El Sistema de la Restauración
1.1. El protecyo de Cánovas
•El pronunciamiento militar de Martínez Campos en Sagunto (29 de diciembre de 1874) aceleró la subida al trono de Alfonso XII, hijo de Isabel II. Su entrada en Madrid el 14 de enero de 1875 inició una etapa de estabilidad política que se conoce con el nombre de “Restauración”. En efecto se restablece la monarquía de los borbones dentro de un sistema parlamentario liberal, pero exactamente democrático.
•Antonio Cánovas del Castillo, político de gran experiencia, procedente de la Unión liberal fue el artífice de la Restauración.
Él había preparado la vuelta de Alfonso XII y había planificado un proyecto político para España “Una nación pacificada en lo político y lo social que mantuviese el legado de la historia y asimilara las novedades del presente, es decir, una síntesis de lo viejo y lo nuevo”. Para llevar a cabo este proyecto era preciso elaborar una nueva constitución y crear unos partidos políticos sólidos que fuesen capaces de alterarse en el poder.
•La Constitución de 1876 fue elaborada, tras convocar Cánovas, que había sido nombrado primer ministro por el rey , unas elecciones a Cortes Constituyentes.
La nueva Constitución se promulgó en mayo de 1876 y fue la de más larga duración.
Era de carácter moderado y sus características más importantes eran :
– Soberanía compartida, entre el rey y las Cortes (liberalismo doctriniano o conservador)
– Unas Cortes bicamerales. Congreso de los diputados y Senado. Ambas cámaras eran iguales en derecho y el sufragio era censitario (solo un 5% votaba y solo para el Congreso)
– El Rey mantenía el poder ejecutivo además de compartir el legislativo y tenía derecho a veto. Era además jefe del ejército, nombraba al presidente del gobierno y podía incluso disolver las Cortes.
– Confesionalidad católica del Estado, aunque con respeto a la libertad de culto.
– Una amplia Declaración de Derecho y libertades, aunque restringidas en otras leyes.
•El bipartidismo y la alternancia en el poder. El sistema político ideado por Cánovas estaba basado en la existencia de dos grandes partidos dinásticos (leales a la corona) y en la alternancia pacífica de ambos partidos en el ejercicio del poder, dentro de un peculiar parlamentarismo.
– El Partido Conservador liderado por Cánovas era heredero de los moderados y unionistas y su base social era la aristocracia y la burguesía alta.
– El Partido Liberal liderado por Sagasta, integraba a antiguos progresistas y republicanos moderados y su base social eran las clases medias.
1.2. El funcionamiento del sistema canovista
•La alternancia en el gobierno de los dos partidos dinásticos fue posible gracias al fraude electoral y el caciquismo.
El mecanismo electoral, llamado “de arriba o abajo” o “invertido”, era el siguiente: cuando el gobierno se desgastaba o perdía la confianza de la corona, el rey encargaba la formación de un nuevo gobierno al otro partido, que convocaba elecciones para tener un parlamento adicto.
Dos instituciones controlaban todo el proceso electoral el ministerio de la gobernación y los caciques. En primer lugar el ministerio elaboraba el “encasillado” o lista de diputados que debía ser elegido en cada distrito. Luego se entregaba a los gobernadores civiles para que impusiese en sus respectivas provincias a través de los caciques locales. Aquí entraba en juego el caciquismo, elemento clave en este peculiar sistema parlamentario.
Los caciques eran individuos o familias con gran poder económico y político, sobre todo en las zonas rurales y no dudaban en emplear cualquier medio, incluyendo compra de votos, la coacción y finalmente el fraude electoral (pucherazo) consistía en una
alteración de los resultados electorales (falsificación del censo, manipulación de los actos, etc)
•En Andalucía el auge del caciquismo fue mayor por 3 factores principales:
la importancia del latifundo en la estructura agraria, en mano de los caciques locales.
Las altas colas de analfabetismo que permitía controlar mejor a los campesinos.
El tema a la radicalización de los movimientos campesinos de base anarquista ,lo que reforzó el mecanismo de control por medios más violentos (Guardia Civil).
1.3. Evolución política
•El reinado de Alfonso XII (1875-1885) el joven monarca se convirtió en el símbolo de la Restauración. El pueblo lo ha rodeado de un halo romántico, por la trágica muerte de su primera esposa y prima María de las Mercedes y por su propia muerte a los 28 años.
