Transición Española y los Gobiernos de la Democracia (1982-2008)

El Declive de la UCD

Dos días después del golpe de estado del 23-F, Calvo Sotelo fue declarado nuevo jefe de gobierno. Su política prácticamente no se diferenciaba de la anterior (la de Suárez) y la labor legislativa siguió adelante. El gobierno firmó el Acuerdo Nacional del Empleo para contribuir a la estabilidad de la democracia tras el intento de golpe de Estado. La ley del divorcio fue aprobada, así como la ley de autonomía universitaria.

Una de las decisiones del gobierno fue la petición del ingreso de España en la OTAN, que se hizo efectiva en 1982 (a esto se opusieron los partidos de izquierda: PSOE y PCE). Hubo un pacto entre la UCD y el PSOE que llevó a cabo la aprobación de la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA) con el objeto de impedir que fueran desbordados los límites de los poderes entregados a las autonomías.

Calvo Sotelo no consiguió frenar la desintegración del partido en el gobierno ni alcanzar un entendimiento con Suárez y sus seguidores. Suárez abandona la UCD y crea su propio partido, el Centro Democrático y Social (CDS). En julio de 1982, Calvo Sotelo, presidente del gobierno, decidió disolver el parlamento y convocar nuevas elecciones. Las elecciones generales las vence el PSOE (cuyo lema era «Por el cambio, 800.000 puestos de trabajo, OTAN no, bases fuera»). Esto marca el final del proceso de transición.

Los Gobiernos de la Democracia (1982-2008)

Etapa del Gobierno Socialista (1982-1996)

En las elecciones de octubre de 1982, el PSOE obtuvo la mayoría absoluta con 202 escaños, tras una campaña en la que se presentaba como motor del cambio que necesitaba el país. Felipe González, al que también votó Suárez porque confiaba en él para hacer el cambio, fue elegido presidente y el PSOE se mantuvo en el poder durante cuatro legislaturas. La mayoría absoluta se renovó en las elecciones de 1986 y 1989, pero en 1993 el PSOE tuvo que buscar el apoyo de otros partidos para poder gobernar.

En 1982, el PSOE obtuvo 10 millones de votos, Alianza Popular obtuvo la mitad. Convergència i Unió tuvo 12 escaños, quedando en tercer lugar. La UCD solo obtuvo 11 escaños y acabó desapareciendo después. El Partido Comunista de España (PCE) obtuvo 4 escaños (porque aplicaron el voto útil, votaron por el PSOE para evitar que ganaran las derechas) y promovió una federación de grupos de izquierda con el nombre de Izquierda Unida (IU). El principal partido de la oposición pasó a ser Alianza Popular. El CDS solo obtuvo 2 escaños, teniendo en cuenta que fue un partido recién creado por Suárez.

El Proceso Reformista

El cambio socialista se concretó con un amplio programa de reformas cuya prioridad era luchar contra la crisis económica, la racionalización de las administraciones públicas y el avance hacia el Estado de bienestar. Para reactivar la economía se tomaron medidas dirigidas a garantizar la estabilidad financiera (reconversión bancaria), reducir la inflación y estimular la inversión privada, impulsando una reestructuración del aparato productivo.

La reconversión industrial fue un proceso de adaptación de los sectores productivos a las exigencias del mercado internacional y del ingreso a la Comunidad Económica Europea, que permitiría el saneamiento financiero y su adaptación tecnológica, pero provocó la reducción de la capacidad industrial y del empleo. El cierre de empresas y el aumento del paro desencadenaron conflictos laborales.

Las reformas económicas estuvieron acompañadas por reformas sociales y también educativas, con la Ley de Reforma Universitaria (que reconocía la autonomía de las universidades) y con la LODE (Ley Orgánica del Derecho a la Educación), que extendió la educación gratuita y obligatoria hasta los 14 años, y posteriormente una nueva ley, la LOGSE (Ley de Ordenación General del Sistema Educativo), que prolongó la escolarización obligatoria y gratuita hasta los 16 años.

El Estado de las Autonomías se consolidó, pero la distribución de poderes y competencias entre las comunidades y el Estado central presentó algunas dificultades. El Tribunal Constitucional declaró inconstitucionales algunos artículos de la Ley Orgánica del Proceso Autonómico (LOAPA). La ley fue abolida y con los artículos válidos se aprobó la Ley de Proceso Autonómico (LPA).

Uno de los principales objetivos del programa socialista era la integración de España en la CEE con el consenso de todos los partidos. Para lograrlo, España tuvo que realizar un amplio proceso de adecuación a la normativa comunitaria. Se firmó el Tratado de Adhesión a la CEE con el consenso de todos los partidos políticos y finalmente España se incorporó el 1 de enero de 1986.

El gobierno socialista tuvo que hacer frente al terrorismo de ETA y para abordar el problema se realizó el Pacto de Ajuria Enea con todas las fuerzas políticas vascas contrarias al terrorismo. Además, el gobierno socialista realizó una reforma del ejército para acabar con el peligro del golpismo, que consistió en reducir la plantilla del ejército y sujetarlo al poder civil.

El Desgaste del Gobierno

Las reformas económicas de los primeros gobiernos socialistas habían supuesto un deterioro de las relaciones entre los sindicatos y el gobierno. Los esfuerzos por la reconversión y la modernización económica habían sido soportados sobre todo por los trabajadores. La UGT se unió a la fuerte oposición de CCOO (Comisiones Obreras) a algunas medidas del gobierno, lo que generó una huelga general. Por primera vez, la UGT, un sindicato socialista, participaba en una huelga frente a un gobierno del mismo signo político.

