LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
1a revolución industrial:
1760 – 1830
2a revolución industrial: 1870 – 1914
3a revolución industrial: 1945 – hasta hoy
LAS BASES DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA
Revolución Industrial es el conjunto de cambios ocurridos en la producción y el consumo de bienes como
resultado de la incorporación de máquinas a la fabricación industrial. Estas transformaciones sucedieron
a lo largo de un proceso lento y continuado y afectaron a los demás sectores, ocasionando un cambio
radical en la economía y en la sociedad anteriores.
El inicio de estos cambios tuvo lugar en Gran Bretaña hacia 1780, gracias a la coincidencia de factores
económicos y demográficos favorables.
La revolución agraria y sus consecuencias
Las actividades agrarias experimentaron importantes transformaciones, conocidas como «revolución
agraria», en las que Gran Bretaña fue pionera.
Los progresos técnicos
El sistema de cultivo basado en la rotación trienal fue sustituido por el sistema Norfolk, de rotación
continua, que incluía forrajes para el ganado. Con ello se incrementó la ganadería que mejorará la
alimentación humana.
Otras mejoras agrarias fueron los nuevos cultivos, el empleo de máquinas sembradoras y cosechadoras;
el inicio de la selección de semillas y razas ganaderas, y el uso de fertilizantes químicos.
Los cambios en el sistema de propiedad de la tierra: Las leyes de cercamiento
Los grandes propietarios ingleses promovieron leyes de cercamiento para sustituir las tierras comunales,
poco productivas, por propiedades privadas que era obligatorio cercar.
Los campesinos sin dinero para hacer la cerca, tuvieron que vender su tierra y se convirtieron en
asalariados o emigraron a las ciudades para buscar trabajo en las fábricas.
Las consecuencias de la revolución agraria
Las consecuencias principales fueron el incremento de la producción agrícola, la mejora de la
alimentación, la concentración de la propiedad de la tierra, la reducción del campesinado y la inversión en
otras actividades como la industria.
Factores que favorecieron la revolución industrial en Gran Bretaña
La Revolución Industrial se inició en Gran Bretaña porque en ella se daban una serie de factores
favorables: la existencia de una burguésía emprendedora, la previa revolución agraria, la revolución
demográfica, la capacidad de innovación técnica, la mejora de los transportes, la posesión de un gran
Imperio colonial, el crecimiento de los medios financieros y la disponibilidad de fuentes de energía y de
materias primas.
La revolución demográfica
La población de Europa, en general, y la británica, en particular, crecieron durante el Siglo XVIII.
La causa de este crecimiento fue que la natalidad se mantuvo alta y la mortalidad descendíó. Esto se
produjo por la mejora de la alimentación (revolución agraria), la reducción de epidemias, el progreso en la
higiene y en la medicina.
Como consecuencia de este aumento de población aumentó la mano de obra, crecíó la demanda de
productos y aumentó la emigración.
LA MECANIZACIÓN DE LA INDUSTRIA
En la Revolución Industrial los talleres artesanales fueron sustituidos por fábricas, hasta casi llegar a
desaparecer. Se sustituyó el trabajo manual por el trabajo con máquinas.
Las innovaciones técnicas en el sector textil se vieron impulsadas por el incremento de la demanda de
tejidos de algodón por el aumento de población.
Se emplearon máquinas movidas por vapor, como el telar mecánico y la primera máquina de hilar
automática y la producción británica crecíó de forma espectacular y se extendíó por todo el mundo.
En cuanto a la industria siderúrgica, gracias a la máquina de vapor y otros avances para la extracción, la
producción británica de hierro también experimentó mucho crecimiento. La hulla y el hierro pasaron a ser
elementos imprescindibles de la era industrial.
LA DIFUSIÓN DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
Desde Gran Bretaña la Revolución Industrial se difundíó a otros países. El ritmo fue diferente en función
de diversos factores: existencia de recursos, disponibilidad de capital (dinero), crecimiento de población,
la demanda de productos, la situación política, etc.
Los países que primero adoptaron la industrialización, hacia 1830, fueron los más próximos a Inglaterra
como Francia, Bélgica, Suiza y Alemania, o con fuertes lazos con ella como Estados Unidos
Estos países tenía la ventaja de adoptar una tecnología ya probada en Gran Bretaña, y con la presencia
de técnicos especializados llegados desde Inglaterra.
Los países que se incorporaron a partir de 1850 estaban atrasados tecnológicamente, tenían pocos
recursos, poca demanda e inversión, y estaban lejos de los principales ejes del comercio internacional.
En este grupo se encontraban países como Portugal, España, Italia, Grecia, Austria-Hungría, Rusia y
Japón.
LAS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
La revolución de los transportes
Gracias a la máquina de vapor aparecíó el barco de vapor y el ferrocarril. El traslado de mercancías y
personas se hizo más rápido y barato, y con más capacidad de carga.
El auge del comercio
El comercio interior y exterior crecíó gracias al aumento de demanda y de producción y a los nuevos
transportes.
Esto garantizó el abastecimiento de alimentos a la población. Permitíó a la industria el aprovisionamiento
de materias primas y la venta de sus productos. Y facilitó a cada regíón especializarse en la producción
de aquellos productos para los que contaba con más ventajas.
El desarrollo del capitalismo
La industrialización impulsó una nueva fase del capitalismo, el capitalismo industrial, que sustituyó al
anterior capitalismo comercial.
