1. Viraje de la Economía Española (1957-1975)
A partir de 1957, el gobierno franquista experimentó un cambio significativo: el dominio falangista dio paso a la gestión tecnocrática. Buscando la eficacia estatal para superar la crisis socioeconómica, impulsada por la presión internacional tras la aceptación de España y el auge económico europeo, se implementó el Plan de Estabilización. Este plan se centró en la recaudación, la limitación del gasto público, la regulación de precios y la facilitación del comercio internacional. Paralelamente, se lanzaron los Planes de Desarrollo, enfocados en industrializar zonas menos desarrolladas y abordar problemas del sector. Sin embargo, estos planes beneficiaron más a los grupos económicos que a la economía general.
2. Desarrollismo Económico
Gracias a los capitales extranjeros y los bajos salarios, la productividad industrial se aceleró, destacando sectores como el automovilístico, energético, químico y siderúrgico. Esta industrialización provocó un éxodo rural, agravado por la crisis en la agricultura tradicional tras la mecanización. Muchos campesinos emigraron a países como Alemania y Francia. El sector servicios también avanzó, especialmente el turismo, impulsado por el clima y los precios bajos, generando importantes ingresos. Estas mejoras, junto al nuevo comercio internacional, elevaron el nivel de vida, aunque el sector agrario quedó rezagado y el empleo no absorbió a todos los emigrantes.
3. Crecimiento Demográfico y Cambio Social
La década de 1960 presenció un notable crecimiento demográfico, resultado de mejores condiciones de vida, descenso de la mortalidad infantil, elevada natalidad y aumento de la esperanza de vida. La migración interior incrementó la población de ciudades como Madrid, Valencia y Cataluña. La mejora en la calidad de vida impulsó la sociedad de consumo, popularizando electrodomésticos como televisores y automóviles. La remodelación del sistema educativo redujo el analfabetismo y surgió un incipiente movimiento feminista, con la incorporación de la mujer al ámbito laboral y educativo.
4. Reformismo e Inmovilismo Franquista
El ascenso de Carrero Blanco marcó un cambio. Los tecnócratas buscaban la recuperación económica y el bienestar social para modernizar la imagen del franquismo. Se implementaron reformas legales y se intentó suavizar la represión a la oposición, transfiriéndola a la jurisdicción civil con el Tribunal de Orden Público. Se aprobaron leyes como la de Seguridad Social, la de Libertad Religiosa y la de Prensa, que si bien eliminaba la censura, penalizaba ciertas publicaciones. En 1969, Franco designó a Juan Carlos de Borbón como sucesor, con apoyo tecnocrático pero no falangista. El escándalo financiero de Matesa, empresa textil vinculada al Opus Dei, llevó a Carrero Blanco a modificar la Ley de Prensa y aumentar la represión.
5. Conflictividad Social y Oposición
Los conflictos laborales provocaron numerosas huelgas, reprimidas por el régimen. Surgieron Comisiones Obreras, partido de oposición que actuaba tanto ilegalmente (huelgas) como legalmente. Las protestas estudiantiles impulsaron la creación de sindicatos democráticos. Grupos opositores al franquismo surgieron también en la Iglesia y el Ejército. Estos conflictos sociales propiciaron la recomposición de la oposición política, con la reactivación del PSOE y el PCE. Los partidos nacionalistas también se reactivaron y surgió ETA.
6. Crisis de la Dictadura
En 1973, Carrero Blanco fue nombrado presidente, pero ETA lo asesinó ese mismo año. Este hecho rompió el equilibrio del franquismo. Arias Navarro le sucedió, mientras la salud de Franco se deterioraba. La oposición y las protestas obreras y estudiantiles se intensificaron. ETA incrementó sus atentados, a lo que el régimen respondió con represión y ejecuciones. En 1975, la salud de Franco empeoró, agravada por el conflicto del Sahara, que culminó con la descolonización tras el Acuerdo de Madrid. Franco falleció en noviembre de 1975, dejando a España en una profunda crisis.