1. Carácterísticas y transformaciones El Antiguo Régimen fue el sistema político, económico y social vigente en Europa durante la Edad Moderna. Carácterísticas del Antiguo Régimen Políticas El sistema era la monarquía absoluta, que durante el siglo xvII, y en algunos países, se transformaría en una nueva forma de gobierno: el despotismo ilustrado. Sociales La sociedad era muy jerarquizada: y se organizaba en grupos cerrados llamados estamentos. Económicas y demográficas La principal actividad económica era la agricultura. Su escasa productividad originaba épocas de escasez y tuvo como una de sus consecuencias un crecimiento débil de la población. El Antiguo Régimen presentaba importantes diferencias entre Europa occidental y oriental y sufríó notables transformaciones a lo largo del siglo xvill. 1.1. Política: la monarquía absoluta La forma de gobierno carácterística fue la monarquía absoluta, en la que el poder lo ejercía el rey. Nadie cuestionaba sus decisiones, puesto que el sistema se inspiraba en la doctrina cristiana del origen divino del poder. Pensadores como Jacques Bénigne Bossuet llegaron a afirmar que el monarca recibía su autoridad directamente de Dios y solo a El debía rendir cuentas. Los reyes absolutos gobernaban mediante decretos y, para ello, se apoyaban en instituciones como las Secretarías del Despacho1 y los Consejos. Existían también las Cortes o Estados Generales, en los que estaban representados los tres estamentos. Estas asambleas se reunían, por iniciativa del rey, fundamentalmente para aprobar presupuesto e impuestos. La monarquía absoluta experimentó algunos cambios debido a la aparición de la Ilustración, un movimiento filosófico y cultural que en el ámbito político dio lugar al despotismo ilustrado. Esta nueva forma de gobierno, basada en un reformismo moderado, la ejercieron monarcas absolutos en algunos reinos europeos. Los más destacados fueron Carlos Ill de España, Federico Il de Prusia, José II, titular del SacroImperio Romano Germánico y Catalina Il de Rusia. Carácterísticas del despotismo ilustrado » Reforma de la Administración Los monarcas diseñaron instituciones v órganos de gobierno guiados por el principio de la eficacia. También persiguieron la formación de un estado centralizado y fuerte que se impusiera sobre el resto de regiones y territorios. › Modernización económica Se construyeron infraestructuras de transporte y se impulsaron desde el poder diversos programas de desarrollo económico (promoción de las manufacturas y el comercio, planes de repoblación). Se ensayaron algunos proyectos para ampliar la base fiscal, pero fueron abortados por los esta menos privilegiados. Fomento de la educación La cultura, la educación y el conocimiento científico se consideraron la base del progreso económico y social. Por esta razón, se fundaron academias, asociaciones culturales y otras instituciones como las sociedades de pensamiento y promovieron proyectos de investigación. Gobierno absolutista Los déspotas ilustrados se preocuparon de las necesidades de sus súbditos, pero mantuvieron su autoridad absoluta. Su lema fue «todo para el pueblo pero sin el pueblo». Mantuvieron los privilegios de la nobleza y el clero y no realizaron reformas sociales que igualaran a todos los miembros de la sociedad ante la ley. 1.2. La sociedad estamental La sociedad del Antiguo Régimen presentaba los siguientes rasgos: I La formaban tres estamentos: nobleza, clero y tercer estado o estado llano. I Era muy jerarquizada: a cada individuo le correspondía en ella una posición por nacimiento. La movilidad social era inexistente, ya que, a excepción del clero, nadie podía cambiar de estamento.
I Primaba la desigualdad: existían dos estamentos privilegiados, la nobleza y el clero, frente a la mayoría de la población, el tercer estado, que carecía de privilegios. I Era una sociedad corporativista: los individuos se agrupaban en asociaciones y gremios. La nobleza Fiscales-Estaban exentos del pago de impuestos. Políticos-Desempeñaban los cargos más importantes en la corte, la Administración y los ejércitos. Jurídicos-Eran juzgados por tribunales especiales. Económicos-Concentraban la titularidad de los señoríos feudales y jurisdiccionales, por lo que recibían rentas tanto de sus señoríos como de las tierras que cultivaban los campesinos. Honoríficos-Se les reservaban lugares preferentes en los actos públicos y eran enterrados «en sagrado», es decir, en iglesias y conventos. El Clero Los clérigos pertenecían también a un estamento privilegiado: disfrutaban de exenciones