La Transición Española: De la Dictadura a la Democracia (1975-2000)
El paso de la dictadura franquista a la democracia es conocido como la Transición (1975-1978), un periodo esperanzador, aunque no exento de incertidumbre. En este periodo se pasó de una Democracia Orgánica a una democracia real. La Transición fue posible en parte gracias al fracaso de la Segunda República, a la muerte de Franco, al desarrollo de los años 60, y al favorable contexto internacional.
Opciones Políticas en 1975
En 1975 existían tres opciones:
- La continuación del régimen sin Franco.
- Una reforma que concluyese en una democracia.
- La ruptura con el pasado dictatorial.
Así, se optó por la Reforma, llevada a cabo por la Plataforma Convergente Democrática (PSOE) y la Junta Democrática (Partido Comunista), que se unieron en la llamada Coordinación Democrática.
La Ley de Reforma Política (LRP)
La primera dificultad tras la muerte de Franco fue la instauración de la monarquía y del tipo de gobierno, dado el contexto de crisis económica. El monarca, Juan Carlos de Borbón, estableció que continuara Arias Navarro al frente del gobierno, pero cuando presentó su programa de reformas de gobierno ante las Cortes, se hizo evidente que apostaba por el continuismo franquista y leyes extremadamente restrictivas. Para presionar a favor de una alternativa democrática, la Coordinación Democrática expresó su propuesta de la ruptura. Las fuerzas antifranquistas promovieron movilizaciones populares que reclamaban las libertades democráticas y la amnistía de los presos políticos. El gobierno y los empresarios respondieron con una gran contundencia represiva.
La tensa situación del país polarizó las posturas dentro de la clase política:
- Los inmovilistas sólo aceptaban la continuidad del régimen y la represión policial.
- Los reformistas se esforzaban por desplazar a éstos del gobierno y llevar a cabo un proyecto de reformas progresistas del sistema político a partir de la evolución de las leyes e instituciones franquistas.
Adolfo Suárez, nuevo presidente de gobierno tras la dimisión de Arias Navarro, inició contactos con las fuerzas demócratas y aprobó la Ley de Amnistía, medidas que le otorgaron credibilidad. Tras esto, tuvo que expedir la LRP (Ley de Reforma Política), que abría la legalización de todos los partidos políticos y que debía ser aprobada por las Cortes franquistas. Éstas dieron su aprobación con la condición de que se les garantizase el mantenimiento de su estatus económico y social y que no se legalizara el PCE. La ley fue sometida a un referéndum y finalmente fue aprobada por mayoría de votantes. Reconocía los derechos de las personas, otorgaba la potestad legislativa a la representación popular y preveía un sistema electoral democrático.
Las Elecciones de Junio de 1977
Meses posteriores a la Ley, ya se habían legalizado todos los partidos excepto el PCE y se prepararon las condiciones para celebrar elecciones generales. Se expidieron unos decretos que permitieron la libertad sindical y Adolfo Suárez, contra la oposición radical de los inmovilistas, legalizó el PCE, lo que provocó una crisis de gobierno, pero garantizó la legalidad democrática de las elecciones. Los partidos de izquierda (PSOE y PCE) se prepararon para las elecciones generales; en la derecha, Fraga creó la Alianza Popular. Desde el gobierno se creó la UCD, cuyo líder era Suárez. Finalmente, las elecciones se celebraron con una alta participación que dio el triunfo a la UCD, quedando el PSOE en segundo lugar. Así, Suárez constituyó el primer gobierno democrático de España tras la Guerra Civil.
La Constitución de 1978
La UCD inmediatamente convocó a las Cortes, cuya primera misión fue elaborar una constitución democrática, iniciándose así una política basada en la negociación y el acuerdo entre las diferentes fuerzas políticas con respecto a la construcción del estado democrático y los problemas que podían surgir (acuerdo entre derechas e izquierdas, buscando su perdurabilidad).
- La Constitución tenía un carácter progresista. Define a España como un “Estado social y democrático de Derecho”, organizado como una monarquía parlamentaria.
- El texto fija el carácter no confesional del Estado y desarrolla una amplia declaración de derechos fundamentales y libertades, como la huelga.
- Establecía una soberanía popular ejercida mediante el sufragio universal directo, de forma que el poder se distribuye entre unas Cortes Bicamerales compuestas por el Congreso de los Diputados y el Senado.
- Establecía el derecho a la autonomía de las regiones.
Conclusión
A pesar de estos inconvenientes:
- En pocos años, España se situó al mismo nivel que las democracias parlamentarias en su entorno europeo.
- Dio un salto modernizador en su estructura política y económica y consiguió consolidar un Estado de Bienestar propio de países industrializados avanzados.
Esta primera legislatura tuvo que hacer frente a la gran crisis del petróleo que se había iniciado en 1973 y que se había acentuado en 1975 dada la incertidumbre política.
En la tarea de construcción de un sistema democrático y para poder hacer frente a la grave crisis, era imprescindible un entendimiento entre el gobierno y las principales fuerzas de la oposición. Por ello, los principales partidos firmaron los Pactos de la Moncloa, que contenían una serie de acuerdos para la reforma y saneamiento de la economía y un programa de actuación jurídico-política.
- En el ámbito político: El gobierno se comprometió a democratizar la vida pública (libertad de expresión, reunión y asociación, reforma del Código Penal, etc.).
- En el ámbito económico: Se trató de reducir la inflación y se puso en marcha un conjunto de reformas para combatir la crisis: devaluación de la peseta, control del gasto público, energético y el de la Seguridad Social, reforma fiscal, creación de un nuevo marco de relaciones laborales y entrada en vigor del IRPF o Declaración de la Renta.
