Maura también intento numerosos proyectos (que casi nunca salieron adelante), pero con todos ellos, su intención fue principalmente la de acabar con el sistema canovista de una manera gradual y eficaz, incluso intentó una reforma agraria que no prospero.
Inició el acercamiento a los nacionalistas sobre todo al los catalanes de la Lliga, llegando a ofrecer una cartera ministerial a uno de sus componentes (Ramón de la Sota). También dentro de su estricta moral intentó modificar los hábitos y costumbres de los españoles de su momento, limitando el horario de los cafés hasta las 1: 30, entre otras medidas.
Hay que decir que todos estos proyectos, o en conjunto la política de Maura, concluyó con un indudable fracaso.
El entramado social y económico del país no permitía los cambios, y mucho menos, cambios tan radicales como los que proponía, careció del respaldo de Alfonso XIII (su oposición fue más que manifiesta desde el principio, haciendo chistes y comentarios jocosos sobre Maura “superhombre”). Tampoco contó con el apoyo del Partido Conservador, sobre todo, de los sectores más derechistas, como tampoco contó con el apoyo del Partido Liberal que veía un peligro inminente en el desmantelamiento del sistema canovista y una disgregación de sus sectores. Dos hechos fundamentales afectaron a la política de Maura, por un lado la Semana Trágica de Barcelona y la condena a muerte de Francisco Ferrer.
1.2.2.- El Partido Liberal
Fue el liberal José Canalejas entre 1910-1912 el que basó su política reformista en tres pilares decisivos:
El anticlericalismo, el intervencionismo estatal y la democratización, para terminar con los lastres del sistema canovista, fue una visión distinta desde el enfoque liberal de los problemas del país.
También él era un regeneracionista (el movimiento regeneracionista esta en apartados siguientes) a la manera de Maura y tenía un programa de gobierno avanzado que se proponía llevar a la práctica, aunque también ser le miraba con recelo por sus tintes republicanos.
El anticlericalismo estaba basado fundamentalmente en la excesiva expansión que desde 1875 había tenido la iglesia, gracias a la protección gubernamental. Estas medidas hicieron que el se abrieran nuevos seminarios y que se fundaran muchas organizaciones católicas, pero sobre todo la apertura y creación de numerosos colegios e instituciones de enseñanza por todo el país. Canalejas se propuso frenar esta expansión, limitando la creación de nuevas congregaciones religiosas, y fomentado la educación pública. Aunque este aspecto era siempre el recurrente para soslayar la falta de alternativas políticas del Partido Liberal.
La intervención estatal, pretendía ampliar la actuación pública en los asuntos sociales, sobre todo, con la intención de extender el bienestar material de los grupos más desfavorecidos, eliminó el impuesto de consumos, incluyó una reforma agraria (parcial y controlada), y suprimió la posibilidad de eludir el alistamiento mediante el pago al Estado de una determinada cantidad de dinero
La democratización de España, Canalejas consideraba que la figura del rey podía ser el motor que impulsara esta reforma, sin alterar mucho el texto de la Constitución de 1876, aunque su interés por el fraude electoral o por acabar con el caciquismo fue bastante tibia, y su política quedó frustrada con su asesinato en 1912.
1.2.3.- Otros intentos revisionista:
Uno de los últimos intentos de reforma interior fue la realizada por Eduardo Dato, que de una forma paternalista y protectora intentó acabar con las injusticias sociales del país. Dato consiguió aprobar una ley de accidentes de trabajo en 1900, que obligaba a los patronos al pago de indemnizaciones a los trabajadores, esto provocó un fuerte rechazo de la clase industrial española. Uno de sus mayores logros fue la aplicación de la reducción de la jornada laboral a 8 horas diarias y del sistema de pensiones para los ancianos con carácter obligatorio (una primera Seguridad Social).Este jefe de gobierno fue asesinado por pistoleros anarquistas en 1921.
Otras alternativas más tardías fueron las de Santiago Alba (liberal) que planteó una reorganización del Estado y una transformación del sistema fiscal en 1919, en este mismo año Joaquín Sánchez de Toca (conservador) que intentó cambiar las leyes electorales para impedir las maniobras de los caciques y favorecer la participación ciudadana, incluso intento la concesión del voto a las mujeres. Todos estos proyectos quedaron definitivamente en el olvido debido, sobre todo, a los cambios drásticos y continuos de los gobiernos de este periodo.
1.3.- LOS GRUPOS DE OPOSICIÓN AL SISTEMA
1.3.1.- Los republicanos
Durante las dos primeras décadas del siglo XX, los republicanos lograron atraer y movilizar a sectores cada vez más amplios, sobre todo, entre las clases medias urbanas y los obreros. Con el cambio de líderes, entre los que destacan Lerroux, Melquíades Álvarez y Vicente Blasco Ibáñez, el republicanismo alcanzó una difusión mayor en toda la sociedad española.
Dentro del republicanismo se pueden diferenciar dos sectores:
- Los extremistas, encabezados por Lerroux, que pretendían unas soluciones directas y en las cuales se utilizará el terrorismo.
- Los pragmáticos, moderados y antirrevolucionarios, que lo que pretendían era llegar al gobierno con el apoyo de las clases medias, destacan Melquíades Álvarez y Gumersindo Azcárate (que llego a ser vicepresidente del Congreso de los Diputados en 1907).
Los republicanos de este periodo intentaron en varias ocasiones unirse a diferentes partidos y facciones con la intención de llegar al poder. Primero con la Lliga creando Solidaridad Catalana, también con el Partido Liberal, en 1909 alcanzaron un acuerdo con el PSOE, pero que no llego a mantenerse. Aun así, los republicanos terminaron dividiéndose en varias formaciones políticas, entre las que más destacan son dos:
El Partido Republicano Radical y el Partido Reformista
1.3.1.1.- El Partido Republicano Radical
Este grupo fue creado por Alejandro Lerroux en 1908, con unas tendencias más radicales creó toda una serie de estructuras para atraer a las masas obreras a su partido. Creó organizaciones femeninas (Damas Radicales), y centros de alfabetización para pobres, así como convivencias de confraternización.
Pronto se convirtió en uno de los lideres más carismáticos de republicanismo sobre todo por su estilo mitinero. Los discursos y artículos de periódicos de Lerroux contenían, por lo general, un lenguaje exaltado y provocador que incitaba a la burla y risa de los lectores en contra de sus contrincantes políticos.
Con el tiempo, y al conseguir una forma de vida más acomodada el tono crítico de Lerroux fue suavizándose, acercándose cada vez a posturas moderadas de la clase media urbana y alejándose de las clases obreras.