológicas: Las escasas diferencias sociales en la sociedad de las colonias, al estar constituidas por una dinámica burguesía que acogió las ideas ilustradas (libertad e igualdad) de la burguesía europea con la que mantenía contacto comercial.

El Detonante de la Revuelta

Se produjo tras la Guerra de los Siete Años que Inglaterra había mantenido con Francia, que generó una crisis financiera que el rey Jorge III intentó paliar recurriendo a impuestos forzosos a los colonos. Ante la violenta reacción de los colonos, la Corona decidió retirar todas las tasas, salvo la del té, hecho que provocó el llamado «Motín del Té» acontecido en el puerto de Boston (1773).

El 4 de julio de 1776, en el segundo Congreso en Filadelfia, se proclamó la Independencia, encabezada por Thomas Jefferson, iniciándose la guerra.

Desarrollo de la Guerra

Bandos militares:

  • De un lado, el ejército regular colonial británico, reforzado por mercenarios, al que se unieron diversas tribus indias. Era muy superior al de los colonos, pero la lejanía de Gran Bretaña le restaba eficacia.
  • Del otro, la improvisada fuerza armada de los colonos, en principio desorganizada, pero convertida con el tiempo por George Washington en un efectivo instrumento militar, gracias al apoyo del ejército francés y español que pretendían debilitar a Inglaterra.

El conflicto concluyó en 1783 tras la firma de la Paz de Versalles, por la que Gran Bretaña reconoció la independencia de sus colonias.

El Nuevo Estado

Garantizaba una serie de derechos naturales, individuales e intransferibles: a la vida, a la libertad, a la igualdad, a la propiedad, a derrocar un gobierno injusto (soberanía nacional), a la defensa legal (habeas corpus) y a la libertad de expresión, asociación, prensa y religión. Estos derechos fueron recogidos en la Declaración de Independencia y, posteriormente, en la Constitución.

Constitución de 1787

Es la primera constitución escrita de la historia. La forma de estado que se recoge es un Estado Federal Republicano que agrupaba las trece colonias en una confederación voluntaria. Su vínculo quedaba garantizado por un poder federal fuerte que se encargaba de aspectos como la política exterior, la política económica o el ejército. Llevó a la práctica la división de poderes de Montesquieu:

  • El poder ejecutivo recae en un Presidente (el primero de los cuales fue George Washington) y Gobernadores en los respectivos estados.
  • El poder legislativo en dos cámaras: el Congreso y el Senado.
  • El poder judicial en el Tribunal Supremo de los EEUU.

Actualmente, la Constitución de 1787 sigue en vigor en USA, si bien ha sido objeto de numerosas enmiendas que le han permitido adaptarse a los tiempos.

Revolución Francesa

Causas

  • Difusión de las ideas ilustradas como la soberanía nacional, la división de poderes y las críticas contra el absolutismo y la sociedad estamental.
  • Los cambios económicos que estaban teniendo lugar en el seno del capitalismo comercial daban a la burguesía un fuerte poder económico que no se correspondía con su escaso protagonismo político.
  • Las clases populares aspiraban a suprimir los derechos señoriales.
  • La crisis de subsistencias afectó a amplios sectores de la población, creando un ambiente de tensión social y política, ya que, frente a la escasez, la carestía y el hambre, los notables y la Corte siguieron sumidos en un ambiente de lujo, despilfarro y ostentación.
  • La causa desencadenante sería la crítica situación de la Hacienda pública, que empeoró tras el apoyo en la guerra de independencia de Estados Unidos contra Inglaterra, que lleva a Luis XVI y a sus ministros a intentar solucionarla aumentando los impuestos, pero los nobles se negaron a pagar impuestos y exigieron la convocatoria de Estados Generales.

