XUÑ 2002 OP 1 SEP 2007 OP 1 XUÑ 2012 OP B
Nos encontramos ante siete documentos de carácter político-social que abordan el tema de la Guerra Civil Española, iniciada en 1936 y acabada en 1939 con la victoria de los sublevados. Este enfrentamiento armado constituye la mayor tragedia en la historia más reciente de España. El proceso de reformas y modernización de las formas de vida impulsado por la Segunda República quedó truncado por la reacción violenta de las clases y grupos sociales que veían en peligro sus privilegios.
Desde el momento en que se confirmó la amplia victoria del Frente Popular en 1936 se pusieron en marcha distintas conspiraciones en torno al nuevo gobierno organizadas en torno a la Uníón Militar Española dirigidas por Sanjurjo desde su exilio en Portugal (por el intento de G. De Estado cuatro años antes) y con apoyos de la oligarquía. Para evitar problemas mayores y debido a la su tendencia golpista el Gobierno decide destinar a Navarra a General Mola y a Canarias a Franco.
A pesar de esto, el 17 de Julio de 1936 la guarnición de Melilla se sublevó y declaró el estado de guerra en Marruecos. El general Franco así como Goded (destinado en Baleares) se unen a dicho alzamiento. El levantamiento militar al día siguiente en la Península fracasó en las principales ciudades y este enfrentamiento se convirtió en una Guerra Civil con dos bandos muy diferenciados: nacionales (sublevados) y republicanos (en defensa del actual sistema de gobierno).
El bando republicano está formado por las fuerzas políticas y sociales que formaron el Frente Popular. Así como miles de personas civiles que de forma desinteresada defendían la República (milicianos). Pero como punto débil también debemos mencionar su carencia de oficiales superiores con experiencia en infantería de combate.
En el doc 1 se dispone un discurso de Dolores Ibarruri, mejor conocida como Pasionaria, mujer feminista y dirigente del PCE (y de la Asociación de Mujeres Antifascistas) dado el día posterior al estallido de la guerra. En él, se dirige al pueblo, a los obreros, para que se junten todos y combatan en contra del bando sublevado, a favor de las libertades y la democracia que ofrece la República y en contra de ese infierno que trae consigo el fascismo que se aproxima. Destaca en su llamamiento los gritos de guerra como “Viva la República” o su archiconocido “Non pasarán” (refiriéndose al avance franquista) que servirían como consignas propagandísticas de la República.
En el otro bando nos encontramos con los rebeldes, los fascistas, los sublevados. Este bando está constituido por los falangistas, requetés (antiguos combatientes carlistas) y los militantes de Juventudes de Acción Popular o Renovación Española así como numerables apoyos de la oligarquía.
Es digno de destacar los apoyos internacionales con los que contaron ambos bandos que se refleja en el doc 2 por parte del ministro italiano de Asuntos Exteriores, Galeazzo Ciano, por la parte de los republicanos, las principales potencias europeas decidieron acordar el Comité Internacional de No Intervención cuyo objetivo fue evitar la intervención extranjera en la guerra pero que acabó convirtiéndose en una farsa diplomática pues solo se mantuvieron al margen Gran Bretaña y Francia. A favor de la República, la Uníón Soviética envió ayuda a la España republicana. En cambio, como nos dice el texto, Hitler (representando a Alemania) y Duce (apelativo propagandístico de Mussolini, Italia) estaban de acuerdo en apoyar a los “españoles sin condiciones”, es decir, a los que seguían su misma ideología fascista (el bando sublevado) para participar en lo que ellos consideraban la lucha “antibolxevique” (anticomunista).
A estas ayudas también se le suma en el bando republicano la de las Brigadas Internacionales que eran unidades militares compuestas por voluntarios procedentes de diversos países en auxilio de la República.
El bando republicano durante la guerra se fragmentó en diversos grupos. Por una parte, sectores como la CNT y la POUM entendían que había que tomar medidas revolucionarias y colectivizadoras para poder contar con el apoyo popular que llevase a la rep. A la victoria tal y como se muestra en el doc 3 en el boletín informativo de la CNT-FAI (radicales anarquistas que defendían el comunismo libertario, apoyando la propiedad común mediante la dictadura del proletariado) defendiendo el triunfo de una revolución proletaria para dar paso a continuación al triunfo en guerra considerando ambas inseparables.
En contraposición a esta opinión tenemos en doc 4 tenemos un artículo del órgano oficial de comunicación del PCE, Mundo Obrero, donde se critica la acción de los anarquistas (que los criticó de “alejarse del marxismo revolucionario”) y exige a los mismo que primero se centren en defender la República para que después se produzca la revolución. Por su parte, el presidente del Gobierno Largo Caballero (y secretario general de la UGT) se postula a favor de la segunda opción (doc 5)
“primero ganar la república y después revolución”. Estos sucesos se deriva en los acontecimientos de Mayo de 1937 que llevó a combates en Barcelona entre partidos de ambos grupos y que originaron la supresión por la autoridad de la mayoría de colectivizaciones de carácter anarquistas así como la detención y asesinato del líder del POUM Andreu Nin.
Por el contrario, el bando franquista se unifica. Debido a la inesperada muerte en un accidente aéreo del general Sanjurjo, toma el poder de la rebelión Francisco Franco quien optó por una serie de medidas: la primera consistía en exiliar a dirigentes de grupos partidarios de su levantamiento como Gil-Robles (CEDA) o Ramón Serrano Súñer (Falg.) o Fal Conde(car.). Para unificar el territorio el día 20 de Abril de 1937 firma el Decreto de Unificación ya nombrado como “Generalísimo” y “caudillo de España” en uno de los centros operativos de los nacionales que era Salamanca (doc 6)
En el cual se recoge la creación de un partido único (Movimiento Nacional) bajo su dirección. Así, La Falange Española y Requetés se fusionan creando el nuevo FET y de las JONS cuya misión principal será “comunicar al estado el aliento del pueblo”, es decir, asegurarse de controlar al pueblo ante una posible sublevación. Con esto Franco se aseguró de colocarse bajo su directo control a todos los factores sublevados.
Con la inminente segmentación del bando republicano y el avance de un frente franquista unido que cada vez ganaba más territorio en victorias tan sangrientas como la del Jarama (Matanzas de Paracuellos), o el bombardeo del Guernika (Bilbao), la balanza se declaraba a favor de los sublevados pero no fue hasta la Batalla del Ebro en 1938 (con la que cayó Cataluña y con ella el gobierno que se había trasladado allí por razones de seguridad) cuando de verdad se veía un muy claro ganador. A finales de años el Presidente de la República (el doctor Negrín) ordenó la retirada de las Brigadas Internacionales y en los primeros meses del siguiente ya las democracias occidentales reconocen el gobierno de Burgos. En el doc 7 se nos muestra el último parte de guerra de Franco en el cual reconoce la victoria de su bando sobre el “ejército rojo” y con su objetivo final cumplido (la llegada a la capital española), declara tras casi tres largos años el fin de la guerra el día 1 de Abril de 1939, para él “año de la victoria”.
Desde el triunfo en la Guerra Civil, Franco gobernó España hasta su muerte en 1975 de una forma dictatorial sobre un país arruinado tras tres años de guerra con pérdidas humanas (muertos en el frente, fusilados, exiliados…), económicas ( destrucción de recursos económico e infrastructuras), políticas (Ley de Responsabilidades Políticas ) y culturales (aislamiento social y científico).