Texto 11 nacionalismo vasco 1894

1.Introducción.-  regionalismo y nacionalismo

 a fines del Siglo XIX,nacen en cataluña y l país vasco movimientos q cuestionan la existencia d 1a única nación española en españa.L punto d partida d ls argumentos nacionalistas consiste en afirmar q cataluña y l País Vasco son naciones y q,x consecuencia,tienen derexo al autogobierno.
Esta afirmación la basan en la existencia d unas realidades diferenciales:
Lengua,derexos istoricos (fueros),cultura y costumbres propias.Estos movimientos tendrán planteamientos + o – radicales:
desde l autonomismo al independentismo o separatismo.

l movimiento regionalista en españa tiene 3 aspectos distintos:

  • aspecto cultural,entroncado con ls grandes agrupaciones medievales q s expresaban en lengua romance: gayego,portugués,casteyano y catalán.

  • aspecto social,representado x 1a burguesía cuyos intereses económicos les yeva a marcar ls diferencias con l resto d españa.

  • aspecto político,q a través d 1a reforma d ls instituciones pretende alcanzar 1 régimen autonómico en l q s desarroyen plenamente ls aspectos cita2.

desde l punto d vista político,“centralización” y “autonomía” an estado siempre presentes en la istoria d españa,y ambas son expresiones d 2 mentalidades diferentes.1a,identificada con la españa casteyana.La otra,representada x determinadas regiones periféricas,q une l particularismo propio d toda situación d superioridad económica a la tradición d autogobierno propia d su istoria.


2.- EL NACIONALISMO

El Nacionalismo contemporáneo surge en Europa a partir del primer tercio del Siglo XIX, ligado al movimiento del Romanticismo. El movimiento nacionalista no tiene una ideología concreta, es, más bien, un sentimiento de amor a la Nacíón. Una nacíón formada por un conjunto de ciudadanos unidos por unos vínculos comunes: la misma lengua, la misma historia, las mismas costumbres, la misma raza o cultura.

                En su vertiente política, el nacionalismo fue un fenómeno revolucionario por :

  
1) Estar en contra del absolutismo implantado por el régimen de la Restauración, al defender el principio de la Autodeterminación de los pueblos, es decir, de que los pueblos tienen el poder y el derecho de darse las leyes y formas de gobierno que quisieran.

2) Estar en contra del mapa europeo impuesto por las potencias de la Restauración en el Congreso de Viena de 1815

                En este sentido, el nacionalismo será uno de los factores que contribuya decisivamente a romper con el sistema de la Restauración y el orden internacional impuesto en Viena ya que:    


   1) Promoverá la independencia de una serie de pueblos que habían quedado sometidos a otros, como son los casos de Bélgica (sometido a Holanda) o de Grecia (sometida al Imperio Turco).


   2) Promoverá la unificación de distintos pueblos en una sola nacíón, casos de las unificaciones de Italia y Alemania. Procesos que se desarrollan en Europa entre 1820 y 1870.


   En España, la inestabilidad política imperante durante la época de las regencias, provocará que las ideas nacionalistas lleguen tarde. No será hasta finales del Siglo XIX, durante la etapa de la Restauración, cuando vayan tomando cuerpo los distintos movimientos regionalistas. A pesar de las diferencias entre los movimientos, podemos establecer una serie de rasgos comunes: 

1.-

Son una prolongación o derivación de una serie de movimientos culturales de signo ROMántico que comienzan a desarrollarse a mitad del Siglo XIX. 

2.-

La base social de estos movimientos es eminentemente burguesa y urbana. Lo cual no impide su fuerte vinculación con el mundo rural donde se conservan mejor los rasgos lingüísticos, históricos o folclóricos que se tratan de recuperar o conservar.

3.-

Son, también, una reacción frente al centralismo impuesto por el régimen liberal. La organización centralista del Estado, con la división territorial basada en provincias, pretendíó ignorar las realidades regionalistas y disolverlas.Frente a ese centralismo surgieron los regionalismos, todos ellos en regiones periféricas.

4.-

Es a partir de la crisis del 98 cuando los regionalismos se convierten en movimientos políticos, fundándose una serie de partidos políticos nacionalistas que buscan la autonomía y la descentralización del Estado y, en algún caso, la independencia. Estos partidos, junto a las fuerzas republicanas y del movimiento obrero, formarán los llamados partidos antidinásticos, que con su presión terminarán derribando el régimen de la Restauración, por su incapacidad de integrarlos en el poder (turnismo sólo de dos partidos).

5.-

Los componentes ideológicos que configuran los regionalismos son bastante heterogéneos. En casi todos ellos aparece una combinación, una mezcla, de ideas del liberalismo, el tradicionalismo y el federalismo del Sexenio.

3.- LOS NACIONALISMOS PERIFÉRICOS

El Nacionalismo periférico, el catalán y el vasco, hay que entenderlos como la manifestación de la burguésía comercial e industrial, muy emprendedora, frente a la burguésía agraria y terrateniente del interior, más conservadora. Los hechos q diferencian a ambos nacionalismos son la lengua, los fueros y una cultura y costumbres propias.

En su dimensión política el nacionalismo irá de planteamientos moderados a otros más radicales: desde la petición de autonomía hasta la reclamación de independencia.

A.- CATALUÑA


El nacionalismo catalán nacíó de cuatro corrientes distintas que con el tiempo se integraron en una sola:

 
1)
El proteccionismo económico.
Q defendía a la industria catalana de la competencia extranjera. Su principal manifestación fue la creación de la organización patronal Fomento del Trabajo bajo inspiración de Joan Güell, apoyada por toda la burguésía catalana, que va a conseguir que los gobiernos implanten una política proteccionista.

2)

El Federalismo

Se inspira en las teorías de Pi y Margall y su máximo representante será Almirall.
Es defensor de una plena autonomía para Cataluña, pero no es independentista. Su propuesta era regenerar Cataluña por la autonomía plena y el desarrollo industrial, con lo que se derrotaría al centralismo burocrático y a la España rural y se transformaría al estado español a modo y semejanza de Cataluña.

3) El Tradicionalismo


Se inspira, por una parte, en el Carlismo y su defensa de los Fueros y, por otra, en el pensamiento católico de la llamada Escuela de Vic, cuyos máximos representantes son Jaime Balmes y el obispo de Tarragona

Torras y Bages


 4) La Renaixença. Movimiento cultural de carácter ROMántico basado en la defensa de la lengua vernácula y en la recuperación y conservación de las tradiciones, instituciones y leyes históricas catalanas.


B.- PAÍS VASCO


 

El nacionalismo vasco no presenta los rasgos de modernidad, ni se nutre de la variedad de tendencias del nacionalismo catalán. En su origen podemos señalar dos causas básicas: la abolición de los fueros en 1876 y el desarrollo del proceso industrializador.En 1876, la derogación de los fueros da lugar a dos tipos de reacciones distintas:

  • Los que la aceptaron, alta burguésía industrial y de negocios, y supieron rentabilizar la pérdida mediante una serie de conciertos económicos con Madrid en provecho propio. 2)
  • Los que no la aceptaron que, apelando al tradicionalismo, defendieron la recuperación íntegra de los fueros. Eran los carlistas, que se aferraron a la defensa de un País Vasco agrario, tradicional y contrarios al fenómeno urbano e industrial que debilitaba la esencia de “lo vasco”.

 El padre del nacionalismo vasco es Sabino Arana que, en la década de los 90, dará coherencia y estructurará sus ideas. El nacionalismo vasco presenta como rasgos distintivos: la defensa de la raza vasca; la defensa de las tradiciones, costumbres y de la lengua vasca; Un profundo catolicismo antiliberal; el antiespañolismo, ya que aspira no a la plena autonomía, sino a la independencia de Euskadi.El purismo racista de Arana rechazó el proceso industrializador porque estaba dando lugar a una fuerte inmigración de obreros de otras zonas de España, los Maketos, que estaba provocando la decadencia de la raza vasca por mestizaje. Igualmente, la industrialización y el crecimiento urbano estaban provocando la desaparición de la sociedad vasca tradicional, agraria, y sus costumbres y tradiciones. Precisamente, su oposición a la inmigración provocará el radical enfrentamiento del nacionalismo vasco con el socialismo, restándole mucha fuerza en los primeros momentos. Por otra parte, la defensa de los fueros, el férreo centralismo impuesto desde Madrid y la industrialización hicieron a Arana identificar al capitalismo y al centralismo con lo español y de ahí surge la defensa del antiespañolismo, del integrismo católico y antiliberal y del independentismo de Euskadi


En la evolución del nacionalismo vasco, destacan los siguientes hechos:

 En los primeros años fue un movimiento minoritario y con escasa fuerza, totalmente ligado a la acción de su fundador, Arana.
Mas tarde este funda el primer Partido Nacionalista Vasco, integrado por una minoría de la clase media-baja urbana y de propietarios rurales de Bilbao y su comarca.

Desde 1897-98, el partido realiza una importante labor difusora de sus ideas a través de periódicos. Arana gana un escaño en la Diputación de Vizcaya y en el 99, en las elecciones municipales son elegidos cinco concejales nacionalistas en Bilbao. Fueron éxitos modestos, ya que entre 1900 y 1902 el partido no alcanza ningún representante en las distintas elecciones a las que se presenta, lo que nos hace ver su escasa fuerza y poco respaldo social determinado, básicamente, por el rechazo a las ideas de Arana de la alta burguésía vasca y del socialismo. El propio Arana perdíó interés por la política y se retiró.Tras su muerte el partido fue ampliando sus bases con la entrada de parte de la burguésía vasca, más moderna e industrial y más moderada. Surgíó, entonces, una lucha interna entre los seguidores de Arana, defensores de la independencia, y los defensores de obtener una amplia autonomía dentro del estado español. Esta lucha interna mantendrá al nacionalismo vasco dividido y con escasa fuerza e importancia en la vida política española.Tras la I Guerra Mundial, el nacionalismo vasco se revitaliza gracias al apoyo de la alta burguésía industrial y financiera, que encontró en el partido un instrumento para oponerse a los planes fiscales del ministro de hacienda Santiago Alba, en relación con los beneficios extraordinarios de la guerra. Ello provoca su uníón con la burguésía catalana y la Lliga para luchar por la autonomía de ambas zonas y la victoria del partido en el País Vasco en las elecciones de 1918.A pesar de ello, las tensiones dentro del partido se mantienen y en 1921 hay una escisión de la que nacen dos partidos: La Comunión Nacionalista Vasca y el segundo Partido Nacionalista Vasco, actual PNV. No conseguiría, sin embargo, grandes concesiones el nacionalismo vasco, ni tuvo el arraigo y la importancia del catalán.


C.- Galicia


El regionalismo gallego comienza a manifestarse a partir de los años 80. Un regionalismo que tiene sus antecedentes en:


1) El movimiento ROMántico del Rexurdimento, movimiento de defensa y recuperación de la lengua, la cultura, tradiciones y costumbres y la historia de Galicia, cuya máxima figura es Rosalía de Castro.

2) El Federalismo republicano desarrollado durante el Sexenio

 En la formación del regionalismo gallego convergen distintas corrientes ideológicas que, al contrario del catalán, no se unieron, sino que se enfrentaron haciendo muy difícil los acuerdos y colaboraciones. Entre ellas destacan:

A.-


La tendencia tradicionalista y católica representada por Alfonso Brañas, que publicará en 1899 su libro:

“El Regionalismo y su aplicación a Galicia”, en el que establece un primer programa político centrado en la defensa de los fueros, la descentralización y la plena autonomía de Galicia dentro del estado español.

B.-


La tendencia republicana federalista defendida por Aureliano Pereira.

C.-


La tendencia liberal defendida por Manuel Murguía, que en 1890 crea la Liga Regionalista de La Coruña, exponiendo los puntos esenciales del nacionalismo gallego: autonomía y no independencia; combate del caciquismo y promoción de la lengua, las artes y las industrias gallegas. Esta división ideológica y el escaso apoyo social hacen que el nacionalismo gallego, que logró un apreciable desarrollo cultural, no llegara a consolidarse como fuerza política, es decir, no logra consolidarse en un partido político que defendiera las aspiraciones autonómicas de los gallegos hasta principios del Siglo XX. El primer intento político importante del nacionalismo gallego fue la creación en 1907 de Solidaridad Gallega, una agrupación de campesinos que no actuó como un verdadero partido político, ni se presentó a las elecciones generales, limitándose a presentarse a las elecciones municipales en algunos lugares y que terminaría disolvíéndose en 1912.Al igual que otros nacionalismos, el gallego se revitalizó durante la I Guerra Mundial. Así, en 1916 se crean las Irmandades de Fala que, en 1918, celebraron la primera asamblea general en la que se elaboró el primer texto donde se recogen todas las aspiraciones autonómicas del galleguismo. Un año después, se crearía el Partido Nacionalista Galego, aunque, de momento, el nacionalismo gallego siguió teniendo poco respaldo social y no adquiriría importancia y fuerza hasta la II República.


