EL FINAL DEL FRANQUISMO Y LA TRANCSICIÓN. LA ESPAÑA DEMOCRÁTICA 1. LA DESAPARICIÓN DEL DICTADOR
Los tres últimos meses de la vida de Franco acabaron sumiendo al país en un clima de incertidumbre e inseguridad. En una de sus últimas acciones políticas, Franco aprobó una nueva ley antiterrorista muy dura que pretendía acallar a la extrema derecha (militares del FRAP y de ETA fueron ejecutados). Este hecho desencadenó una fuerte repulsa internacional. La respuesta del régimen fue organizar una manifestación multitudinaria como muestra de adhesión al dictador. Aprovechando la situación, el rey de Marruecos, Hassan II, organizó la Marcha Verde para ocupar el Sáhará Occidental. La situación española desaconsejaba una actitud de fuerza, por lo que el ejército se retiró y se cedíó el territorio. El 20 de Noviembre de 1975 Franco fallecíó. Su muerte dio paso a la transición a la democracia.
2. LA TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA 2.1. La opción reformista de Juan Carlos I. Juan Carlos De Borbón fue proclamado rey de España el 22 de Noviembre de 1975. La nueva monarquía nacía legitimada por el propio franquismo: el ejército, la Administración y las fuerzas del orden público. Todos esperaban que hiciera realidad una monarquía autoritaria. El discurso de coronación de Juan Carlos I apuntaba sus intenciones reformistas y su voluntad de iniciar una monarquía integradora y de concordia. El rey sitúo a Torcuato Fernández-Miranda al frente de las Cortes y del Consejo del Reino y obligó a Arias Navarro a contar con algunas de las figuras más destacadas del reformismo franquista, como Fraga, Areilza, A. Osorio. Además, inició contactos con la oposición y con destacados líderes de países europeos, con el objetivo de conseguir el apoyo necesario para iniciar los cambios. Arias Navarro inició una tímida reforma que fue insuficiente. Las protestas contra el gobierno y el malestar social se sumaron a una ola de huelgas. Arias Navarro reacciónó de forma autoritaria (sucesos de Vitoria, enfrentamientos entre facciones carlistas en Montejurra) La lentitud con que avanzaban las reformas y los problemas que ya causaba la crisis daban cada vez más argumentos a los que apostaban por la ruptura democrática con el franquismo.
2.2. El desmantelamiento legal del franquismo
En estas circunstancias, el rey provocó la dimisión de Arias Navarro y nombró presidente de gobierno a Adolfo
Suárez. La mayoría de la oposición interpretó este nombramiento como un freno al proceso de reforma. Sin embargo se iniciaba un proceso de desmantelamiento de la dictadura a partir de la propia legalidad franquista: concedíó una generosa amnistía, inició contactos con la oposición. Así comenzó a abrirse camino la estrategia de la ruptura pactada.
En esta transición era necesaria deslegitimar cualquier intento de involución política, ya que las Fuerzas Armadas conspiraban. Suárez se entrevistó con los principales generales en activo y les tranquilizó sobre sus intenciones, aceptadas con la condición de que no se legalizara al Partido Comunista. El proceso aperturista aprobó la Ley para la Reforma Política.
Suárez convocó un referéndum para que el pueblo español se pronunciara sobre la Ley para la Reforma Política. El resultado fue favorable.
2.3. La legalización de la oposición
Fue un paso fundamental. En Enero de 1977 se inició la legalización de la mayoría de los partidos políticos. El secretario general del PCE, Carrillo, provocó su detención a finales de 1976, y obligó al gobierno de Suárez a resolver la cuestión de la legalización de los comunistas. La actitud moderada del PCE ante la matanza de Atocha, su compromiso de no cuestionar la monarquía y la presión ejercida por el conjunto de la oposición llevaron a Suárez a legalizar al PCE. Las Fuerzas Armadas expresaron su protesta y la situación volvíó a crisparse, pero Suárez continuó negociando y pronto adoptó medidas como la convocatoria de elecciones para elegir Cortes constituyentes.
2.4. Cortes constituyentes
Las primeras elecciones democráticas que tendrían lugar en el país desde los tiempos de la República. A ellas concurrieron, además de los partidos legalizados, otras agrupaciones de reciente aparición como Uníón de Centro Democrático (UCD) Y Alianza Popular.