fiscales y solo podían ser juzgados por tribunales eclesiásticos. Sin embargo, a diferencia de la nobleza, el clero estaba abierto a todos los individuos que, procedentes de otros estamentos, quisieran ingresar en él.El clero se dividía en dos grandes grupos: secular y regular. I El clero secular estaba formado por los miembros del clero que no vivían en clausura. Era muy heterogéneo: a él pertenecían tanto los miembros de la alta jerarquía eclesiástica –cardenales, obispos y canónigos’- como los curas párrocos, que engrosaban el grupo mucho más numeroso, y humilde, del bajo clero. En este último grupo se incluían los párrocos rurales. I Al clero regular pertenecían quienes estaban sometidos a una regla, es decir, los miembros de las órdenes religiosas, tanto frailes como monjas. Para ingresar en ellas, los candidatos debían hacer votos (de pobreza, obediencia, castidad) y vida en comunidad que, en muchas ocasiones, implicaba la clausura. Durante el Siglo XVII, el clero se convirtió en objeto de crítica de los ilustrados y reformistas en toda la Europa católica, pues su poder económico, político y espiritual era tan grande que parecía un Estado dentro del Estado absoluto que aspiraba a controlar todo el poder. Esto explica que los monarcas intentaran someter a su autoridad a la lglesia y limitar su influencia. Por otra parte, durante el Siglo XVII el clero, tanto el secular como el regular, vio reducido su número. Tercer estado Formaban parte de este estamento quienes no eran nobles ni clérigos, es decir, la inmensa mayoría de la población. Los miembros del tercer estado se caracterizaban por producir, es decir, llevaban a cabo algún tipo de actividad económica. Este estamento presentaba una composición muy variada. Así, dentro de él podemos distinguir varios grupos: I Los campesinos, que vivían en condiciones precarias y apenas tenían medios para subsistir. En el mundo rural, al ser la sociedad del Antiguo Régimen agraria y la tierra el valor principal, aún se concentraba entre el 80 y el 90 % de la población, según las regiones de Europa. Entre los miembros del campesinado existían diferencias notables: desde los pequeños propietarios de la tierra, que eran una minoría, hasta los que trabajaban las tierras de los señores en condiciones difíciles y variables. Los jornaleros no dispónían de tierras y eran contratados temporalmente. I Los trabajadores urbanos, es decir, los artesanos, menestrales’, y quienes se dedicaban al servicio doméstico. A ellos se sumaban mercaderes y profesionales liberales? El grupo social más importante en las ciudades del Antiguo Régimen era la burguésía, cuya posición económica le permitíó acceder al poder político local. Los cambios experimentados por este grupo social desde los inicios del Siglo XVIII posibilitaron su acceso al poder político y social en el Siglo XIX. La burguésía de negocios Los miembros de este grupo social se hicieron progresivamente con la labor parte de las actividades industriales, comerciales y financieras. Surgíó así en Europa la «burguésía de negocios», que se convirtió en el motor de los diferentes sectores de producción. La incorporación a la política La burguésía incrementó sus ambiciones políticas y comenzó a ocupar cargos en la Administración, el Ejército y el Gobierno de diferentes países europeos. Se valoraban especialmente su eficacia, preparación y capacidad de trabajo. El alejamiento del estado llano El poder económico y el prestigio social fueron alejando a los burgueses del resto de los miembros del estado llano, pues apenas tenían intereses en común. Paradójicamente, los burgueses aspiraban a acceder a la condición de nobles. El contraste con los privilegiados Mientras la burguésía cobraba cada vez más importancia, la nobleza y el clero perdieron capacidad adquisitiva debido a su falta de iniciativa y de espíritu emprendedor en los negocios. Sin embargo, siguieron viviendo holgadamente de sus rentas. 