Así, casi con un siglo de retraso, España se incorporó al sistema tributario de los países desarrollados y sentó las bases del Estado de Bienestar.
Gobierno de la UCD y el Golpe de Estado del 23-F
Una vez aprobada la Constitución de 1978, en 1979, se convocaron elecciones legislativas que dieron la mayoría a la UCD de Adolfo Suárez.
El nuevo gobierno continuó la actividad reformista de los Pactos de la Moncloa y posteriormente aprobó el Estatuto de los Trabajadores y se formaron los gobiernos autonómicos en las “comunidades históricas”. Sin embargo, dentro del partido, Suárez se mostró inestable y la UCD comenzó a experimentar una crisis interna, la cual se agudizó al verse el partido cuestionado tanto por parte de la izquierda como por la derecha. Así, Suárez se vio obligado a dimitir en 1981.
El 23 de febrero del mismo año, mientras se votaba la investidura de Calvo Sotelo como sucesor de Suárez, un grupo de guardias civiles al mando de Antonio Tejero tomaron el hemiciclo parlamentario para imponer un golpe militar que paralizase el proceso democrático. El rey se opuso a la sublevación y el golpe fue abortado.
Gobierno de Calvo Sotelo y la Entrada en la OTAN
Calvo Sotelo, ya como presidente de gobierno, intentó estabilizar el sistema democrático con medidas como el Acuerdo Nacional de Empleo, para contribuir en el mundo laboral, así como la Ley del Divorcio. También se llevó a cabo la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), para gestionar el Estado de las autonomías. Pero la decisión más trascendental fue la entrada de España en la OTAN.
Sin embargo, Calvo Sotelo no logró frenar la desintegración de la UCD, y decidió disolver el Parlamento y convocar elecciones generales, las cuales dieron al PSOE la mayoría absoluta. Felipe González fue nombrado nuevo presidente de gobierno y se mantuvo como tal durante cuatro legislaturas consecutivas. Este nuevo gobierno significó la culminación de la transición y la consolidación democrática.
Las Cuatro Legislaturas de Felipe González (PSOE)
Se llevó a cabo un programa de reformas cuya prioridad era luchar contra la crisis económica, y el avance hacia el Estado de bienestar. Para ello el PSOE inició una reconversión industrial, que supuso el cierre de un gran número de empresas y aumento del paro. Las reformas económicas estuvieron acompañadas de reformas sociales, como la Ley de Reforma Universitaria, la LODE y más tarde la LOGSE. Además, España ingresó en la CEE.
Por otro lado, el gobierno tuvo que hacer frente al terrorismo de ETA, firmando el Pacto de Ajuria Enea, y llevar a cabo una reforma en el ejército para acabar con el golpismo.
La reconversión industrial llevada a cabo por este gobierno supuso un deterioro de las relaciones entre los sindicatos y el gobierno, que desencadenó en una Huelga General en 1988. En los años posteriores, se siguió avanzando hacia el Estado de bienestar mediante medidas como la universalización sanitaria, la protección ante el desempleo o el sistema público de pensiones.
A principios de los años 90 estallaron varios escándalos de corrupción en el gobierno (caso Filesa) y se volvieron a adelantar las elecciones en 1993, que volvió a ganar el PSOE, situando en la oposición a José María Aznar (del PP) y a Izquierda Unida.
Pero nuevos escándalos como el “caso Roldán” y el GAL (grupos armados relacionados con la policía y el gobierno que practicaron la “guerra sucia” contra el terrorismo) dañaron la imagen del gobierno socialista, en un momento de recesión económica, pese a los avances que se habían logrado en la política social.
Gobiernos de José María Aznar (PP)
De nuevo se anticiparon las elecciones a marzo de 1996, y dieron la victoria al Partido Popular junto con los nacionalistas.
El gobierno de José María Aznar tuvo una orientación centrista y procedió a realizar un cambio en la política de nuestro país, que asegurase el Estado de Bienestar.
La llegada de Aznar coincidió con una circunstancia económica favorable y con la salida de la crisis, lo que le permitió alcanzar las condiciones que exigía la Unión Europea para el ingreso de España en el primer grupo de países que en el 2002 habrían de implantar el euro como moneda única. Una de las actuaciones más controvertidas fue la que se hizo frente al terrorismo de ETA, que condujo a la ruptura del Pacto de Ajuria Enea y a la firma del Pacto de Lizarra.
En las siguientes elecciones del año 2000, el PP, con José María Aznar al frente, obtuvo la mayoría absoluta, con lo que pudo desarrollar libremente su programa y modificar sensiblemente la legislación de la etapa socialista, realizando un giro conservador.
Balance de la Transición y la Democracia (1978-2000)
La consecuencia inmediata y más importante del periodo 1978-2000 es la consolidación de la democracia. Los peligros que acecharon sus primeros pasos se fueron superando con habilidad y gracias al consenso de todas las fuerzas políticas. Desde todos los ámbitos, tanto nacionales como internacionales, la democracia española es vista actualmente como un sistema maduro y estable, a pesar del relativamente corto espacio de tiempo que ha transcurrido.
Durante estos años, se produjo una importantísima modernización del país basada en la extensión del estado del bienestar y en el crecimiento económico. No obstante, España sigue teniendo algunas dificultades estructurales que la hacen más vulnerable en los tiempos de crisis, como ocurre en la actualidad.
Por último, habría que reseñar que España va jugando un papel cada vez más destacado en la esfera internacional, alejado ya del aislamiento político de antaño.