En las elecciones del 15 de Junio de 1977, el electorado español apoyó la estabilidad. La UCD obtuvo una mayoría relativa; el PCE sufríó un fuerte descalabro; Alianza Popular vio cómo el electorado penalizaba su excesivo apego al franquismo, mientras que la extrema derecha fue barrida. En cambio, los grupos nacionalistas de Cataluña y el País Vasco obtuvieron buenos resultados.
3. EL PERIODO CONSTITUYENTE
El gobierno de UCD y las Cortes se enfrentaron a dos retos históricos: atajar la crisis económica y definir el nuevo sistema de relaciones laborales y construir un nuevo marco político democrático a través de una Constitución.
3.1. Pactos de la Moncloa
A medida que avanzaba la década, se hacían más patentes los graves problemas económicos. La inexistencia de una política fiscal adecuada y las dificultades derivadas de la inestabilidad política habían llevado a los gobiernos a no tomar medidas correctoras impopulares Dada la situación, las fuerzas políticas y sindicales estuvieron de acuerdo en resolver estos problemas consensuadamente. Así, el 25 de Octubre de 1977 se firmaron los Pactos de la Moncloa que dieron estabilidad al mundo de las relaciones laborales. También se aprobaron otras mediadas complementarias, como la ley de medidas urgentes para la reforma fiscal o la ley que reestructuraba la Seguridad Social y creaba el INEM.
3.2. La Constitución de 1978
El primer paso fue la creación de una ponencia para su redacción integrada por diputados de los diferentes partidos. Los partidos decidieron optar por la vía del consenso. Carácterísticas: – Una amplia declaración de derechos y libertades. –
La definición del sistema político español como una monarquía parlamentaria. –
La división de poderes:
el legislativo en las Cortes bicamerales; el ejecutivo recayó en el gobierno; el judicial correspondíó a los jueces y magistrados, coordinados por el Tribunal Supremo. – Este cuadro de instituciones se completó con otras dos: el Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo. –
La descentralización del Estado.
Estado de las autonomías. – El texto de la Constitución fue puesto a referéndum el 6 de Diciembre de 1978 y fue aprobado con un 88% de votos positivos.
4. LA DEMOCRACIA AMENAZADA
La democracia se vio amenazada por:
4.1. La escalada terrorista
ETA, que intensificó su actividad, FRAP y el GRAPO. El objetivo de todas estas organizaciones era minar la credibilidad de la naciente democracia.
4.2. El descrédito del gobierno de UCD
Tras la probación d la Constitución, se convocaron elecciones generales para el 1 de Marzo de 1979. Suárez logró un nuevo triunfo. Sin embargo, en las municipales se produjo el triunfo de PSOE y PCE. El gobierno de Suárez estuvo sometido a un duro desgaste, que se incrementó por el proceso de descentralización autonómica que despertó los recelos del ejército y los poderes fácticos. Además acordó una vía lenta de acceso a la autonomía, excepto para las comunidades históricas por lo que surgieron recelos en las demás regiones. Los andaluces votaron en referéndum a favor de su homologación a las nacionalidades históricas. Las diferencias entre gobierno y oposición se acentuaron: el PSOE presentó una moción de censura. Suárez tuvo que afrontar la progresiva desintegración de su propio partido.
Su liderazgo era cada vez más contestado.
4.3. El 23-F
La jerarquía militar se había sentido traicionada por Suárez cuando este decidíó legalizar al Partido Comunista. El nombramiento del teniente general Gutiérrez Mellado como vicepresidente para Asuntos de la Defensa permitíó a Suárez controlar momentáneamente el descontento militar, manteniendo la disciplina. Sin embargo, los rumores de conspiración fueron casi permanentes (Operación Galaxia). A finales de Enero de 1981, Suárez dimite. Pocos días después, los reyes visitaros Gernika y fueron abucheados por los representantes de Herri Batasuna. Ante esta situación, la trama golpista se decidíó a actuar.
