El triunfo de los blancos y la reforma económica
Después de 90 años, los blancos triunfan en las elecciones nacionales el 30 de noviembre de 1958. El Uruguay de los 60 era rutinario, pacífico, con clases medias conformistas y con mayoría urbana; existía un movimiento estudiantil que reclamaba en las calles la reforma de la carta orgánica de la Universidad de la República (UDELAR), e inician enfrentamientos entre policías y estudiantes. El primer colegiado blanco, de mayoría herrero-ruralista, tuvo como primera medida un cambio profundo en la política económica limitando el poder del Estado y dando participación al FMI. Este último proponía el libre empresismo y una política aperturista de la economía, al igual que explicaba que la crisis de Uruguay era causada por la inflación generada por el exceso de demanda de los asalariados.
La influencia de la Revolución Cubana y la división de la izquierda
Acerca de la política internacional, la influencia de Estados Unidos sobre América Latina se intensificó con la aparición de la Revolución Cubana en 1959, que poco a poco se fue introduciendo en el comunismo. La izquierda sufre una división en cuanto a castristas/cubanistas, quienes aspiraban a la revolución continental con la tesis de la justa violencia, y los soviéticos, que se sostenían en los partidos comunistas locales.
La reorganización de los partidos políticos
A partir de 1962, si bien ganan los blancos de nuevo, cambian la mayoría de los lemas. El Partido Comunista y la Unión Cívica desaparecen, integrándose a grupos como la Unión Popular o el Frente Izquierda de Liberación (FIDEL), antecesor del Frente Amplio. Estos partidos de izquierda necesitaban claramente la unión, cosa que impedía la ley de lemas y solucionaron en 1971. A su vez, el herrerismo se divide en 2: ruralista y herrerista ortodoxo, y el Partido Colorado en 3: batllismo ortodoxo y conservador – batllismo progresista y liberal – Partido Riverista (católico, oligarca y terrateniente).
La crisis económica y la reforma constitucional
La situación débil que presentaban los nacionalistas y sus múltiples divisiones los llevó a no poder revertir los graves efectos de la crisis económica. Tanto esta como la crisis social y las dificultades de los órganos de gobierno en enfrentarla, indujeron a los partidos políticos tradicionales a pensar en una nueva reforma constitucional, para la cual se elaboraron 4 proyectos. Las elecciones de 1966 culminaron con el triunfo del Partido Colorado con el Gral. Oscar Gestido, quien mostraba poder con un poder ejecutivo fuerte a cargo de un hombre honesto y buen administrador. En conjunto, el plebiscito constitucional dio el triunfo a la reforma naranja. Esta incrementaba las atribuciones y competencias del Poder Ejecutivo unipersonal. Este poder fue el que sufrió varios cambios al sustituir al Consejo Nacional de Gobierno por un presidente de la República, actuando con el ministro respectivo o con el Consejo de Ministros. Su mandato se extiende a 5 años y amplía facultades en el ámbito económico, financiero y administrativo.
El gobierno de Gestido y la inflación
La descontrolada inflación llevó al gobierno de Gestido a implementar medidas prontas de seguridad, las cuales fueron levantadas en poco tiempo en búsqueda de soluciones nacionales a la crisis. Así, nombró a César Charlone como ministro de Economía, y enseguida llegó otra misión del FMI que derivó en una fuerte devaluación y la inflación se hizo imparable. Sin embargo, esta etapa no la dirige Gestido ya que fallece en diciembre del mismo año, y toma el cargo Jorge Pacheco Areco.
El autoritarismo de Pacheco Areco
Pacheco Areco dispone disoluciones de partidos, movimientos y periódicos, renueva el gabinete ministerial y vuelve a imponer las medidas de seguridad, como también decreta la congelación de precios y salarios. Pacheco emprendió un camino de creciente autoritarismo personal y funcional, en donde se vivieron vulneraciones de los derechos humanos, limitación de la prensa, etc. Lo peor fue la caída de los valores democráticos a nivel popular, cuando la violencia se fue haciendo cotidiana. Existían muertes de estudiantes y el parlamento debía enfrentar la violencia tupamara que las Fuerzas Armadas debían frenar. Las guerrillas deterioraron al tradicionalmente pacífico Uruguay, a lo cual contribuyó un Estado autoritario.
Las elecciones de 1971 y el golpe de Estado de 1973
En medio del tenso clima político, se realizaron las elecciones de 1971 en donde ganó el Partido Colorado con la dupla Bordaberry-Sapelli, manteniendo la participación de las Fuerzas Armadas en la vida política. Todo lo que pasa en esta década nos lleva de cabeza al golpe de Estado del año 1973 por parte de Bordaberry. En nuestro país se configuró la crisis general que se había iniciado a fines de los 50, a lo que se le suma el desarrollo de lógicas autoritarias por parte del Estado y de prácticas violentas provenientes de la sociedad (manifestaciones, guerrillas, etc.). Todos estos puntos ubican al 27 de junio de 1973 como el resultado de un proceso y no como la bisagra que separaba al Uruguay liberal de la dictadura. Las tensiones sociales, la radicalización de los discursos políticos, la Revolución Cubana y la Guerra Fría justificaron la prédica rupturista y sus consecuencias en manifestaciones de violencia tanto política como social.