Su reinado estuvo dominado por el Partido Conservador (excepto el gobierno liberal de 1881-1883) y sus acciones principales de gobierno fueron:
La pacificación tanto política en el interior como militar en el exterior ya que en 1876 acabaron tanto la Guerra Carlista como la de Cuba.
La centralización administrativa que culminó con la abolición de los fueros vascos y la restrición del poder local, al ser controlados los ayuntamientos por el gobierno civil.
•La regencia de María Cristina (1885-1902) cuando muere Alfonso XII en 1885 su segunda esposa, María Cristina, estaba embarazada y ocupó después la regencia hasta la mayoría de edad de su hijo.
Para mantener ambos partidos se comprometieron en el Pacto del Pardo (pacto verbal) a respetar el turno y las medidas de gobierno de cada uno.
La regente María Cristina se mantuvo neutral mientras se producía cierta democratización, sobre todo por la Ley de Asociaciones de 1887, y la aprobación del sufragio universal masculino (1890 Gobierno largo de Sagasta).
El principal problema fue la reanudación de la Guerra de Cuba en 1895.
2. La oposición al Sistema de la Restauración
Son 4 los sectores políticos que se oponen al Sistema de la Restauración.
2.1. El Carlismo
Terminada la última Guerra Carlista en 1876, Carlos VII se exilió en Francia y los carlistas optaron por las conspiraciones. En 1888 un sector del Carlismo encabezado por Ramón Nocedal fundó el Partido Tradicionalista, antiliberal y católico.
2.2. El Republicanismo
Vencido por el golpe militar de 1874, el Republicanismo se dividió en 4 corrientes:
Las radicales dirigido por Luis Zorrilla. Fundaron el Partido Republicano Progresista, que intentó pronunciamientos militares sin éxito.
Los unionistas de Nicolás Salmerón. Fundaron el Partido Centralista, partidarios de la unidad territorial y el centralismo político.
Los posibilistas de Emilio Castelar (4º presidente) eran los más conservadores y se integraron en el Partido Liberal.
Los federales de Pi i Morgan (2º presidente) eran los más numerosos y organizados.
2.3. El movimiento obrero
Ya hablamos de él en el tema anterior y a partir del golpe de Estado de 1874 se vio obligado a pasar a la clandestinidad.
En los últimos años del siglo XIX las organizaciones obreras siguieron divididos en dos corrientes ideológicas, el anarquismo y el socialismo.
Anarquismo: en 1881 se reconstituyó en Barcelona la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE), de inspiración Bakunista.
En Andalucía se acusó a sectores anarquistas, de estas detrás de la Mano Negra, sociedad secreta terrorista de dudoso origen y fueron duramente reprimidos. A partir de ahí entró en decadencia el anarquismo,
limitándose a acciones terroristas como el asesinato de Cánovas en 1897.
Socialismo: Pablo Iglesias fundó en 1879 el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Era un partido marxista que pretendió la toma del poder por la clase obrera, la abolición de la propiedad privada y una sociedad sin clases.
En 1888 en un Congreso del PSOE se fundó la Unión General de Trabajadores (UGT), primer sindicato socialista.
2.4. Nacionalismo y Regionalismo
Durante la regencia de María Cristina surgieron los primeros movimientos nacionalistas y regionalistas. Los primeros planteaban un Estado multinacional opuesto al sistema canovista. Los segundos, más moderados, defendían el reconocimiento de una identidad cultural diferencial de una determinada región.
A) Catalanismo
Fue el primero y el más importante movimiento nacionalista. El primero en defender una autonomía política para Cataluña fue Valentín Almiran que fundó el Centré Catalá en 1882.
Más tarde surgió la “Unión Catalanista”, de tendencia conservadora y en 1901 se fundó la lliga regionalista, que inició el despegue del nacionalismo catalán al conseguir varios diputados en las elecciones de ese año.
B) Nacionalismo vasco
En el País Vasco la abolición de los fueros tras la última Guerra Carlista dio origen al nacimiento de una corriente nacionalista en defensa de los fueros, la lengua y la cultura vascos.
Sabino Arana formuló los principios originarios del nacionalismo vasco y fundó el Partido Nacionalista Vasco (PNV) en 1895. Su ideología se articulaba en torno a los principios de la raza vasca, de los fueros y de la religión, desde una perspectiva antiliberal y tradicionalista.
