La Consolidación del Régimen y las Transformaciones Económicas y Sociales (1957-1973)
Cambio de Gobierno y Primeras Medidas
El final del aislamiento del régimen franquista coincidió con una importante crisis política. Esto llevó a una remodelación del gobierno el 25 de febrero de 1957, del que salieron los representantes más radicales del falangismo. Sin embargo, los cambios más importantes se dieron con la llegada de los llamados tecnócratas, próximos al Opus Dei. Ya al inicio de la década de 1950 era patente el fracaso de la política autárquica, la balanza comercial era deficitaria. Ante esta situación, Franco aceptó entregar la dirección económica a los tecnócratas. Estos aplicaron el Plan de Estabilización de 1959, diseñado según las indicaciones del FMI y del Banco Mundial, que aceptaron financiarlo con créditos. Se trataba de liberalizar la economía mediante la reducción del gasto estatal, el recorte presupuestario, un aumento del coste de los servicios públicos, la subida de tipos de interés, la devaluación de la peseta y la liberalización de las inversiones extranjeras. En 1959 se produce la visita de Eisenhower como prueba definitiva del fin del aislamiento y la entrada al FMI y el BM.
Evolución Política: El Desgaste del Régimen
La Iglesia inició un proceso de distanciamiento con el Estado; la renovación de la Iglesia a partir del Concilio Vaticano II agudizó las tensiones. Comenzaron también a resurgir las tensiones nacionalistas. En 1959, un grupo de miembros del PNV fundó ETA, que optó por la lucha armada para lograr la liberación nacional vasca. Desde 1961 se sucedieron huelgas por desajustes del Plan de Estabilización. En 1962, después de que España solicitara la entrada a la CEE, un centenar de españoles aprobó en Múnich una declaración recomendando la no admisión de España si no se restauraban las libertades. El régimen calificó el encuentro como “el contubernio de Múnich”. El año siguiente se detuvo al dirigente comunista Julián Grimau, que fue ejecutado en abril de 1963 en medio de un gran escándalo internacional. La mala imagen del régimen le obligó a demostrar un talante más aperturista. En 1962 entraron en el gobierno nuevos ministros como Manuel Fraga, Laureano López Rodó o Gregorio López Bravo, que aprobaron varias leyes de modernización, como la Ley de Prensa de 1966, aunque en la práctica la censura siguió funcionando. En 1966, un referéndum nacional aprobó la Ley Orgánica del Estado, y en 1969 el príncipe Juan Carlos de Borbón fue nombrado sucesor de Franco a título de Rey.
En 1968, el policía Melitón Manzanas fue asesinado por ETA en el que fue el primer atentado organizado por esta organización en la llamada “Operación Sagarra”. También se establece una nueva Ley de Jurisdicción Militar para delitos de contenido político y social.
Pero estos cambios no pudieron evitar la oposición en fábricas y universidades. Se cerraron la Facultad de Ciencias Políticas de Madrid en 1968 y la Universidad de Barcelona por el intenso movimiento estudiantil. La década terminó con el proceso de Burgos, donde se condenó a nueve etarras a muerte, lo que generó protestas en las calles y la presión internacional. En 1970, ETA secuestró al cónsul alemán en Bilbao; entonces, Franco claudicó y cambió la pena de muerte por cadena perpetua. Se iniciaba así el desgaste del régimen.
Evolución Económica
Los primeros meses desde el Plan de Estabilización se caracterizaron por resultados negativos, pero a partir de 1961 se empezaron a notar los efectos positivos y se inició una etapa de expansión económica. El crecimiento de la industria produjo un importante éxodo rural, cuyo resultado fue la disminución de mano de obra en el campo y la modernización agrícola. Muchos trabajadores buscaron trabajo en Europa (Alemania, Bélgica, Suiza) y América. La balanza de pagos dejó de ser deficitaria, en parte por el aporte del sector turístico y las divisas de los emigrantes. También se pusieron en marcha los planes de desarrollo y los polos de desarrollo, que trataban de promocionar la instalación de nuevas industrias y generar empleo en zonas deprimidas. Pero no se cumplieron los objetivos previstos. En conjunto, el crecimiento económico se mantuvo entre 1961 y 1973, pero la crisis de 1973, derivada del alza de los precios del petróleo, detuvo bruscamente el crecimiento español.
Evolución Social
La sociedad española de los años 40 y 50 estuvo marcada por el atraso y la pobreza, pero el crecimiento económico de los años 60, que provocó la migración del campo a la ciudad, impulsó el desarrollo de determinadas ciudades, sobre todo en Madrid y Barcelona. El elevado crecimiento urbano hizo que se construyeran en los suburbios barrios enteros sin los servicios básicos, ni equipamientos sociales y urbanos. En 1960 había un déficit de viviendas. Muchos de los trabajadores que emigraron a Europa regresaron a partir de 1970. Además, se dio un espectacular incremento de la población, el llamado “baby boom”, impulsado en parte por la política pronatalista del régimen. Este crecimiento obligó a multiplicar el número de escuelas e institutos, cuya expansión se centró en la enseñanza pública. También se modificó el sistema de prestaciones sociales y sanitarias; su crecimiento recayó sobre las cotizaciones de los trabajadores y permitió extender la red de hospitales y cubrir prestaciones por enfermedad, jubilación y desempleo, aunque resultaban insuficientes.