Situación de la Mujer y Golpe de Estado de Primo de Rivera en la España del Siglo XX

La Situación de la Mujer a Principios del Siglo XX

Conferencia de José Francisco Prat en el Centro Obrero de Barcelona (1903)

Clasificación: Se trata de un texto histórico, de fuente primaria, en concreto de un fragmento de una de las conferencias de José Francisco Prat, sindicalista y colaborador de periódicos obreros como Tierra y Libertad, pronunciada en el Centro Obrero de Barcelona en 1903. Es, por lo tanto, un texto de carácter público destinado a los hombres y mujeres vinculados con esta institución. Por su contenido, lo clasificaríamos de social y destinado a concienciar al auditorio sobre la situación tan injusta que viven las mujeres a inicios del siglo XX. Cronológicamente, lo situaríamos durante la etapa de la Restauración y, en concreto, durante el inicio del reinado de Alfonso XIII. El texto está reproducido en J. Aróstegui y otros, Historia. 2º de Bachillerato.

Comentario: La idea principal del texto es la de denunciar la situación de subordinación legal que vive la mujer en ese momento y la tremenda injusticia social a la que es sometida. En el primer párrafo, el autor expone los derechos que les son concedidos a las mujeres de clase alta, derechos muy restringidos y encaminados a que las mujeres de esta clase social puedan realizar buenos matrimonios dentro de su estatus social. Señala también que, aunque estas mujeres pueden heredar o poseer bienes, no siempre pueden disponer libremente de ellos. En peor situación se encontrarían las mujeres obreras, tal como el autor expone en los siguientes párrafos, las cuales desde su infancia se ven obligadas a trabajar durante jornadas de diez horas con salarios tan bajos que no les permiten cubrir sus necesidades más básicas y a esta miseria económica se le uniría su falta de instrucción. Por último, se destaca que se encuentran sometidas a una serie de deberes de sumisión, de resignación y de obligación hacia padres y maridos y a una ausencia de derechos.

Contexto histórico: En el texto podemos apreciar la situación de las mujeres a inicios de siglo, las cuales estaban consideradas, por naturaleza, inferiores respecto a los hombres. Es justo a inicios de este siglo en el que aparecen las primeras manifestaciones que piden mejorar la situación social y legal de las mujeres y es en estas primeras voces discordantes donde situaríamos al autor del texto. Si bien aparecieron estas voces críticas, se siguió considerando que en la mujer predominaba el sentimiento y el afecto frente a la razón y a la inteligencia, por lo que la mujer debía reservarse para la maternidad y la familia. El número de niñas matriculadas en las escuelas era muy inferior al de los niños y la educación que recibían unos y otras respondía a modelos diferentes, dedicando las niñas más tiempo a la religión y las labores frente a otras disciplinas como la lectura o las matemáticas. La incorporación de la mujer a la universidad encontró numerosos obstáculos, así como la posibilidad de ejercer la profesión para la que se habían preparado. Entre 1910 y 1930, el número de mujeres en la universidad no superaba el 10%. Es en las disposiciones legales de la mujer casada donde resulta más evidente la discriminación femenina. En el Código Civil se prescribía que el hombre era el administrador de los bienes de su mujer y que esta no podía vender ni comprar nada sin el permiso del marido. La presencia de las mujeres en los talleres y en las fábricas, en el trabajo del campo, en el comercio y en el servicio doméstico era habitual en las clases populares. Respecto a su derecho a ejercer el sufragio, en 1924 Primo de Rivera otorgó el voto en las elecciones municipales a las cabezas de familia, pero será durante la Segunda República, en 1933, cuando las mujeres puedan votar en las elecciones generales, tal como establecía la Constitución de 1931. Será también esta constitución la que declare la igualdad legal de ambos sexos.

El Golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera (1923)

Manifiesto de Primo de Rivera tras el Golpe de Estado

Clasificación: Se trata de un manifiesto o proclama, escrito por Miguel Primo de Rivera, publicado en el Diario de Barcelona el 13 de septiembre de 1923, fecha en la que Miguel Primo de Rivera realizó un golpe de Estado con el que terminó con el sistema político de la Restauración y que duraría hasta 1930. Se trata, por lo tanto, de un texto histórico, de carácter político y público. Su autor, Miguel Primo de Rivera, fue un destacado militar que se consideraba a sí mismo “El cirujano de hierro” que debía regenerar España. Su dictadura comprende desde 1923 hasta 1930, en la que se amplía la oposición, lo que provocó que Alfonso XIII le retirara su confianza y que Miguel Primo de Rivera se exiliara a París, donde murió pocos meses después. En el momento del golpe de Estado, él era el Capitán General de Cataluña.

Comentario: En el manifiesto podemos observar cómo Miguel Primo de Rivera señala que está violando la legalidad, pero lo hace recogiendo el deseo de los españoles de terminar con el sistema corrupto de la Restauración y con unos políticos profesionales que se preocupan más de sus propios intereses que de resolver los problemas del país. En el texto hace referencia también a 1898, año que para Primo de Rivera significa el declive y la deshonra de España. También critica el sistema de encasillado que se practicaba en aquel entonces, ya que se trata de un sistema de corrupción, un fraude electoral. El final del manifiesto trata sobre el patriotismo, ya que, según él, llega a España para liberar el país de los mandos políticos. Hay que destacar la actitud machista propia de la época, ya que el autor afirma que la política corresponde a los hombres y debe ser desempeñada exclusivamente por ellos.

Contexto histórico: Tal como aparece en el texto, el 13 de septiembre de 1923 Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado en Barcelona, punto clave en la política española de esos años. El golpe contó con la simpatía de la burguesía, especialmente de la catalana, con la que posiblemente hubo pactos previos. Alfonso XIII desechó la propuesta del gobierno de destituir a los sublevados y convocar Cortes y encargó formar gobierno a Primo de Rivera. El pensamiento político de Miguel Primo de Rivera se forja en la mentalidad jerárquica militar y en el rechazo a los políticos profesionales. Se identifica como un profundo patriota, católico y tradicional. En principio, fue admirador de Mussolini, pero su opinión sobre el fascismo fue variando conforme avanzaba su régimen. Admirador también de algunos aspectos del regeneracionismo, pretendió ser “el cirujano de hierro“ que salvara a la Patria de la corrupción y el caciquismo. En un primer momento, gozó de grandes apoyos sociales y políticos. Los sectores que más le apoyaron fueron: los católicos y tradicionalistas, el ejército, los empresarios y patronos.

Etapas de la Dictadura de Primo de Rivera

1. El Directorio Militar (1923-1925)

Miguel Primo de Rivera se propuso durante este directorio terminar con los problemas de la última etapa de la Restauración. Para solucionar el problema del orden público, intentó extender el “Somatén” a toda España, pero solo tuvo éxito en Cataluña. Para intentar acabar con el caciquismo, se publicó el Estatuto Municipal, que intentaba conceder mayor autonomía económica a los ayuntamientos. El gran éxito del Directorio Militar fue terminar con la guerra de Marruecos. Franceses y españoles acordaron una operación conjunta que terminó con la derrota de Abd- el- Krim.

2. El Directorio Civil (1925-1930)

Tras el éxito en Marruecos, Primo de Rivera propuso al rey la sustitución del Directorio Militar por uno Civil. Durante esta etapa, se procede a la institucionalización del régimen mediante la formación de una Asamblea Nacional Consultiva. A esta Asamblea se le encargó la redacción de una nueva Constitución que no llegó a publicarse. El ministro Eduardo Aunós realizó una legislación entre la que destaca el Código de Trabajo. La Organización Corporativa del Trabajo trataba de regular los problemas laborales entre patronos y obreros. En el sector económico, el Estado tuvo un gran protagonismo, fomentando las obras públicas. Aparecen las Confederaciones Hidrográficas. Se amplían y mejoran las carreteras. Se funda el Consejo Superior de Ferrocarriles. Para su administración, se funda CAMPSA. La persistencia de la dictadura en el poder fue creando la oposición de diversos sectores de la sociedad. Los partidos Conservador y Liberal, desde la convocatoria de la Asamblea Nacional Consultiva, presionaban a Alfonso XIII para que retirara su apoyo al dictador. Los republicanos formaron Alianza Republicana, que logró unir a diversos sectores del republicanismo. Dentro del PSOE, se produjo la división entre el sector de Largo Caballero, partidario de colaborar con el dictador, y el sector de Indalecio Prieto y de Fernando de los Ríos, contrarios a esta. El enfrentamiento de los intelectuales con la Dictadura estuvo protagonizado por figuras como Unamuno, Ortega y Gasset y Menéndez Pidal, que suscribieron un manifiesto en contra de su política cultural. Alfonso XIII, temeroso de que el desprestigio creciente de la Dictadura afectase a la Monarquía, retiró la confianza al dictador, que dimitió en enero de 1930.

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