Luis XVI convocó los Estados Generales en 1788. Los representantes del tercer estado o pueblo llano exigieron el voto por persona, en lugar de por estamentos. Ante la negativa del monarca, los diputados del estado llano se trasladaron a la sala del Juego de Pelota y se autoproclamaron Asamblea Nacional (produciéndose así una auténtica revolución jurídica al sustituirse el concepto de absolutismo real por el de soberanía nacional), jurando no disolverse hasta aprobar una Constitución.

El pueblo de París les apoyó y, el 14 de julio de 1789, asaltó la fortaleza de la Bastilla, símbolo del absolutismo. Las revueltas se extendieron rápidamente por todo el territorio francés.

Asamblea Nacional Constituyente

  • Abolió los privilegios feudales y la sociedad estamental.
  • Declaró los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
  • Promulgó la Constitución de 1791, en la que se contempló la soberanía nacional, la división de poderes y el sufragio censitario.

La Asamblea Nacional ponía la Revolución en manos de los sectores moderados, los girondinos. Con ella, Francia dejó de ser una monarquía absoluta y se organizó como una monarquía de carácter limitado y constitucional.

Asamblea Legislativa (1791-1792)

Durante ese período tuvieron lugar una serie de hechos que radicalizaron la revolución:

El rey intentó huir a Austria (2 de junio de 1791). Descubierto en Varennes, fue obligado a regresar a París, quedando en entredicho su lealtad.

Como reacción, las potencias absolutistas, encabezadas por Austria y Prusia, decidieron intervenir en ayuda del monarca francés. La Asamblea Legislativa, dominada por los girondinos (republicanos moderados), declaró la guerra a Austria (1792). En el interior se desencadenó la división del frente revolucionario. Surgieron grupos radicales (como el de los sans-culottes) que reivindicaban cambios democráticos y sociales avanzados. El 10 de agosto instauraron en París una Comuna revolucionaria que destituyó y arrestó al rey, procediendo a la sistemática persecución de sus seguidores. Se ponía fin, de ese modo, a la monarquía constituyente consagrada en la Constitución de 1791.

Convención Nacional (1792-1794)

La Asamblea Legislativa fue reemplazada, mediante sufragio universal, por la Convención Nacional. Ésta abolió la monarquía e implantó una República. Dos etapas configuraron este período:

a) La girondina (septiembre de 1792-junio de 1793).

Dominada por los moderados girondinos, representantes de la alta burguesía. Se venció a los prusianos, pero la presión de los radicales jacobinos forzó a la ejecución del rey (enero de 1793), lo que avivó la ofensiva europea, encabezada por Inglaterra.

b) La jacobina (junio de 1793-julio de 1794).

En esta fase, los jacobinos, representantes de la burguesía media, apoyados por los sans-culottes (clases populares, artesanos y obreros) y la Comuna de París, se hicieron con el poder, desbancando a los girondinos, que fueron perseguidos y muchos de ellos ejecutados. Entre los nuevos dirigentes sobresalió la figura de Robespierre. El Comité de Salud Pública se convirtió en el verdadero órgano de gobierno. A través de un Tribunal Revolucionario, se implantó un “Régimen de Terror” durante el cual fueron guillotinadas más de 16.000 personas. Se emprendieron reformas sociales como la redistribución de la propiedad agraria, el establecimiento de la educación primaria gratuita y la fijación de precios máximos. Además, se promulgó la Constitución de 1793, que establecía el sufragio universal masculino. En julio de 1794 (mes de thermidor, según el calendario revolucionario), un golpe de estado protagonizado por los diputados centristas (la Llanura) depuso a Robespierre y mandó ejecutarlo.

Directorio (1794-1799)

Tras la ejecución de Robespierre y de otros elementos jacobinos («montañeses»), la revolución se adentró en una fase moderada. Fue redactada una nueva Constitución, la de 1795. El poder Ejecutivo quedaba en manos de 5 miembros (directores), en tanto que el Legislativo descansaba en dos Cámaras (Consejo de los Quinientos y el Senado).