Las industrias al crecer necesitaban mayor inversión. Para eso crearon las sociedades anónimas, cuyo
capital se dividía en pequeñas participaciones, llamadas acciones. Así los beneficios y los riesgos se
repartían.
El aumento de estas compañías dio lugar a la creación de bolsas o mercados de valores, donde se
compraban y vendían las acciones; y se multiplicaron los bancos, que invertían el dinero de sus clientes
en dar créditos a las empresas y negocios, y en comprar acciones de las industrias.
Estas actividades originaron a principios del XIX el capitalismo financiero, basado en obtener beneficios a
través de la compraventa de acciones y otros productos financieros.
El aumento de la desigualdad económica
La industrialización provocó la división del mundo en países industrializados , que se hicieron con el
dominio mundial; y países no industrializados, que pasaron a ocupar una posición dependiente.
LAS CONSECUENCIAS SOCIALES DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Las revoluciones políticas y la Revolución Industrial impusieron una nueva sociedad de clases, donde las
diferencias sociales se basaban en el mérito personal medido por la riqueza. En ella, la clase dominante
incluía a la burguésía y a la antigua nobleza, que mantuvo sus propiedades; y la clase dominada, el
proletariado (trabajadores de la industria) y el campesinado.
El auge de la burguésía
La burguésía ascendíó como grupo social. Accedíó al poder político; se enriquecíó con su actividad
económica; formó parte de la élite cultural gracias a sus estudios, e impuso su ideología basada en la
valoración del trabajo, el éxito personal, etc
La gran burguésía comercial e industrial se situaba en lo más alto de este grupo. Su riqueza venía de la
industria, de los negocios (bancos, aseguradoras, financiación de los ferrocarriles, especulación con el
suelo urbano, etc.) y de las explotaciones agrarias.
La pequeña burguésía o clase media estaba formada por pequeños comerciantes e industriales,
funcionarios y miembros de profesiones liberales como la medicina o la abogacía.
El nacimiento del proletariado
Las obreras y obreros de la industria constituyeron un nuevo grupo social, el proletariado.
Era mano de obra barata, sin cualificación profesional y fácil de despedir. Tuvieron que soportar
condiciones de trabajo muy duras, por lo que eran frecuentes los accidentes, las enfermedades y la
muerte temprana.
En las familias obreras trabajaban todos sus miembros, incluso niños y niñas. Los salarios eran muy
bajos, especialmente los de mujeres y niños que cobraban menos por el mismo trabajo.
EL MOVIMIENTO OBRERO
De la protesta al sindicalismo
La miseria del proletariado, su marginación política, y la falta de legislación laboral originaron el
movimiento obrero. Este comprende las organizaciones del proletariado que lucharon por mejorar su
situación económica y política; y sus actuaciones colectivas.
En sus inicios, el movimiento obrero protestó contra la mecanización de las fábricas (ludismo) y fueron
creando sociedades de socorro mutuo, en las que se ayudaban en caso de accidente o despido; y pedían
al Parlamento que acabara con los abusos de la patronal.
Más tarde se crearon sindicatos o asociaciones obreras reivindicativas. Sus objetivos eran mejorar las
condiciones laborales: reducir la jornada de trabajo, aumentar los salarios, lograr derechos políticos
(asociación, sufragio universal), y organizar las formas de lucha, como la negociación, las
manifestaciones y la huelga.
Las primeras asociaciones obreras o Trade Unions surgieron en Gran Bretaña, donde fueron legalizadas
a principios del XIX.
La lucha política. Cartismo, socialismo y anarquismo
Al mismo tiempo el proletariado inició la lucha política para conseguir la igualdad de derechos. Así surgíó,
primero el cartismo en Gran Bretaña; y después, dos nuevas ideologías contrarias al capitalismo: el
socialismo o marxismo y el anarquismo.
El cartismo debe su nombre a la llamada Carta del Pueblo, un documento enviado al Parlamento británico
por la Asociación de Trabajadores de Londres. En él se reclamaban, entre otros derechos, el voto
secreto, el sufragio universal masculino y la convocatoria de elecciones anuales al Parlamento.
El socialismo fue formulado por Karl Marx y Engels. Su objetivo era acabar con la propiedad privada,
causante de la división entre la burguésía y el proletariado.
Para conseguir su objetivo, el socialismo (marxismo) propónía una revolución dirigida por el partido
socialista que llevara al proletariado al poder. Una vez alcanzado, se establecería una dictadura
transitoria (dictadura del proletariado) mientras se implantaba la propiedad colectiva y una sociedad sin
clases y ni Estado.
El anarquismo fue expuesto, entre otros, por Bakunin. Su objetivo era alcanzar la máxima libertad
individual, eliminando todo lo que la limite: el Estado, la propiedad privada o la religión.
Bakunin propónía una revolución espontánea, protagonizada por el campesinado y el proletariado. Tras
su triunfo, se aboliría el Estado y se sustituirá por comunidades igualitarias.
La Primera Internacional obrera
A mediados del XIX, el deseo de luchar contra el capitalismo a nivel internacional, llevó a fundar en
Londres la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), o Primera Internacional. En ella se integraron
los sindicatos de varios países, los socialistas y los anarquistas. Sin embargo, las disputas internas entre
marxistas y anarquistas les llevaron a la ruptura.