2. TRANSFORMACIONES SOCIALES. CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO. DE LA SOCIEDAD ESTAMENTAL A LA SOCIEDAD DE CLASES. GÉNESIS Y DESARROLLO DEL MOVIMIENTO OBRERO EN ESPAÑA Crecimiento demográfico
A la vez que las transformaciones económicas, se inició en España al final del s.XIX la transición demográfica, proceso común en todos los países industrializados que en España se dio con retraso respecto a Europa y con menor intensidad. Esto produjo el crecimiento de la población debido al descenso de la mortalidad con una elevada natalidad. El ciclo demográfico moderno, con el descenso de la natalidad, no comenzó en España hasta el principio del siglo XX y lo hizo de manera muy lenta, así pues, la población española siguió aumentando aunque más moderadamente. Las tasas de natalidad a la vez que las de mortalidad seguían siendo demasiado altas para un régimen demográfico moderno establecido ya del todo en otros países industrializados. Durante todo el siglo creció el peso demográfico de la periferia en contra del interior. También comenzó un proceso de urbanización de la población muy lento, pero continuo, debido al escaso desarrollo industrial y al atraso agrario. Una gran emigración desde el norte y Canarias a América Latina era la única salida para una población en aumento sin oportunidad en la economía. Esta emigración se vio interrumpida en su punto mas alto por la Primera Guerra mundial.
De la sociedad estamental a la sociedad de clases
La revolución liberal burguesa estableció el nuevo modelo de sociedad de clases que suplantó al del Antiguo Régimen. Aunque todos los hombres ahora eran iguales ante la ley, estableció una nueva jerarquía social basada en la riqueza. Ésta no sólo determinaba la posición social, sino también la participación en política regulada por el sufragio censitario. Los grupos sociales corrientes en el sistema liberal capitalista son la burguesía y el proletariado. Pero en España, por la falta de una fuerte industrialización, el poder de la propiedad agraria y el poder remanente de los grupos privilegiados del Antiguo Régimen (nobleza y clero) se mantuvo más tiempo que en otros países industrializados. La sociedad del S. XIX se caracterizó por una gran extremismo social con poca importancia de las clases medias. –
A
Los nuevos grupos-dirigentes son: La alta nobleza (grandes terratenientes) obligada a aceptar el liberalismo y el reparto de influencias con los grupos burgueses. Este grupo social no acabó muy perjudicado porque no redujo su poder económico y lo incrementó con las desamortizaciones. En una España en mayoría agraria, disponía de una riqueza muy superior que la burguesía. Esto implicaba una gran influencia política y social que hizo que la burguesía la imitara ennobleciéndose. Sin embargo, al final del siglo XIX, la nobleza perdió poder frente al avance de la burguesía, llevándola a hacer negocios o a mezclarse con grandes burguesías. La pequeña nobleza sufrió un desgaste económico y social y se mezcló con la clase media rural, explicando la actitud antiliberal y carlista de muchos. La burguesía de negocios creció con la España liberal e invirtió en tierras desamortizadas en vez de en la industria. Así, muchos pasaron a terratenientes que compraron títulos de nobleza o se casaron con ésta y emularon sus formas de vida.
También tenían gran influencia política, y ,aun teniendo sus tierras en Andalucía o en el norte, vivían en Madrid. La burguesía industrial era un grupo periférico, catalán y vasco, que tenía menos poder económico que los terratenientes y era un grupo poco numeroso y de escasa influencia política por estar lejos del poder del Estado. La nueva élite de la sociedad liberal española del siglo se formó como simbiosis entre la antigua nobleza y la nueva burguesía. Esta nueva oligarquía tenía el poder económico y el monopolio del poder político gracias al sufragio censitario e imponía las costumbres culturales.
B
Las clases medias, muy escasas, fueron aumentando a partir de entonces con el aumento de las profesiones liberales, funcionarios de la administración, comerciantes de ciudad y propietarios del campo. Éste es un grupo urbano unido al crecimiento de la administración y los servicios que llegó a representar el 30% de la población total al comienzo del siglo XX.Imitaban el ocio, la educación, los comportamientos sociales de la alta burguesía. En cuanto a ideología, eran diferentes la pequeña burguesía de grandes ciudades como Madrid o Barcelona, avanzada y planteando reformas sociales, y de pequeñas ciudades, con menos formación y con ideología conservadora porque temen cualquier cambio hacia la proletarización. –
C
Las clases populares formaban a gran mayoría de la población. Se componía de grupos rurales y urbanos desfavorecidos por el proceso de revolución liberal.
Grupos rurales
La revolución liberal abolió la servidumbre del campesinado pero frustró los deseos de este grupo al acceso a la propiedad de la tierra. Los campesinos se convirtieron en arrendatarios o jornaleros que mantuvieron una nueva dependencia con el propietario que les daba trabajo. Los jornaleros se encontraban sobre todo en Andalucía y tenían unas condiciones miserables de vida y trabajo, sobre todo tras la desamortización.
Grupos urbanos
Asalariados de talleres y servicio doméstico que viven de la organización económica y social anterior, y el nuevo grupo de obreros cuyo número es todavía reducido y que sufre penosas condiciones de vida y de trabajo. Ninguna ley regulaba sus condiciones de trabajo. Sufrían escaso salario, jornadas laborales de 12 horas diarias, dura disciplina laboral y nula protección en caso de desempleo, enfermedad o vejez. Mujeres y niños también estaban en duras condiciones de trabajo con un salario inferior a los hombres. Vivían en casas y barrios pobres, amontonados y sucios. Las infecciones, la mala nutrición y el trabajo agotador aumentaron la mortalidad en este grupo.
Génesis y desarrollo del movimiento obrero en España
La diferencia de riqueza complicó el conflicto entre los ricos y las clases populares que, poco a poco, adquieren una conciencia de clase. Las revueltas campesinas fueron constantes en el S. XIX en Andalucía. Eran manifestaciones de rebeldía por las condiciones de miseria y hambre. La segunda gran desamortización durante el Bienio radicalizó los levantamientos que fueron duramente reprimidos por el ejército. El movimiento obrero se inició con los movimientos luditas (destrucción de máquinas).La legislación prohibía expresamente la asociación obrera, asi que las primeras organizaciones obreras nacieron en Cataluña como sociedades de socorros que agrupaban a los trabajadores por oficio. No eran todavía sindicatos ya que no tenían un programa revolucionario. Sin embargo, aunque estaban prohibidas, fueron cada vez con mayor frecuencia a la huelga para presionar a los patronos.