3.- ANDALUCÍA Y EL MOVIMIENTO POLÍTICO-CULTURAL REGIONALISTA. BLAS INFANTE

A.- La vertiente cultural del Andalucismo


En la segunda mitad del Siglo XIX tuvo lugar un amplio movimiento intelectual en Andalucía en el que influyeron de forma muy importante los principios de la teoría evolucionista y el Krausismo, que favorecen un clima de renovación y abrieron la investigación científica con la aplicación de los métodos experimentales. El principal difusor de los principios evolucionistas en Andalucía fue Antonio Machado y Núñez y del Krausismo Federico de Castro.
La colaboración entre ambos dio como fruto una nueva visión de la educación y de la ciencia, que quedó plasmada en la publicación de revistas como la Revista de Filosofía, Literatura y Ciencias de Sevilla o la fundación de sociedades como la Sociedad Antropológica de Sevilla y, sobre todo, el Ateneo de Sevilla, que sobresalíó por la actividad desplegada en pro de la difusión del andalucismo. El Ateneo, por ejemplo, convocaba anualmente Juegos Florales que sirvieron para difundir la obra y el pensamiento de autores como Luis Montoto,
Los hermanos Guichot o José María Izquierdo.

Gracias a sus estudios, se hizo posible ir señalando los rasgos físicos definitorios de los andaluces y ponerlos en relación con la existencia de un pueblo que tiene una historia común, que vive en un marco geográfico preciso y que tiene una cultura común. Era, pues, la primera vez que se hablaba de una identidad andaluza, a partir de una serie de datos observables, que se manténía inalterable en el tiempo y estaba por encima del desarrollo histórico y de las condiciones socio-económicas.     

 Así, en 1869, Machado y Núñez en su“Cathalogus Methodicus Mammalium”  ofrece una relación bastante completa de los rasgos propios del andaluz, que van desde los materiales (aspecto físico o gustos culinarios) hasta los que definen su espiritualidad (espíritu independiente, orgullo y sentido igualitario). Por su parte, Federico de Castro investigó y puso de relieve todo un mundo sobre las creaciones populares andaluzas.Que el andalucismo tomara fuerza e importancia.


Una nueva figura del andalucismo cultural fue el hijo de Machado y Núñez, Antonio

Machado y Álvarez


Sus trabajos se distinguen por su afán científico y por la profundización en las raíces de las costumbres populares. Así, en su obra Cantes Flamencos presenta  el Flamenco como un elemento definidor de la cultura andaluza.

Los principios teóricos y metodológicos que rigen los trabajos de estos estudiosos van a formar una nueva disciplina científica: el Folclore, término que procede del inglés arcaico y que significa “saber del pueblo”. Durante años, la cultura se había asociado al conocimiento científico, olvidando que existe una sabiduría popular que no está en los libros. Machado y Álvarez sentó las bases de una sociedad nacional cuyo objetivo era estudiar la cultura popular de cada uno de los pueblos de la Península, recogiendo sus proverbios, cantares, adivinanzas, creencias y formas de expresión.

La Sociedad del Folclore Andaluz, creada en 1881 y presidida por Machado y Álvarez, fue la primera en constituirse. Bajo su dirección, publicaron estudios sobre las formas de vida y del pensamiento popular andaluz importantes autores y se comenzó a publicar la revista el Folclore Andaluz, la más importante de su tiempo en este tipo de estudios. Por otra parte, también se crea la Biblioteca de Tradiciones Populares, que en once volúMenes recogíó una muestra representativa de los trabajos de los folcloristas españoles.

                Sin embargo, este amplio movimiento cultural andalucista no logró nunca tener ninguna repercusión política, pues no conectó ni con las clases populares, ni con la burguesa. Por un lado, los campesinos estuvieron más preocupados por los problemas de la tierra y fueron ganados por el socialismo y, sobre todo, por el movimiento anarquista. Por otro, la burguésía andaluza estuvo siempre a favor del proyecto centralista impuesto por la Restauración, participando activamente en él y desdeñando cualquier movimiento autonomista.

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