12.2 Isabel II:
Las regencias
Las regencias
El reinado de Isabel II se divide en dos etapas: la primera, la minoría de edad de la reina, siendo necesaria una regencia primero de su madre María Cristina (1833-1840) y después de Espartero. La segunda correspondíó al reinado efectivo, con la mayoría de edad. La regencia de María Cristina. Se inicia una etapa moderada (1833-1835), transición entre el Estado absolutista de Fernando VII y el liberal de Isabel II, Cea Bermúdez, aprobó reformas como la liberalización del comercio, industria y transportes, libertad de imprenta limitada y división territorial. Estallido de la guerra y la necesidad de apoyos, la obligaron a llamar a Martínez de la Rosa.Elaboró el Estatuto Real que no reconocía la soberanía nacional, ni la división de poderes, dejando la en manos del Rey, sin reconocimiento de derechos individuales. La etapa de transición fracasó al intentar reconciliar absolutismo y liberalismo. La falta de fondos, los errores tácticos en la guerra.
se inició realmente la revolución liberal (1835-1840). Mendizábal quería desmantelar el sistema legal del Antiguo Régimen. Su política se enfrentó a los moderados y María Cristina, dimitiendo en Mayo de 1836. El intento de la regente de acabar con las reformas y volver al moderantismo, desencadenó el pronunciamiento militar de los sargentos de la Granja, que obligó a entregar el Gobierno a los progresistas y restablecer la Constitución de 1812. El nuevo Gobierno de José María Calatrava Eliminó definitivamente el régimen señorial y el mayorazgo, suprimíó el diezmo, restablecíó la Ley Municipal, puso al frente de la dirección de la guerra al general Espartero. Las nuevas Cortes elaboraron la Constitución de 1837. Entre 1837 y 1838 los moderados ganaban las elecciones,el intento de modificar la Ley Municipal, provocó la oposición progresista apoyada por Espartero, reforzado tras la guerra carlista encabezando la insurrección, que forzó la dimisión de María Cristina. Las Cortes lo eligieron regente. Durante la regencia de Espartero (1840-1843). Estalló una insurrección en Barcelona, ante un posible tratado de libre comercio con Inglaterra, Espartero reprimíó la insurrección bombardeando la ciudad. Moderados y progresistas organizaron un pronunciamiento militar, que obligó a Espartero a dimitir en 1843. El artífice del golpe, el general Narváez, se convirtió en 1844 en jefe de Gobierno, siendo Isabel II mayor de edad.
12.3 Isabel II: El reinado efectivo
En 1843 las Cortes votaron la mayoría de edad de Isabel II, iniciando a los trece años su reinado efectivo que se distingue en varias fases: una Década moderada, un Bienio progresista y por último la Uníón Liberal y el retorno del moderantismo. En la Década moderada (1844-1854), Narváez, estuvo al frente del gobierno.
Establecíó un sistema político estable, donde primaba el orden a la libertad, suprimíó la Milicia Nacional y creó la Guardia Civil (1844). Se promulga la Constitución de 1845, soberanía compartida Rey-Cortes, Cortes bicamerales y sufragio censitario. Se crea el cargo de gobernador civil y los alcaldes son elegidos por el gobierno y se aprueba un nuevo Código Civil y Penal. En Hacienda se aprobó la Ley Mon-Santillán, Se firmó el Concordato de 1851, por el que el Papa reconocía a Isabel II como reina, y el Estado se comprometía a financiar la Iglesia y entregarle el control de la enseñanza y la censura. Desde 1849 se incrementó el autoritarismo; se funda el Partido Demócrata, reivindicando el sufragio universal, Cortes unicamerales, libertad religiosa, instrucción primaria gratuita. A comienzos de 1854 las Cortes se habían suspendido y el descontento aumentaba. El Bienio progresista (1854-1856), comienza en 1854 con el pronunciamiento del general O´Donnell en Vicálvaro (Vicalvarada). Se le uníó el general Serrano, y ambos proclaman el Manifiesto de Manzanares, consiguiendo que casi toda España se les uniera. Isabel II encargó formar gobierno al progresista general Espartero, con O´Donnell. Durante el Bienio progresista se restauran leyes e instituciones como la Ley de Imprenta, Ley Electoral y Milicia Nacional. Se elabora la Constitución de 1856, non-nata, En economía se aplicó la Ley desamortizadora de Madoz (1855) de bienes eclesiásticos, municipales y del Estado; Ley de Ferrocarriles (1855), Ley Bancaria (1856) creando el Banco de España. Pero la conflictividad social provocó una crisis y en Julio de 1856 Espartero dimitíó y la reina encargó gobierno al general O´Donnell. De 1856 a 1868 se produjo la alternancia entre los moderados y la Uníón Liberal. En 1856 O´Donnell, con su nuevo partido la Uníón Liberal, intentaba establecer un liberalismo centrista, repuso la Constitución de 1845 con un Acta Adicional progresista. Pero este gobierno fue breve, Narváez retornó, suprimíó el Acta Adicional. De nuevo la Uníón Liberal (O´Donnell) estaría en el Gobierno (1858-1863). Años de expansión económica y de una activa política exterior: apoyó a Francia, Guerra contra Marruecos. En 1863, el desgaste en el gobierno y las divisiones del partido llevaron a O´Donnell a dimitir. Volvíó Narváez al Gobierno (1864-1865), con una política conservadora y de represión de las libertades, pero incapaz de responder a las demandas sociales y políticas. La expulsión de los catedráticos Sanz del Río y Emilio Castelar (noche S. Daniel 1865) puso fin al Gobierno de Narváez. O´Donnell asumíó el Gobierno (1865-1866), pero los desacuerdos con la reina condujo a Narváez a un nuevo Gobierno (1866-Abril 1868. En 1866 se produjo la sublevación de los sargentos del cuartel de S. Gil (Madrid); y en Agosto, progresistas, demócratas y republicanos, liderados por Prim, firman el Pacto de Ostende, querían destronar a la reina y convocar Cortes Constituyentes por sufragio universal. La muerte de Narváez y O´Donnell, y el débil Gobierno de González Bravo, aisló a la reina. En Septiembre de 1868 Prim y Topete inician la sublevación (“La Gloriosa”), que dirigida por Serrano provocó la caída de Isabel II y abríó la esperanza de un régimen democrático para España.