El día 23 de Febrero, mientras se desarrollaba el debate de investidura del sucesor de Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo, un destacamento de guardias civiles bajo el mando del teniente coronel Antonio Tejero ocupó el Congreso y secuestró a los diputados. En Valencia, el teniente general Jaime Milans del Bosch decretó el estado de excepción y desplegó las tropas por la ciudad, y en los cuarteles de toda España se vivieron momentos de máxima tensión. Sin embargo, la intervención televisada del rey pidiendo a los militares el acatamiento del orden constitucional acabó de convencer a los indecisos. El 24 de Febrero, las tropas del Congreso se rindieron.
4.4. Calvo-Sotelo y el fin de UCD
El fracaso del Golpe de Estado del 23-F revitalizó la democracia. Dos días después, Calvo-Sotelo fue investido presidente del gobierno por mayoría. Se recobró el espíritu de consenso y se pactaron el Acuerdo Nacional por el Empleo y la LOAPA sobre la elaboración de estatutos de autonomía. Sin embargo, no tardaron en resurgir las discrepancias. Con la oposición de izquierdas el enfrentamiento se produjo por la decisión de UCD de incorporar a España en la OTAN. Además, se inició una nueva recesión de la economía española. La gestión de Calvo-Sotelo se vio entorpecida sobre todo por la desintegración de su propio partido. Tras varias remodelaciones del gobierno, Calvo-Sotelo disolvíó las Cortes y convocó elecciones legislativas anticipadas. Esta vez, el PSOE obtuvo la mayoría absoluta. Por eso se puede considerar esta fecha como la del final de la transición.
5. LA DÉCADA SOCIALISTA (1982-1992)
Ese amplio soporte electoral les permitíó emprender una serie de reformas económicas y políticas que tuvieron como objetivos la salida de la crisis económica, la incorporación del país al contexto europeo e internacional y la consolidación definitiva de la democracia en España.
5.1. El éxito electoral socialista
A la amplia victoria contribuyó la unidad del partido, la popularidad de su líder y el programa electoral basado en la idea de cambio. La repetición de las amplias victorias socialistas en 1986 y 1989 se debíó a la moderación del programa político y al pragmatismo de su gestión, así como a la crítica situación que vivíó la democracia española a causa del 23-F y el proceso de descomposición de la UCD. A esto se suma la ausencia de una oposición efectiva.
5.2. La evolución económica
El PSOE accedíó al poder cuando la recesión económica mundial estaba llegando a su fin. Pero, en España, la situación económica aún era de plena crisis. Los socialistas, amparándose en sus poderosas mayorías, pudieron aplicar cómodamente una política económica de tipo social-liberal que olvidaba sus promesas electorales. Su actuación en materia económica se centró en: – La reconversión industrial.
– La reforma fiscal. –
La política de empleo intentó combatir las elevadas tasas de desempleo que eran las más altas de Europa. El gobierno aplicó programas de promoción de empleo y flexibilizó el mercado laboral.
Entre 1986 y 1991 se produjo la reactivación económica con medidas como la incorporación a la CEE así como la reestructuración del sector financiero y las fusiones entre grandes bancos.
5.3. La política interior
El gobierno intentó pactar con los llamados interlocutores sociales en cuestiones económicas y sociales, y se intentó consensuar algunos temas como la reforma educativa. En algunos temas los socialistas actuaron con especial decisión (reforma de las Fuerzas Armadas y del Ministerio de Defensa). Los socialistas abordaron también otros temas fundamentales, como el intento de creación de un Estado de bienestar, la finalización del proceso de configuración del Estado autonómico y la política antiterrorista.
5.4. La política exterior
Fue en las relaciones internacionales donde los socialistas tuvieron sus mayores éxitos. Tras una primera etapa en que se practicó un acercamiento a los países del Tercer Mundo, la diplomacia socialista adquiríó tintes marcadamente europeístas y negocio: a)
La entrada en la CEE
España pasó a ser un Estado miembro de la CEE el 1 de Enero de 1986.
b)
La integración en la OTAN tras un referéndum en 1996 con resultado afirmativo.
6. LOS CAMBIOS ENE EL PODER 6.1. La nueva recesión económica
A finales de 1991, se empezaron a notar los primeros síntomas de una nueva recesión económica, aunque los Juegos Olímpicos y la Exposición Universal de 1992 contribuyeron a crear la sensación de que no existía se perdieron 900 000 empleos. Además, la incorporación al Sistema Monetario Europeo en 1989 provocó cuatro devaluaciones de la peseta. En 1993, el gasto público alcanzó las cotas más elevadas. La contención del gasto público implicó una reducción de los gastos sociales.