1.3 Economía y población La agricultura era la principal fuente de riqueza en el Antiguo Régimen. Cuatro de cada cinco europeos eran agricultores. Incluso los que residían en ciudades dependían de esta actividad porque consumían sus productos y vivían de las rentas procedentes de sus propiedades agrarias. La agricultura presentaba los siguientes rasgos: I Su rendimiento era muy bajo debido al atraso técnico. Los abonos y útiles agrarios eran escasos y apenas tenían calidad. Además. Los sistemas de cultivo eran poco eficientes. La producción se destinaba al autoconsumo y no se realizaban inversiones para aumentar la productividad de la tierra. Las malas cosechas daban lugar a frecuentes crisis de subsistencias, que originaban hambrunas y un aumento importante de las enfermedades y la mortalidad. Era frecuente que, como consecuencia de estas crisis, estallaran motines populares. I La propiedad de la tierra estaba en manos de un reducido grupo de personas pertenecientes a la nobleza y al alto clero, aunque también existía una clase minoritaria de pequeños propietarios. Asimismo, tenía importancia la propiedad comunal (bosques, pastos), que controlaban los municipios. Los vecinos de estos municipios podían acceder a ella para obtener madera, frutos silvestres, leña y pastos. A lo largo del Siglo XVIII en algunas regiones europeas especialmente en los Países Bajos, el sur de Inglaterra y el norte de Francia se introdujeron técnicas agrarias innovadoras, como la rotación de cultivos y nuevos útiles agrarios-algunos fueron el arado triangular de hierro y la sembradora y trilladora’ mecánicas-, que mejoraron de manera notable la productividad agrícola. La población La escasa productividad de la tierra no permitía alimentar a una gran población. Las tasas de natalidad y mortalidad eran altas, mientras la esperanza de vida era reducida. Como consecuencia de estos factores demográficos, el crecimiento vegetativo se manténía en niveles moderados. Además, eran frecuentes las épocas de mortalidad catastrófica’, que causaban numerosas muertes y contribuían a la disminución de nacimientos debido al fallecimiento de hombres y mujeres en edad de procrear. Sin embargo, en el Siglo XVII la tasa de mortalidad de algunos países europeos empezó a disminuir. Esto se debíó al aumento de la producción agrícola, cuya principal consecuencia fue una mejora de la alimentación. También se produjeron avances en la medicina y la higiene.
I Primaba la desigualdad: existían dos estamentos privilegiados, la nobleza y el clero, frente a la mayoría de la población, el tercer estado, que carecía de privilegios. I Era una sociedad corporativista: los individuos se agrupaban en asociaciones y gremios. La nobleza Fiscales-Estaban exentos del pago de impuestos. Políticos-Desempeñaban los cargos más importantes en la corte, la Administración y los ejércitos. Jurídicos-Eran juzgados por tribunales especiales. Económicos-Concentraban la titularidad de los señoríos feudales y jurisdiccionales, por lo que recibían rentas tanto de sus señoríos como de las tierras que cultivaban los campesinos. Honoríficos-Se les reservaban lugares preferentes en los actos públicos y eran enterrados «en sagrado», es decir, en iglesias y conventos. El Clero Los clérigos pertenecían también a un estamento privilegiado: disfrutaban de exenciones fiscales y solo podían ser juzgados por tribunales eclesiásticos. Sin embargo, a diferencia de la nobleza, el clero estaba abierto a todos los individuos que, procedentes de otros estamentos, quisieran ingresar en él.El clero se dividía en dos grandes grupos: secular y regular. I El clero secular estaba formado por los miembros del clero que no vivían en clausura. Era muy heterogéneo: a él pertenecían tanto los miembros de la alta jerarquía eclesiástica –cardenales, obispos y canónigos’- como los curas párrocos, que engrosaban el grupo mucho más numeroso, y humilde, del bajo clero. En este último grupo se incluían los párrocos rurales. I Al clero regular pertenecían quienes estaban sometidos a una regla, es decir, los miembros de las órdenes religiosas, tanto frailes como monjas. Para ingresar en ellas, los candidatos debían hacer votos (de pobreza, obediencia, castidad) y vida en comunidad que, en muchas ocasiones, implicaba la clausura. Durante el Siglo XVII, el clero se convirtió en objeto de crítica de los ilustrados y reformistas en toda la Europa católica, pues su poder económico, político y espiritual era tan grande que parecía un Estado dentro del Estado absoluto que aspiraba a controlar todo el poder. Esto explica que los monarcas intentaran someter a su autoridad a la lglesia y limitar su influencia. Por otra parte, durante el Siglo XVII el clero, tanto el secular como el regular, vio reducido su número. Tercer estado Formaban parte de este estamento quienes no eran nobles ni clérigos, es decir, la inmensa mayoría de la población. Los miembros del tercer estado se caracterizaban por producir, es decir, llevaban a cabo algún tipo de actividad económica. Este estamento presentaba una composición muy variada. Así, dentro de él podemos distinguir varios grupos: I Los campesinos, que vivían en