Transformación Agraria en el Siglo XIX: Las Desamortizaciones
La transformación de la agricultura española durante el siglo XIX fue un proceso lento e insuficiente, lo que contribuyó a la marginación de España del proceso de industrialización europeo. Los gobiernos liberales, especialmente los progresistas, impulsaron una nueva concepción jurídica de la propiedad de la tierra, buscando liquidar las formas del Antiguo Régimen (señorío, mayorazgo, bienes comunales, manos muertas, etc.) y consolidar la propiedad privada como base de la nueva economía capitalista.
La reforma agraria se implementó a través de medidas como la abolición de los señoríos y los derechos jurisdiccionales, y la desamortización de las tierras de la Iglesia y los ayuntamientos. Como resultado, la tierra se convirtió en una mercancía sujeta a las leyes del mercado. Este marco legal se complementó con medidas que otorgaron libertad a los propietarios para disponer de sus tierras y productos (leyes de cercamiento, libertad de arrendamientos, fin del privilegio del ganado, etc.).
Las Desamortizaciones
En el Antiguo Régimen, la propiedad de la tierra estaba mayoritariamente amortizada, vinculada a instituciones como la nobleza (mayorazgo), la Iglesia, los ayuntamientos (bienes propios y bienes comunales) y el Estado. Estas tierras, al no poder venderse ni dividirse, quedaban fuera del mercado («manos muertas»). Pensadores ilustrados como el conde de Floridablanca, Pablo de Olavide y Gaspar de Jovellanos criticaron esta forma de propiedad por impedir la correcta explotación de la tierra y la obtención de mayores rendimientos.
La desamortización consistió en la expropiación (nacionalización) por parte del Estado de bienes amortizados (tierras y edificios) y su posterior venta en subasta pública. Los objetivos eran aumentar la tierra disponible en el mercado y mejorar la Hacienda pública. Las desamortizaciones en España se extendieron desde finales del siglo XVIII con Carlos III hasta bien entrado el siglo XX. Los procesos más importantes ocurrieron en el siglo XIX, impulsados por los liberales para erradicar las bases del Antiguo Régimen.
Primeras Medidas Desamortizadoras
- Carlos III (1766-1770): Venta de bienes estatales y municipales para asentar jornaleros y mejorar la producción.
- Godoy: Desamortización de bienes de la Iglesia para financiar las guerras.
- José I: Disolución de órdenes religiosas y desamortización de sus tierras. Confiscación de rentas de la nobleza.
- Cortes de Cádiz (1813): Decreto general de desamortización (no aplicado).
- Trienio Liberal (1820-1823): Reanudación de la reforma sin grandes resultados.
Desamortización de Mendizábal (1836)
Durante el gobierno progresista de Juan Álvarez de Mendizábal, bajo la regencia de María Cristina y en el contexto de la Primera Guerra Carlista, se realizó la primera gran desamortización. Afectó principalmente a los bienes del clero regular (conventos y monasterios) y posteriormente al clero secular. Se disolvieron las órdenes religiosas (excepto las dedicadas a la enseñanza y asistencia hospitalaria) y se incautó su patrimonio. Hasta 1844, se vendieron tierras y casas que representaban el 60% de los bienes de la Iglesia a precios muy bajos, en metálico o a cambio de deuda pública.
Los objetivos eran financiar el ejército liberal, reducir el déficit público, crear una base social de propietarios que apoyase el liberalismo y, a largo plazo, una nueva estructura de la propiedad que impulsara el desarrollo agrícola. Se complementó con la desaparición de los señoríos y mayorazgos (1836), la supresión de la Mesta (1836) y la abolición de los derechos señoriales (1837).
Desamortización de Madoz (1855)
Durante el Bienio Progresista, bajo el reinado de Isabel II, el ministro Pascual Madoz impulsó la Ley de Desamortización General. Se pusieron a la venta bienes del Estado, la Iglesia, órdenes militares, instituciones benéficas y ayuntamientos. Afectó principalmente a los bienes municipales y del clero secular.
Los objetivos eran obtener recursos para la Hacienda e impulsar la modernización económica. Gran parte de los ingresos se invirtieron en ferrocarriles. Esta ley se derogó en 1924 durante la dictadura de Primo de Rivera.
Consecuencias de la Reforma Agraria
- Consolidación del control de la tierra por una minoría privilegiada (nobles y burgueses).
- No mitigó la desigualdad social. Empeoró las condiciones de los campesinos, aumentando la emigración.
- Aumentó la superficie cultivable y mejoró algunos cultivos, pero no solucionó la escasez de alimentos.
- Solución momentánea al problema de la deuda pública.
- Desmantelamiento del poder económico de la Iglesia.
- Pérdida de ingresos para los municipios.
- Apoyo de la burguesía al liberalismo, pero también generó oposición del clero y campesinos.
- Modernización de las ciudades gracias a la desamortización de conventos.
La Transición al Capitalismo en el Siglo XIX: Industrialización y Movimiento Obrero
La industrialización en España fue lenta, incompleta y tardía. Se inició después de 1840 y creció a partir de 1870, limitada a zonas como Barcelona, País Vasco, Asturias y Madrid. España se mantuvo como exportadora de materias primas, especialmente minerales.
Causas del retraso industrial:
- Escaso impulso de la agricultura.
- Debilidad de la burguesía industrial y financiera.
- Estructura industrial ineficaz (pequeñas empresas, dependencia tecnológica).
- Falta de un mercado nacional y capacidad exportadora.
- Escasez de carbón de calidad e inestabilidad política.
Sectores Industriales
A. Industria Textil Catalana: Primer sector en modernizarse, centrado en el algodón y la lana. Impulsado por la burguesía, la demanda creciente y el proteccionismo.
B. Industria Siderúrgica: Vinculada a la minería del hierro y carbón. Concentrada en Vizcaya.
C. Sector Minero: Impulsado por la Ley de Minas de 1868 y el arancel librecambista de Figuerola. Inversiones extranjeras en minas de cobre (Riotinto) y mercurio (Almadén).
D. Ferrocarril: Símbolo de la industrialización. Primera línea en 1848 (Barcelona-Mataró). Expansión a partir de la Ley de Ferrocarriles de 1855.
E. Sistema Financiero: Creación de la Bolsa de Madrid (1831), Banco de España (1856) e implantación de la peseta (1868).
Movimiento Obrero
Anarquistas: Fundación de la FTRE en 1881. Acciones violentas en Andalucía. Represión gubernamental. «Propaganda por el hecho» (asesinato de Cánovas en 1897).
Socialistas: Fundación del PSOE en 1879 por Pablo Iglesias. Creación de la UGT en 1888. Oposición a las guerras coloniales. Primer diputado socialista en 1910 (Pablo Iglesias).
Movimientos Regionalistas/Nacionalistas: Surgimiento en Cataluña, País Vasco y Galicia, y posteriormente en Valencia, Andalucía y Aragón. Defensa de la diferencia cultural y el autogobierno.