Establecíó un sistema político estable, donde primaba el orden a la libertad, suprimíó la Milicia Nacional y creó la Guardia Civil (1844). Se promulga la Constitución de 1845, soberanía compartida Rey-Cortes, Cortes bicamerales y sufragio censitario. Se crea el cargo de gobernador civil y los alcaldes son elegidos por el gobierno y se aprueba un nuevo Código Civil y Penal. En Hacienda se aprobó la Ley Mon-Santillán, Se firmó el Concordato de 1851, por el que el Papa reconocía a Isabel II como reina, y el Estado se comprometía a financiar la Iglesia y entregarle el control de la enseñanza y la censura. Desde 1849 se incrementó el autoritarismo; se funda el Partido Demócrata, reivindicando el sufragio universal, Cortes unicamerales, libertad religiosa, instrucción primaria gratuita. A comienzos de 1854 las Cortes se habían suspendido y el descontento aumentaba. El Bienio progresista (1854-1856), comienza en 1854 con el pronunciamiento del general O´Donnell en Vicálvaro (Vicalvarada). Se le uníó el general Serrano, y ambos proclaman el Manifiesto de Manzanares, consiguiendo que casi toda España se les uniera. Isabel II encargó formar gobierno al progresista general Espartero, con O´Donnell. Durante el Bienio progresista se restauran leyes e instituciones como la Ley de Imprenta, Ley Electoral y Milicia Nacional. Se elabora la Constitución de 1856, non-nata, En economía se aplicó la Ley desamortizadora de Madoz (1855) de bienes eclesiásticos, municipales y del Estado; Ley de Ferrocarriles (1855), Ley Bancaria (1856) creando el Banco de España. Pero la conflictividad social provocó una crisis y en Julio de 1856 Espartero dimitíó y la reina encargó gobierno al general O´Donnell. De 1856 a 1868 se produjo la alternancia entre los moderados y la Uníón Liberal. En 1856 O´Donnell, con su nuevo partido la Uníón Liberal, intentaba establecer un liberalismo centrista, repuso la Constitución de 1845 con un Acta Adicional progresista. Pero este gobierno fue breve, Narváez retornó, suprimíó el Acta Adicional. De nuevo la Uníón Liberal (O´Donnell) estaría en el Gobierno (1858-1863). Años de expansión económica y de una activa política exterior: apoyó a Francia, Guerra contra Marruecos. En 1863, el desgaste en el gobierno y las divisiones del partido llevaron a O´Donnell a dimitir. Volvíó Narváez al Gobierno (1864-1865), con una política conservadora y de represión de las libertades, pero incapaz de responder a las demandas sociales y políticas. La expulsión de los catedráticos Sanz del Río y Emilio Castelar (noche S. Daniel 1865) puso fin al Gobierno de Narváez. O´Donnell asumíó el Gobierno (1865-1866), pero los desacuerdos con la reina condujo a Narváez a un nuevo Gobierno (1866-Abril 1868. En 1866 se produjo la sublevación de los sargentos del cuartel de S. Gil (Madrid); y en Agosto, progresistas, demócratas y republicanos, liderados por Prim, firman el Pacto de Ostende, querían destronar a la reina y convocar Cortes Constituyentes por sufragio universal. La muerte de Narváez y O´Donnell, y el débil Gobierno de González Bravo, aisló a la reina. En Septiembre de 1868 Prim y Topete inician la sublevación (“La Gloriosa”), que dirigida por Serrano provocó la caída de Isabel II y abríó la esperanza de un régimen democrático para España.