Desarrollo y Cambios en España bajo el Régimen de Franco (1959-1975)
El periodo final del franquismo se desenvolvió en un escenario de crisis internacional, aunque sus principales problemas derivaron del comportamiento de los agentes internos. La desconfianza y el boicot de terratenientes y capitalistas, junto con la radicalización y conflictividad social de campesinos y obreros, generaron un clima de incertidumbre poco propicio para el desarrollo económico.
Política Exterior y Acuerdos Internacionales
Las relaciones exteriores estuvieron marcadas por el acuerdo con EE. UU., que permitía a este país tener bases militares en la Península Ibérica a cambio de ayuda económica y seguridad. El régimen franquista se consolidaba como bastión anticomunista en el contexto de la Guerra Fría y se abría a las inversiones exteriores gracias al Plan de Estabilización de los tecnócratas del Opus Dei. Sin embargo, otros asuntos de política exterior no fueron tan exitosos: la negociación para entrar en la Comunidad Económica Europea (hoy Unión Europea) no avanzó, la descolonización de Gibraltar se estancó y España cedió Sidi Ifni a Marruecos, además de reconocer la independencia de Guinea Ecuatorial.
Crecimiento Económico y Plan de Estabilización
El Plan de Estabilización, impulsado por los ministros tecnócratas del Opus Dei, y una coyuntura internacional expansiva favorecieron un importante crecimiento económico en España. La economía se liberalizó, recortando el gasto público y disminuyendo el intervencionismo estatal, a la vez que se abría a las inversiones extranjeras. La industria y los servicios, especialmente el turismo (con el eslogan «Spain is different»), experimentaron un rápido crecimiento. Se intentó planificar el crecimiento mediante Planes de Desarrollo, pero estos generaron desequilibrios entre regiones. Estos cambios económicos provocaron intensos movimientos migratorios: éxodo rural, migración interregional (principalmente a Cataluña, País Vasco y Madrid) y emigración a Europa («Vente a Alemania, Pepe»).
Transformaciones Sociales y Políticas
El régimen intentó proyectar una imagen de normalidad en el exterior y continuó su institucionalización con la Ley Orgánica del Estado (LOE), aprobada en referéndum sin garantías democráticas. A pesar de ello, el régimen era profundamente inmovilista. La Ley de Prensa de Manuel Fraga Iribarne supuso el paso de la censura a la autocensura. En 1969, Juan Carlos de Borbón fue designado sucesor de Franco a título de rey.
La oposición interna comenzó a reforzarse. La Iglesia Católica experimentó una renovación tras el Concilio Vaticano II, distanciándose del régimen. En 1959, un grupo de jóvenes del PNV se escindió y creó ETA. Las protestas obreras se extendieron, adquiriendo un cariz político y exigiendo libertades.
Cambios Demográficos y Sociedad de Consumo
España experimentó importantes cambios demográficos: un crecimiento exponencial de la población (boom demográfico) debido a la disminución de la mortalidad, el mantenimiento de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida. Los movimientos migratorios generaron desequilibrios regionales. Los servicios públicos (educación, sanidad) y la vivienda no crecieron al mismo ritmo que las necesidades, provocando el auge del movimiento vecinal. A pesar de todo, surgió la sociedad de consumo: las familias adquirían electrodomésticos, coches, televisores, etc. Estos factores, junto con la llegada de turistas y la movilidad geográfica, cambiaron las costumbres y mentalidades: nuevas modas, alejamiento de la Iglesia nacionalcatólica y nuevas pautas en las relaciones sociales.
Conclusión
En resumen, la sociedad española cambiaba rápidamente, mientras que el régimen franquista permanecía anclado en el pasado. Su final era solo cuestión de tiempo.