En la tercera convocatoria electoral europea, celebrada en 1994, el PSOE sufríó su primera derrota en unas elecciones de ámbito general desde 1982.
6.2. Los escándalos de corrupción
Los primeros escándalos de corrupción aparecieron en 1990 con el caso Filesa, y más adelante el gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, fue acusado de fraude fiscal y de proporcionar información privilegiada. El director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, se fugó del país tras descubrirse que él y otros altos cargos del Ministerio del Interior habían cobrado sobresueldos a cargo de los fondos reservados 6.3. La reorganización de la oposición
Por la derecha, Alianza Popular recogíó buena parte de la extinguida UCD. Además, realizó un cambio de imagen: sustitución de Manuel Fraga por Antonio Hernández Mancha al frente, adopción del nombre Partido Popular, nombró a José Mª Aznar como nuevo líder del partido. La recomposición de la oposición por la izquierda se realizó a través de la coalición electoral Izquierda Unida.
También se lanzaron durísimos ataques contra el PSOE a través de algunos medios de comunicación ajenos al socialismo. Se tratará de una planificada estrategia de la crispación. 6.4. La llegada del PP al poder
En 1993, se celebraron elecciones generales con la victoria socialista pero con mayoría relativa.
Estos resultados llevaron a Felipe González a buscar el pacto con los nacionalistas vascos (PNV) y catalanes (CiU).
El entendimiento con estas dos fuerzas fue total en materia económica. Dieron prioridad a los objetivos de convergencia previstos en Maastrich y aplicaron medidas de contención dl gasto público. El Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad el Pacto de Toledo que garantizaba la estabilidad del régimen de pensiones. A cambio de su apoyo político, los nacionalistas obtuvieron concesiones importantes. El Partido Popular se hizo progresivamente con parcelas de poder controladas por los socialistas. El PSOE solo conservó su hegemonía en Andalucía entre otros. El 3 de Marzo de 1996 se celebraron las séptimas elecciones legislativas y el PP súperó al PSOE por escasos votos. Así, Aznar se vio obligado a reconsiderar su actitud beligerante y crítica contra los nacionalistas, ya que necesitó el apoyo de PNV y CiU.
Su objetivo prioritario fue cumplir las condiciones de Maastrisch, controlando el déficit público y la inflación. Desde 1996 se inició una cierta recuperación económica. En 1997, España entró en la estructura militar de la OTAN. Durante su primera legislatura, el gobierno del PP mantuvo conversaciones de paz con ETA entre 1998 y 1999, con el fin de acabar con el terrorismo; sin embargo, no lo consiguió. A partir de entonces, el PP inició una política de ilegalización y acoso al mundo del entorno de la banda terrorista.
6.5. La segunda legislación del PP
En 2000 el Partido Popular volvíó a ganar las elecciones y obtuvo la mayoría absoluta.
Aprovechó la coyuntura económica favorable y consiguió el control del déficit público y de la inflación, lo que permitíó a España sumarse a los países de la Uníón Europea que adoptaron el euro. Los éxitos económicos del gobierno popular impulsaron la legislatura que, sin embargo, entró en una dinámica de confrontación y renunció a la búsqueda de consensos con las otras fuerzas políticas y agentes sociales. A lo largo de la legislatura se produjeron diferentes acontecimientos que fueron desgastando al ejecutivo popular: –
Plan Hidrológico Nacional
Huelga general en Junio de 2002. – El hundimiento del petrolero Prestige. –
En el año 2003, el alineamiento del gobierno de Aznar con la política exterior del presidente de EE.UU.
por lo que apoyará a la invasión de Iraq. –
La tragedia del Yak-42.
Ante las elecciones previstas para el 14 de Marzo de 2004, los dos grandes partidos presentaron nuevos candidatos a la presidencia:
Mariano Rajoy por el PP, y José Luis Rodríguez Zapatero por el PSOE. Tres días antes de las elecciones, se produjeron los atentados del 11-M.
En esas condiciones se celebraron las elecciones en las que se produjo un vuelco electoral con la victoria por mayoría simple del PSOE.