Ante esta situación, el gobierno realizó una serie de medidas laborales y sociales: se universalizó la asistencia sanitaria gratuita, se fortaleció el sistema de protección contra el desempleo y se consolidó y garantizó el sistema público de pensiones mediante el Pacto de Toledo.

A principios de 1990, hubo una separación entre los dos grandes líderes socialistas, Felipe González y Alfonso Guerra, que llevó a la aparición de dos corrientes políticas: la de los renovadores (seguidores de González) y la de los guerristas (seguidores de Guerra).

Hubo casos de corrupción de personas vinculadas con el gobierno, a lo que también se sumó la llamada «guerra sucia» contra el terrorismo, con la que hubo una cierta tolerancia de las autoridades con los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación), grupos de pistoleros relacionados con sectores de la policía y la extrema derecha que habían perpetrado muchos atentados contra presuntos miembros de ETA.

En 1992 se inició la recesión económica mundial, que provocó inflación y paro. La crisis frenó la popularidad del gobierno socialista y a eso se sumó la corrupción del PSOE, las divisiones internas y el debilitamiento del liderazgo de Felipe González. En 1994 se realizaron las elecciones municipales y autonómicas, que fueron el primer síntoma de que el PP podía superar al PSOE.

Los Gobiernos del Partido Popular

Las elecciones de marzo de 1996 fueron ganadas por el PP, aunque en el conteo de votos hubo una escasa diferencia con el PSOE. José María Aznar fue elegido presidente del gobierno, pero al no obtener la mayoría absoluta, tuvo que buscar el apoyo de las formaciones nacionalistas (CiU, PNV, Coalición Canaria).

Legislatura en Minoría

El PP tuvo una orientación centrista para mantener el apoyo de sus socios nacionalistas. José María Aznar fijó como tarea principal la política económica, teniendo en cuenta que la crisis de 1992 había frenado el crecimiento económico de España y elevado la inflación, el déficit de las cuentas del Estado y la tasa de paro. El ejecutivo procedió a una política social que asegurase el bienestar del Estado e inició el diálogo con sindicatos y empresarios.

El mayor logro económico fue alcanzar las condiciones que exigía la UE para el ingreso de España en el primer grupo de países que habrían de implantar el euro como moneda única en el año 2002. Para ello se llevó a cabo la privatización de empresas públicas, que permitió recaudar lo suficiente para equilibrar el déficit de las cuentas del Estado. Otra medida importante fue la suspensión del servicio militar obligatorio y la creación de un ejército profesional. Se logró bajar la tasa de paro del 20% al 19%.

En general, hubo mucha prosperidad económica a nivel mundial y también en España.

Una de las cuestiones más complejas que tuvo que afrontar el gobierno fue su relación con el Partido Nacionalista Vasco y su actuación frente al terrorismo de ETA. Después de la primera etapa de entendimiento entre el gobierno y el PNV, el secuestro y asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco cambió la situación, generando una fuerte denuncia no solo contra ETA, sino contra el entorno político abertzale. Ante esto, los partidos nacionalistas decidieron un cambio de alianzas: sustituyeron el Pacto de Ajuria Enea por el Pacto de Lizarra, el cual incorporaba a la izquierda abertzale y excluía todo acuerdo con los partidos no nacionalistas. De esta forma, se acentuó la polarización de la política vasca.

El paro se fue reduciendo, pero la calidad del trabajo era muy baja (había muchos trabajos temporales) y esto fue muy criticado.

El Gobierno en Mayoría

Las elecciones legislativas del año 2000 las ganó el PP con mayoría absoluta en el parlamento. El segundo mandato del PP se caracterizó por una buena situación económica, pero el ejecutivo gobernó de forma distinta. Al contar con la mayoría absoluta, pudo desarrollar su programa y modificar la legislación de la etapa socialista, elaborando una serie de nuevas leyes entre los años 2000 y 2002: la Ley de Extranjería (que regulaba la entrada y estancia en España de extranjeros), la Ley Orgánica de Universidades, que reestructuraba la enseñanza media, y la Ley de Partidos, que ilegalizaba a aquellos que no condenasen explícitamente el ejercicio de la violencia (asesinatos, secuestros, etc.) para la consecución de sus fines políticos.

La Entrada de España en la UE

Tras la muerte de Franco, se buscaba que España entrara en la UE, por lo que la UCD y los partidos de la oposición elaboraron una serie de medidas con el consenso de todos los partidos. Lo primero era reducir la inflación, que estaba en torno al 25%. Luego había que equilibrar la balanza de pagos (dinero que entra y sale), porque la balanza de pagos era muy deficitaria (salía mucho dinero). Había que haber tomado medidas económicas más drásticas, pero la UCD, al ser minoría parlamentaria, no se atrevió a hacerlo porque suponía un gran coste social y electoral. El PSOE tenía mayoría absoluta, por lo que se encargó de las reformas económicas. Para entrar en la UE… En mayo de 1985, la CEE admite la entrada de España. En junio, España firma el tratado. En enero de 1986, España entra en la CEE.

A nivel económico, muchas decisiones no las tomaba España, sino que se tomaban en Bruselas y España tenía que admitirlas. La política económica de España no estaba en función de las necesidades de España, sino en función de las de Europa. Esto supuso algunos cambios (por ejemplo, en el sector lácteo, que afectó a la Cornisa Cantábrica).

La adhesión de España a la CEE fue, en general, bien vista porque había una mejora económica, intercambios sociales y culturales y, como se había integrado, ya era un país europeo. La participación de España en la UE fue muy intensa. Ha ocupado la presidencia rotatoria tres veces y también algunos españoles han ocupado puestos claves. La CEE fue evolucionando, se integraron cada vez más países, convirtiéndose en una unión monetaria, con la desaparición de las fronteras, y se quiere avanzar hacia la unión política.

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