Un militar de prestigio, Napoleón Bonaparte, se convirtió, durante algún tiempo, en el árbitro de la política, hasta que, en noviembre de 1799 (brumario), decidió poner fin al sistema mediante un golpe de estado.

Consulado (1799-1804)

Napoleón fue concentrando el poder progresivamente y, en 1802, se proclamó cónsul vitalicio. Gracias a su prestigio, debido a las victorias militares, se hizo coronar emperador en 1804.

Imperio (1804-1814)

Napoleón afianzó las principales conquistas revolucionarias, aunque eliminando sus aspectos más radicales y tendiendo a una cada vez mayor concentración de poder en su persona, apoyándose, para ello, en la alta burguesía y el ejército. A nivel ideológico y político, mantuvo muchos de los principios de la Revolución (liberalismo, subordinación del clero al Estado, fomento de la educación), pero, por otro lado, desvirtuó el sufragio universal, entorpeció la acción del cuerpo legislativo, la educación fue utilizada como un medio de control moral y político, los tribunales sufrieron una depuración (imposición de magistrados afectos al régimen), la libertad de prensa y de palabra se recortó. El Código Civil (1804) garantizaba la libertad individual, la igualdad ante la ley, la propiedad privada y la libertad económica. A nivel social, la alta burguesía, junto a sectores de la nobleza exiliada repatriada, se convirtió en la clase dirigente de Francia, en tanto que el campesinado conservó las ventajas alcanzadas tras las reformas de la Revolución. En el plano internacional, Napoleón persiguió la idea de una Europa unida, caracterizada por la abolición de la sociedad estamental. Para poner en práctica dicho proyecto, se embarcó en una política imperialista que acabó con el Antiguo Régimen. Para llevarla a cabo, se dotó de un moderno ejército que cosechó una serie de victorias militares frente a rusos, austriacos y prusianos (Ulm, Austerlitz, Jena, etc.). Con ello se formó un extenso imperio bajo el liderazgo de Francia, organizado y regido personalmente, a través de familiares o militares de confianza, con la colaboración de las clases ilustradas de los países conquistados, en los que se promulgaron constituciones y códigos similares al francés. Sin embargo, fracasó en el intento de bloquear a Inglaterra por mar (bloqueo continental).

La Caída de Napoleón

Las dificultades que encontró en España (Guerra de la Independencia), el fracaso de la campaña de Rusia y la enérgica acción de Inglaterra (derrota franco-española de Trafalgar (1805)) hicieron fracasar sus pretensiones imperiales. Tras ser vencido en Leipzig (1813), fue desterrado a la isla de Elba (1814). Regresó al poder (Imperio de los Cien Días), pero, tras ser derrotado en Waterloo (1815), fue desterrado a la isla de Santa Elena, donde murió.

Consecuencias

  1. Fue la primera revolución política burguesa del continente europeo. Sus precedentes hay que buscarlos en la Revolución Inglesa del siglo XVII y en la Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica.
  2. Supuso la implantación del liberalismo, desapareciendo el absolutismo, que fue reemplazado por la soberanía nacional, la división de poderes y el reconocimiento de las libertades individuales.
  3. Constituyó un referente político e ideológico para las futuras revoluciones burguesas que se desarrollan a lo largo del siglo XIX (oleadas de 1820, 1830 y 1848) y en los procesos de independencia que dieron origen a nuevos estados, como los de la América hispana.
  4. Ascenso de la burguesía como nueva clase dominante frente a la nobleza y el clero.
  5. La puesta en práctica del Derecho moderno.
  6. La innovación de los ejércitos y las tácticas militares.
  7. Se sentaron las bases para que Francia iniciara su industrialización.
  8. El imperialismo napoleónico fomentó los nacionalismos, tanto el francés como el de los estados que fueron ocupados por sus ejércitos.
  9. También aseguró las bases de la enseñanza laica, plasmada en la reforma de la Enseñanza Secundaria.

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