C) Otros movimientos regionalistas
Gallegismo:
a mediados del siglo XIX se inició en Galicia una corriente que dio lugar a “Rexurdimiento” que significó el redescubrimiento literario de la lengua y la cultura gallega. Solo durante la última etapa de la
Restauración el gallegismo fue adquiriendo un carácter más político, aunque minoritario (Círculos cultos: Rosalía de Castro o Manuel Murquía).
Valencianismo:
fue muy débil y tardío y solo adquirió cierta importancia política a partir de la creación de asociaciones como Valencia Nova (1914) y Juventud Valenciana (1908)
Andalucismo:
a finales del siglo XIX más que un regionalismo organizado, existió la labor de un grupo de intelectuales (Antonio Machado padre) que reivindicó la “identidad andaluza”. Destaca la fundación de la “Sociedad del Folklore andaluz” (1881). Pero el nacionalismo andalucista se forjó más tarde alrededor del Ateneo de Sevilla, al que Blas Infante dio un gran impulsoa partir de 1910.
3. La crisis agraria y el retorno al proteccionismo
En el último tercio del siglo XIX se produjo en España una gran crisis agraria que además de empobrecer a los agricultores, provocó a nivel rural una gran conflictividad social.
Como resultado de la crisis agraria, España retornó a partir de 1891 (arancel de Cánovas) a una política económica proteccionista, que favoció a la oligarquía terrateniente y fue un factor negativo para la modernización del campo español.
4. La caída del Imperio colonial y la crisis del 98
4.1. Las Guerras coloniales:
-Tras la paz de Zanjón, la política llevada a cabo por el gobierno español no satisfazo a los cubanos porque no cumplió las promesas de introducir reformas políticas y administrativas. Lo único que se concedió, durante el gobierno largo liberal, fue la abolición definitiva de la esclavitud y que tuvieran representantes en las Cortes.
Las tensiones con España aumentaron con la oposición a los aranceles proteccionistas que España imponía para dificultar el comercio con EEUU.
Se sumaba ahora la de que esta pudiera contar con el apoyo de EEUU.
-La Guerra de Cuba y Filipinas (1895-1898) pondría fin al Imperio colonial español.
En febrero de 1895 estalló en Cuba la insurrección definitiva, liderada por José Martí, que fundó el Partido
revolucionario cubano. Martí murió pero los rebeldes encontraron otros dirigentes.
El gobierno presidido por Cánovas envió un ejército dirigido por Martínez Campos. Pero la falta de éxitos provocó su sustitución por Valeriano Weyler, que empleó tácticas muy duras.
Tras el asesinato de Cánovas (1897) un nuevo gobierno liberal destituyó a Weyler e intentó la conciliación con Cuba, concediéndole una autonomía e igualdad de derechos.
Junto con la insurrección cubana se produjo también la de Filipinas. El levantamiento fue reprimido y José Rizal ejecutado. Pero lo que dio por finalizado la Guerra colonial fue la intervención de EEUU. Esta se produjo cuando un acorazado norteamericano anclado en el puerto de la Habana explotó. Los americanos acusaron a España y declararon la guerra. Fue una guerra rápida que terminó con la derrota de España en Cavite y Santiago.
En 1808, la Paz de París significó para España la pérdida de Cuba, Filipinas, Puerto Rico y la isla de Guam.
4.2. Las consecuencias del «Desastre del 98»
La pérdida de las colonias de Ultramar provocó en España una profunda crisis, conocida como el «Desastre del 98». Las consecuencias fueron:
– Económicas y políticas: a nivel económico se produjo la repatriación de capitales, la pérdida de los mercados colonias y la deuda dejada por la guerra. No hubo una gran crisis política, ya que la Restauración sobrevivió al desastre y el Régimen mostró una gran capacidad de recuperación. La crisis del 98 fue una crisis moral e ideológica.
– Nuevas corrientes culturales y de pensamiento surgieron como consecuencia del 98, el Regeneracionismo y la Generación del 98.
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El Regeneracionismo: su principal representante fue Joaquín Costa, que defendió la necesidad de reformas en lo político, económico y en la educación.
A nivel político se intentó realizar reformas de tipo «regeneracionista» pero fracasó.
• La Generación del 98: integrada por intelectuales como Unamuno, Valle-Inclán, Pío Baroja, etc. Se caracterizó por un profundo pesimismo y una crítica al atraso de España.