condiciones precarias y apenas tenían medios para subsistir. En el mundo rural, al ser la sociedad del Antiguo Régimen agraria y la tierra el valor principal, aún se concentraba entre el 80 y el 90 % de la población, según las regiones de Europa. Entre los miembros del campesinado existían diferencias notables: desde los pequeños propietarios de la tierra, que eran una minoría, hasta los que trabajaban las tierras de los señores en condiciones difíciles y variables. Los jornaleros no dispónían de tierras y eran contratados temporalmente. I Los trabajadores urbanos, es decir, los artesanos, menestrales’, y quienes se dedicaban al servicio doméstico. A ellos se sumaban mercaderes y profesionales liberales? El grupo social más importante en las ciudades del Antiguo Régimen era la burguésía, cuya posición económica le permitíó acceder al poder político local. Los cambios experimentados por este grupo social desde los inicios del Siglo XVIII posibilitaron su acceso al poder político y social en el Siglo XIX. La burguésía de negocios Los miembros de este grupo social se hicieron progresivamente con la labor parte de las actividades industriales, comerciales y financieras. Surgíó así en Europa la «burguésía de negocios», que se convirtió en el motor de los diferentes sectores de producción. La incorporación a la política La burguésía incrementó sus ambiciones políticas y comenzó a ocupar cargos en la Administración, el Ejército y el Gobierno de diferentes países europeos. Se valoraban especialmente su eficacia, preparación y capacidad de trabajo. El alejamiento del estado llano El poder económico y el prestigio social fueron alejando a los burgueses del resto de los miembros del estado llano, pues apenas tenían intereses en común. Paradójicamente, los burgueses aspiraban a acceder a la condición de nobles. El contraste con los privilegiados Mientras la burguésía cobraba cada vez más importancia, la nobleza y el clero perdieron capacidad adquisitiva debido a su falta de iniciativa y de espíritu emprendedor en los negocios. Sin embargo, siguieron viviendo holgadamente de sus rentas. 1.3 Economía y población La agricultura era la principal fuente de riqueza en el Antiguo Régimen. Cuatro de cada cinco europeos eran agricultores. Incluso los que residían en ciudades dependían de esta actividad porque consumían sus productos y vivían de las rentas procedentes de sus propiedades agrarias. La agricultura presentaba los siguientes rasgos: I Su rendimiento era muy bajo debido al atraso técnico. Los abonos y útiles agrarios eran escasos y apenas tenían calidad. Además. Los sistemas de cultivo eran poco eficientes. La producción se destinaba al autoconsumo y no se realizaban inversiones para aumentar la productividad de la tierra. Las malas cosechas daban lugar a frecuentes crisis de subsistencias, que originaban hambrunas y un aumento importante de las enfermedades y la mortalidad. Era frecuente que, como consecuencia de estas crisis, estallaran motines populares. I La propiedad de la tierra estaba en manos de un reducido grupo de personas pertenecientes a la nobleza y al alto clero, aunque también existía una clase minoritaria de pequeños propietarios. Asimismo, tenía importancia la propiedad comunal (bosques, pastos), que controlaban los municipios. Los vecinos de estos municipios podían acceder a ella para obtener madera, frutos silvestres, leña y pastos. A lo largo del Siglo XVIII en algunas regiones europeas especialmente en los Países Bajos, el sur de Inglaterra y el norte de Francia se introdujeron técnicas agrarias innovadoras, como la rotación de cultivos y nuevos útiles agrarios-algunos fueron el arado triangular de hierro y la sembradora y trilladora’ mecánicas-, que mejoraron de manera notable la productividad agrícola. La población La escasa productividad de la tierra no permitía alimentar a una gran población. Las tasas de natalidad y mortalidad eran altas, mientras la esperanza de vida era reducida. Como consecuencia de estos factores demográficos, el crecimiento vegetativo se manténía en niveles moderados. Además, eran frecuentes las épocas de mortalidad catastrófica’, que causaban numerosas muertes y contribuían a la disminución de nacimientos debido al fallecimiento de hombres y mujeres en edad de procrear. Sin embargo, en el Siglo XVII la tasa de mortalidad de algunos países europeos empezó a disminuir. Esto se debíó al aumento de la producción agrícola, cuya principal consecuencia fue una mejora de la alimentación. También se produjeron avances en la medicina y la higiene.