Transformaciones Políticas y Sociales: Del Marxismo a la Segunda Revolución Industrial

La República Burguesa

Tras la caída de los jacobinos, se inició la tercera etapa de la Convención. Se aprobó una nueva Constitución que restableció el sufragio censitario. El Directorio reprimió con dureza las revueltas populares dirigidas por los sectores más izquierdistas. Napoleón Bonaparte protagonizó un golpe de Estado y accedió al poder, iniciando el Consulado.

El Marxismo

Toma su nombre de Karl Marx, quien junto a Friedrich Engels calificaron el primer pensamiento socialista de utópico y elaboraron una teoría que era un programa de acción para cambiar la sociedad: el socialismo científico. Su corpus doctrinal tuvo un primer referente en el Manifiesto Comunista. La teoría marxista se basaba en:

  • El análisis del pasado a través de la lucha de clases.
  • La crítica del presente en función del análisis del sistema capitalista.
  • La necesidad de superar este presente se asocia a un proyecto de futuro.

El Anarquismo

El primer referente del anarquismo fue Proudhon. Consideraba la propiedad un robo y defendió un sistema social basado en el trabajo autónomo y en la expansión del mutualismo y del cooperativismo. El ruso Bakunin planteó que la revolución estaría protagonizada por todos los sectores oprimidos de la sociedad y sería el resultado de la lucha espontánea de las masas contra la explotación. Su objetivo era la destrucción del Estado y la creación de una sociedad igualitaria a partir de la libre asociación de las comunas. Se configuraba un ideario libertario que proponía la anarquía como modelo de la sociedad.

La Primera AIT

Fue creada en Londres por delegados de asociaciones obreras inglesas y francesas, y emigrantes políticos italianos y alemanes. Se organizó en secciones nacionales y tenía un Consejo General dirigido por Marx, que redactó los estatutos y el manifiesto inaugural donde se establecían sus principios básicos. Se adoptaron acuerdos para impulsar las movilizaciones obreras en cada país y se definieron unas medidas que influyeron en las reivindicaciones obreras. Estos acuerdos no impidieron la existencia de discrepancias internas que llevaron al enfrentamiento abierto entre Marx y Bakunin.

Crisis y Disolución de la AIT

El enfrentamiento entre Marx y Bakunin estaba incubando una crisis en la AIT, que la guerra franco-prusiana y la derrota de la Comuna precipitaron de forma irreversible. La ruptura entre los dos sectores se formalizó en el Congreso de La Haya, cuando la mayoría ratificó la decisión de proceder a la formación de partidos obreros. Los bakunistas, tras no aceptar la resolución, fueron expulsados y formaron una nueva organización: la Internacional Antiautoritaria. La AIT ejerció esencialmente una influencia moral, por su carácter de tribuna de discusión pública de ideas sobre la emancipación de los obreros y por la elaboración de un programa para todos los trabajadores.

La Segunda AIT

Se configuró como una organización homogénea ideológicamente, ya que solo incorporó partidos socialistas. Las resoluciones adoptadas en el Congreso fundacional reclamaban leyes para la protección de los trabajadores, la jornada laboral de 8 horas y la abolición del trabajo infantil. La 2ª AIT creó algunos de los símbolos del movimiento obrero, como el himno y la creación del 1º de mayo, Día de los Trabajadores. Impulsó una gran diversidad de organismos, entre los que cabe destacar la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas.

Crisis y División del Movimiento Socialista

Las divergencias anteriores cristalizaron en dos concepciones opuestas sobre lo que debía ser el movimiento socialista: revolucionario o reformista. Dentro de los partidos se forjaron tres grandes grupos:

  • Patriotas: partidarios de la guerra al asumir los criterios de defensa nacional.
  • Pacifistas: contrarios a la guerra y defendían la neutralidad.
  • Revolucionarios: partidarios de convertir la guerra en revolución.

La Segunda Revolución Industrial

La mejora de la dieta y los progresos sanitarios hicieron posible una nueva fase de crecimiento de la población europea. Los descubrimientos en medicina consiguieron frenar las grandes epidemias. Así, el descenso de la mortalidad provocado por las enfermedades infecciosas, junto a la disminución de la mortalidad y el aumento de la esperanza de vida, hicieron que la natalidad se mantuviera elevada. El crecimiento demográfico incrementó los desequilibrios en la distribución de la riqueza y provocó numerosos desplazamientos de población. La emigración a ultramar se componía de británicos e irlandeses que se dirigieron a EEUU, Canadá y Australia, y los españoles se dirigieron a América Latina.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *